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Cocalandia

Triste herencia nos dejará el Gobierno Santos. De acuerdo con el informe de la DEA hecho público esta semana, nunca en la historia un país ha producido y exportado tanta cocaína como Colombia.

Miguel Ceballos Arévalo, Miguel Ceballos Arévalo
25 de agosto de 2017

La agencia de los Estados Unidos para la lucha contra las drogas, conocida por sus siglas en Inglés: DEA (Drug Enforcement Agency),  en un hecho poco habitual acaba de hacer público un informe que hasta el momento era considerado como clasificado, es decir secreto, bajo el título ‘La expansión de la producción de cocaína en Colombia, contribuye al aumento de la oferta en los Estados Unidos’.

En este durísimo informe se repite una y otra vez la frase “nunca antes”, para resaltar que por primera vez en la historia de las mediciones que vienen haciendo Colombia y Estados Unidos, jamás se habían presentado cifras tan altas en tres indicadores: 1. cultivo, 2. producción, y 3. pureza, es decir, alta calidad de la coca.

Según las cifras de la DEA el 92 por ciento de la cocaína que ingresa a Estados Unidos, proviene de Colombia, el 6 por ciento del Perú y el 2 por ciento de fuentes desconocidas. Entre los años 2013 y 2016 el cultivo de coca creció en un 134 por ciento, pasando de 80.500 hectáreas a 188.000.

Desde 1996 no había un nivel tan bajo de erradicación en el país, es decir, que retrocedimos 21 años en los esfuerzos por combatir el combustible que ha alimentado y sigue alimentando todas las guerras en Colombia. La razón que argumenta la DEA para explicar este fenómeno es que comparado con las cifras de erradicación manual de 2008, hubo una reducción de dos tercios en el presupuesto para la erradicación manual, lo cual representó una reducción en el 90 por ciento de erradicadores manuales.

Este último dato genera muchas preguntas para el Gobierno nacional, que a través de sus voceros; el vicepresidente, Óscar Naranjo; el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas y el ministro del posconflicto, Rafael Pardo, vienen anunciando al país y a los Estados Unidos en cabeza del vicepresidente Pence, que se erradicarán 50.000 hectáreas este año, sin recurrir a la aspersión aérea, lo cual significa que se hará de manera manual.

Sería muy oportuno que el gobierno informara a la opinión pública sobre si se aumentará o no el presupuesto que la DEA cuestiona como el más bajo en los últimos 11 años para la erradicación manual. También viene siendo ya hora que el comisionado de paz y los voceros de las Farc nos digan cuál está siendo el papel de los exguerrilleros en el proceso de erradicación, al que se comprometieron en los acuerdos de paz.

Como lo habían ya manifestado otros informes del Departamento de Estado, el reporte de la  DEA insiste en que uno de los factores que dispararon la coca fue el impulso que dieron las Farc a los campesinos para que la sembraran, con la expectativa de que en el posconflicto recibirían muchos más subsidios, pues se privilegiaría la inversión en las áreas con más cultivos. Ahora que las Farc se están convirtiendo en partido político y  se han comprometido con la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición, no solo deberían pedir perdón a los campesinos que engañaron, sino repararlos económicamente por lo que se les viene encima en momentos en que nuevos actores armados, incluyendo los propios disidentes de las Farc, entran con toda su violencia a usurpar sus tierras para conquistar las áreas cocaleras que un día les fueron presentadas por la guerrilla como la “tierra prometida”.

Finalmente remata el informe con un dato inédito, la calidad y pureza de exportación de la cocaína colombiana pasó del 73 por ciento en 2007  al 83  por ciento en 2016. Aunque el informe no profundiza en las razones por las cuales cada día es más pura la coca colombiana, no es difícil inferir que debido a que el Gobierno bajó la guardia en su lucha contra los cultivos,  se abrió más  espacio para quienes intervienen en la cadena de producción de la cocaína, delincuentes  que  pudieron trabajar a sus anchas en los laboratorios clandestinos.

Triste escenario nos deja como legado este Gobierno,  que por ceder sin freno  a las exigencias de las Farc, ha convertido a Colombia en un verdadero parque de diversiones para los productores y traficantes de droga: Cocalandia.

*Exviceministro de Justicia. Decano Escuela de Política y Relaciones Internacionales, Universidad Sergio Arboleda.                      

@ceballosarevalo