OPINIÓN
Cinismo y desvergüenza
El incumplimiento del artículo 188 de la Constitución hace indigno a un presidente.
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Es imposible entender los desaciertos del actual gobierno, pues buscando aferrarse al poder, en lugar de proponer reformas e iniciativas que fortalezcan el Estado de derecho y produzcan mejoras en la calidad de vida de los ciudadanos, comete errores que afectan los campos político, económico y social, llegando inclusive a afectarse profundamente aspectos como las relaciones internacionales, la seguridad ciudadana y la defensa de la nación.
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El rechazo del jefe de gobierno a decisiones del Consejo de Estado, relacionadas con la atribución legal que tiene el CNE de investigar la campaña que lo llevó a la Presidencia por la posible violación de los topes de financiación, muestran el cinismo y desvergüenza que caracterizan a la izquierda, ya que cuando ostentaba la calidad de parlamentario exigía públicamente al CNE que se investigaran otras campañas presidenciales por los mismos temas que hoy lo afectan.
La agresión verbal a las periodistas es otro de los capítulos que caracterizan el libreto marxista que busca amordazar y amedrentar a la prensa, mientras que con dineros de desconocida procedencia se mantienen activas las bodegas que tratan de influir en la mente de los colombianos en favor de los zurdos, apoyando las nefastas propuestas del gobierno y criticando o inventando falsas informaciones en contra de quienes no están de acuerdo con la ideología gubernamental.
Los mensajes agresivos e intimidantes, las mentiras sistemáticas y las falacias provenientes de la cabeza del poder ejecutivo preocupan profundamente a la opinión pública, ya que se manifiesta en forma violenta contra las instituciones del Estado, el poder judicial y el poder legislativo, así como contra los empresarios, industriales y aquellos que no aprueban su forma de desgobierno. Parece que quiere incendiar el país y que disfruta ver cómo se desmorona la nación en sus manos.
El discurso impregnado con odio de clases caracteriza algunas de sus participaciones públicas, llegando a pronunciar frases de discriminación racial al insultar al presidente de la Corte Suprema de Justicia como: “La Corte Suprema de Justicia, en la presidencia de un hombre negro que hoy tiene esa corporación, el magistrado Chaverra, conservador él, poco afín a mis ideas, creo (...) hace que poco entienda de por qué los hombres negros pueden ser conservadores”, lo cual es indigno en boca de un presidente.
Este comportamiento discriminatorio es aberrante, especialmente cuando quien lo pronuncia es el jefe de gobierno, quien además afirma que a él lo rechazan por ser de piel “café de leche”, mostrando nuevamente la falsedad y el cinismo de sus planteamientos. Sin embargo, lo preocupante es que no se observa el repudio total de los colombianos hacia este tipo de conductas, que seguramente buscan incrementar la polarización de toda la población para lograr encender la mecha de una guerra civil donde pierden todos los ciudadanos, excepto los comunistas que se aferrarán aún más al poder.
La seguridad en el país está cada día más deteriorada, especialmente por la conducta permisiva del gobierno en favor de los delincuentes, pues ha encontrado el camino para cubrir de impunidad a los bandidos nombrándolos como gestores de paz; a esto se suma la oscura labor de la Fiscalía, que con directiva del 10 de septiembre de 2024 está legitimando el caos y la anarquía para entregar el territorio a los malhechores y premiar a los transgresores de la ley despenalizando los delitos cometidos en desarrollo de la protesta social, seguramente para liberar a los delincuentes actualmente en poder de la justicia por los actos criminales de 2021, mientras que amarra a la Fuerza Pública para que pueda cumplir su misión constitucional. Ojalá las Altas Cortes se pronuncien rápidamente sobre esta ilegalidad.
Lo anterior forma parte de los actos populistas del gobierno para ganar votos en 2026, así se viole la ley y se afecten las bases de la democracia; otros absurdos, como entregar pasaportes sin costo a los estratos 1 y 2, es una aberración, pero también una falta de respeto hacia las personas de bajos recursos, pues los ilusionan y engañan con las salidas del país, pues si no tienen dinero para adquirir el pasaporte, tampoco lo tendrán para viajar. Esta treta populista merece una sanción penal.
La ideología comunista se ha caracterizado por generar miseria, ruina y esclavitud en los países donde logra penetrar, originando las dictaduras represivas y violentas. Estamos frente a un jefe de gobierno que incita a la revolución, como lo manifestó recientemente en la Universidad Nacional, lo cual a todas luces lo aleja del cumplimiento del articulo 188 de la CPN, que dispone: “El presidente de la República simboliza la unidad nacional y al jurar el cumplimiento de la Constitución y de las leyes, se obliga a garantizar los derechos y libertades de todos los colombianos”, haciéndolo indigno del cargo.
Estamos inmersos en una crisis social y económica generada por la incertidumbre política y la inestabilidad financiera propiciada por los errores gubernamentales. Sólo la unión de los colombianos podrá imponerse a la demencia ideológica que quiere destruir la sociedad.