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Sofia Casas Columna Semana
Sofia Casas Columna Semana - Foto: Archivo Personal

Caso Álvaro Uribe: todo un entramado

La Corte Suprema de Justicia impone una temeraria medida de aseguramiento ambientada por filtraciones selectivas y una opinión pública desinformada, todo justificado en una prosa condenatoria de 1.554 páginas –sin equilibrio frente a la contraparte- que pareciera dirigir la sinfónica de este atropello.

Por: Sofy Casas

Las cosas deben llamarse y decirse como son: Álvaro Uribe es un secuestrado político. En mi columna de hace dos años sobre el secuestro político a través de la justicia utilizándola como comodín para perseguir a uno de los demócratas más influyentes e importantes de la región es cada vez más evidente. Se conoció el martes 23 de mayo que la juez encargada del caso del expresidente negó por segunda vez la preclusión rechazando los argumentos de la Fiscalía General, concluyendo que la investigación por los supuestos delitos de fraude procesal y soborno a testigo debe continuar. El representante a la Cámara, Hernán Cadavid, cuando fue jefe de la Unidad de Trabajo Legislativo del entonces senador Álvaro Uribe, fue el único testigo de cómo el expresidente se enteró que efectuaron pagos sin su conocimiento. El congresista lo ratificó bajo juramento, pero la juez insiste en que él sí sabía. ¿De verdad la juez cree que un congresista del calibre de Hernán Cadavid va a jugar así con su libertad? Se nota que la juez no está tomando en cuenta esta declaración juramentada y deja mucho que pensar sobre su actuar donde se ve algo politizada.

Aquí hay entramado bastante claro donde están involucrados personajes oscuros como Iván Cepeda, su testigo estrella Juan Guillermo Monsalve, Deyanira Gomez -a quien se le conocieron sus vínculos con los narcoterroristas de las Farc-, Colectivo Alvear Restrepo, Juan Manuel Santos y hasta el exmagistrado de la Corte Suprema Justicia, Jose Luis Barceló.

La Corte Suprema de Justicia impone una temeraria medida de aseguramiento ambientada por filtraciones selectivas y una opinión pública desinformada, todo justificado en una prosa condenatoria de 1.554 páginas –sin equilibrio frente a la contraparte- que pareciera dirigir la sinfónica de este atropello. Impiden la defensa en libertad de Uribe, y la primera extorsión de ese secuestro es el infame sacrificio de las garantías para todos los colombianos. Entre el 2.006 y 2.009 iniciaron las visitas del senador Iván Cepeda y Piedad Córdoba a paramilitares presos en cárceles Federales de EE. UU. (caso Tuso Sierra y Mancuso), el cual ya ha confesado en varias ocasiones que los visitaron para ofrecerles dádivas, beneficios judiciales, económicos para ellos y sus familias, y la no exclusión del programa de justicia y paz a cambio de que testificaran en contra de los hermanos Uribe Vélez. El Tuso Sierra en entrevista con Vicky Dávila confirmó que la Corte Suprema de Justicia coincidicialmente lo citó a declaración 24 horas antes -a la misma fecha y hora de una audiencia que él ya tenía programada con la Fiscalía-, solicitándole así a la Corte reprogramación.

Los testimonios entregados por los exparamilitares alias el Tuso Sierra, Ramiro Henao, Salvatore Mancuso, entre otros, todos coinciden y llevan al mismo punto: fueron testimonios que la Corte Suprema de Justicia manejada por el exmagistrado Barceló (enemigo de Uribe Vélez), el cual ha sido acusado por el Tuso Sierra de ofrecerle también beneficios a cambio de declaraciones en contra de Uribe –declaraciones que nunca fueron tomadas en cuenta- y esta Corte declara que Cepeda es inocente, que nada tiene que ver con el cartel de falsos testigos, y terminan volteando el caso difamando y acusando a Uribe de falsos testimonios. La Corte Suprema de Justicia se negó siempre a escuchar estos testimonios. Siempre me he preguntado el porqué el exmagistrado Barceló hizo ofrecimientos al Tuso Sierra (de acuerdo a su declaración) a cambio de que presentara falsos testimonios en contra de Álvaro Uribe y no avanzó la denuncia en la Comisión de Acusaciones.

A parte de todas las incongruencias que tuvo la Corte Suprema de Justicia en el Caso Uribe antes de que pasara a la Fiscalia General, se suman también las incongruencias del “testigo estrella” de Iván Cepeda, Juan Guillermo Monsalve, sobre el supuesto soborno que le hizo el abogado Diego Cadena dizque enviado por el expresidente Uribe. En mi columna en la Revista Semana del pasado 14 de octubre de 2022 expongo muchas de las declaraciones de este individuo que no coinciden en nada. El fiscal Javier Cárdenas presentó varios desatinos y expuso cómo Monsalve ha mentido en diferentes diligencias judiciales a lo largo de estos años.

Estos son algunos de los testimonios de Monsalve que no coinciden y que desbaratan por completo el caso:

  • Dijo que Jaime Lombana y Diego Cadena entraron juntos a la cárcel la Picota. Las imágenes muestran que Diego Cadena entró a las 2:49 p. m. y el doctor Lombana a las 3:23 p. m.
  • Otra mentira que se deja en evidencia es cuando dice que los abogados Lombana y Cadena siempre iban juntos a la cárcel. El Dr. Lombana fue solamente una vez.
  • Monsalve dijo ante la Corte que no se acordaba del nombre de su abogado, pero Héctor Romero aparece acompañándolo en sus reuniones y fue quien le entregó el reloj grabadora.
  • Monsalve dijo que el doctor Lombana lo amenazó. En audiencia ante la Corte Suprema de Justicia acepta que Lombana nunca lo ha amenazado ni nada ha tenido que ver con él. Además, admite que no tiene conocimiento alguno de amenaza de Diego Cadena a Deyanira Gómez.
  • Jaime Lombana le pregunta a Monsalve por un punto de su declaración ante la Corte Suprema. El testigo aseguró que a la salida lo vio conversar con su abogado y Cadena. El penalista mostró los registros de salida de la cárcel para demostrar que nunca se fueron juntos.
  • Monsalve niega que Diego Cadena lo haya visitado en marzo de 2018 en la cárcel La Picota, con un documento previamente hecho.

Como estas hay muchas más mentiras del “testigo estrella” del senador Cepeda que deben alertar a las autoridades para demostrar la manipulación y la politización de la justicia ante un caso donde se ha evidenciado la utilización de lo denominado Cartel de los Falsos Testigos. ¿Por qué la juez no ha tomado esto en cuenta e insiste en que Uribe sí sabía tratando de obligar a la Fiscalía a buscar una posición contraria y aún sabiendo que la determinacion en dos ocasiones de este ente no ha hallado responsabilidad penal alguna? ¿Por qué el pseudo-periodsita, Daniel Coronell, y Julio Sánchez Cristo tenían la decisión antes de ser anunciada por la propia juez? ¿Está la juez politizada y manejada por alguien? Lo de la filtración del Caso Uribe por parte de Coronell no es nada nuevo. ¿Qué garantías puede tener el expresidente si se conoce de la decisión de su caso antes de ser anunciado por la juez?