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Presidente: firmar es consistencia

La sociedad global no quiere la autodestrucción como camino y rechaza grandezas que tienen la muerte como bandera.

Álvaro Jiménez M, Álvaro Jiménez M
17 de octubre de 2017

Este año el Nobel de Paz es la victoria de muchos.

Es homenaje y reivindicación de los 246.000 muertos de Hiroshima y Nagasaki, jamás lo imaginó Harry S. Truman presidente de los Estados Unidos en 1945.

Aquel 6 de agosto de 1945 luego del ataque, Truman dijo a los estadounidenses: (…) Con esta bomba hemos añadido un nuevo y revolucionario incremento en destrucción a fin de aumentar el creciente poder de nuestras Fuerzas Armadas. En su forma actual, estas bombas se están produciendo. Incluso están en desarrollo otras más potentes.”

Con estas frases de tiempos bárbaros, se instaló el terror nuclear en el mundo.

Todos quedamos avisados.

Han pasado setenta y dos años, 72 hasta que los humanos comprendimos.

Esta comprensión hace que el Premio Nobel de Paz 2017 lo reciba ICAN, una coalición de varias ONG que traduce Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares.

Sí, querido lector, una coalición de gente como usted, como yo, como otros, convencidos de que si se insiste en un mensaje justo, si se es consistente con las ideas y se persevera en ellas se logran los propósitos.

Teníamos dos antecedentes, dos ejemplos de que era posible.

La Campaña para la Prohibición de las Minas Antipersonal (también premio nobel en 1997) y la Campaña contra las Bombas de Racimo.

El común denominador es que estas armas causan sufrimientos inhumanos y actúan indiscriminadamente, sin diferenciar entre combatientes y civiles, entre niños o adultos, entre animales o personas.

Como país hemos firmado y somos parte de esas dos prohibiciones.

Las armas nucleares destruirán la vida humana y el planeta. Lo harán invivible, presidente.

Por lo anterior esta campaña trabajando duro logró que 223 estados aprobaran adoptar la convención que prohíbe las armas nucleares en julio de este año.

Colombia no lo firmó.

Colombia, prefirió ponerse al lado del pequeño grupo de naciones que consideran que el tratado contra las armas nucleares debilita la seguridad de los Estados.

Colombia, se negó a firmarlo en el gobierno que preside el nobel de paz 2016, Juan Manuel Santos.

Hay que ser consistente, presidente. Corrija.

En tiempos de Donald Trump y de Kim Jong Un, firmar este acuerdo es más que importante.

Presidente, el mensaje es claro: la sociedad global no quiere la autodestrucción como camino y rechaza grandezas que tienen la muerte como bandera.

Es un mensaje de, y para quienes no poseemos ni ambicionamos poseer un arsenal nuclear: privilegiamos la vida y la protección del planeta, evitaremos el horror que vivieron Hiroshima y Nagasaki.

Presidente: acepte ser portador de ese mensaje.

Es tan simple y cierto como el que nos llevó a la negociación con las Farc y ahora con el ELN.

Tanto como es una obligación ética parar la guerra interna, es imperativo evitar la destrucción de la vida humana y del planeta.

Es consistencia, presidente.

Le comparto: en nombre de la Campaña Colombiana contra Minas Sofía Miranda e Isabela Vargas, jóvenes colombianas pertenecientes a lo que usted llama la generación de la paz, ambas entusiastas por el Sí en el plebiscito, estuvieron en Oslo, Noruega en 2013, en Nayarit, México en 2014 y saltaron de alegría en nuestra oficina el 7 de julio de este año cuando se aprobó el tratado.

Fueron parte de las reuniones de discusión del tratado como integrantes de la delegación de ICAN.

Argumentaron con gobiernos de diferentes regiones, buscando sumarlos a la idea de una prohibición total.

No les falle presidente, ellas han sido consistentes.

Sea socio de los ciudadanos que hemos apostado porque el horror de una guerra nuclear sea una terrible historia del pasado y no una posibilidad latente.

Adenda: Creí que Germán Efromovich era un empresario moderno, pero con su manera de enfrentar el paro de pilotos ha mostrado ser uno más de los patanes y vulgares empresarios que tanto conocemos en Colombia.
Genera indignación y tristeza. Ver: https://twitter.com/trabajodecente/status/918860169508990976
Pobre hombre.

@alvarojimenezmi
ajimillan@gmail.com

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