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Candidatos regionales deberían pensar en la Inteligencia Artificial para gestionar política pública

En temas políticos hay mucho por hacer cuando se piensa en Inteligencia Artificial (IA); esta tecnología puede llegar a convertirse en un aliado para generar conocimiento y entender las necesidades de la población para buscar las estrategias adecuadas que debe ejecutar un candidato.

Lucas Cardona , Lucas Cardona
11 de julio de 2019

Una de las grandes ventajas de la IA es su énfasis en la objetividad basada en data, dejando de lado la subjetividad humana. Si trasladamos este pensamiento a la arena de campañas políticas, qué mejor que un candidato pueda entender uno a uno a sus posibles electores evitando así los mensajes masivos que buscan que de la gran masa, el mensaje resuene solo con algunos? Esta forma diferente de pensar genera un gran reto para los candidatos (y futuros gobernantes) quienes deberán buscar cómo conectar la tecnología con la agenda pública del país. Si el objetivo principal de un funcionario público es trabajar en pro de la sociedad y sus integrantes, qué mejor que poder escucharlos a todos de forma individual por medio de la tecnología, y no a una gran masa pidiendo a gritos (muchas veces todos lo mismo) sin poder ser escuchados?

Este tipo de tecnología puede ayudar a potencializar las estrategias y campañas políticas de un candidato, así como ayudar a encontrar soluciones objetivas a los retos sociales y económicos a los que se enfrenta el país. Es fundamental dejar de ver a los electores y ciudadanos de una forma tradicional; por ello es conveniente recurrir a datos históricos, comportamientos y reacciones sociales para identificar cuál debería ser el camino a recorrer.

Pensemos por ejemplo en uno de los temas más críticos de la nación, la seguridad. Hoy la IA nos permite predecir dónde van a ocurrir los crímenes antes de que sucedan. ¿Por qué no pensar en pasar de un modelo de reactividad frente a este flagelo que nos afecta a todos y evolucionar a un modelo de seguridad predictiva? Si, suena a ciencia ficción, pero este mismo modelo se aplica con éxito en diferentes capitales en el mundo. Sin embargo en Colombia, aunque poseemos la data, carecemos de las iniciativas públicas y privadas para darle buen uso.  Es aquí donde los nuevos líderes de la gran llamada economía naranja encontrarán sus próximos retos.

Debemos comenzar a pensar en la data como un insumo de primera mano; como un gran universo de recursos subutilizados donde por medio del cruce de amplias fuentes de información públicas y privadas, se puedan tomar decisiones estratégicas a nivel regional y nacional. Es en ese momento cuando podremos mostrar al país y al mundo cómo la tecnología puede transformar la forma de hacer política y gobernar en Colombia.

(*) Lucas Cardona, fundador MDS Digital y experto en inteligencia artificial