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¿Cómo nos afecta un incremento sostenido de los precios de petróleo?

Ricardo Buitrago explica las consecuencias de los altos precios del petróleo.

Semana
3 de octubre de 2004

Cincuenta dólares suena como mucho por un barril de petróleo, y de hecho un barril de petróleo cuesta hoy dos veces más en términos de dólares de lo que costaba en 2001. En términos relativos, sin embargo, el petróleo era más caro a comienzos de los 80 y en los 70.

El impacto más obvio de este precio es sobre los usuarios de vehículos, pero no solo ellos se ven afectados. El incremento hace que los costos de los negocios se eleven, reduce la rentabilidad, y muchas organizaciones deben compensar esos incrementos de costos con distintas medidas, inclusive la reducción de personal.

En cuanto a la economía global se siente la tensión, el FMI estima que un incremento de 15 dólares en el valor del crudo durante un año reduce el crecimiento mundial en 0,6 por ciento. Para 2005 prevé un crecimiento del 4,3 por ciento, inferior al 5 por ciento pronosticado para este año. El alza del crudo también repercutirá en aumentos en la inflación del planeta, estimado en 0,3 por ciento en Estados Unidos y 0,6 por ciento en América Latina; como lo expresó el economista jefe de esta organización, "los países en desarrollo son más susceptibles a sufrir consecuencias inflacionarias porque su PIB es más sensible a la energía y porque sus bancos centrales tienen menor credibilidad sobre el control inflacionario".

Colombia, Estados Unidos y el petróleo

El potencial petrolífero (crudo y gas natural) del país se estima en más de 37.000 millones de barriles de petróleo. Las cuencas exploratorias del país están ubicadas en los valles superior y medio del Magdalena, en el Catatumbo, La Guajira, la cordillera Oriental, Putumayo y los Llanos Orientales. Nuestra infraestructura se soporta en los oleoductos de Caño Limón-Coveñas, Alto Magdalena, Oleoducto Colombia, Central S.A. y el Trasandino.

Estados Unidos consume diariamente 20 millones de barriles. Sólo cuentan con reservas probadas de 20.000 millones (el 29 por ciento de lo que se produce y consume en el mundo). De esos 20 solo producen 8 millones. Los restantes 12 los tiene que importar, el 50 por ciento del golfo Pérsico (Arabia Saudita e Irak), 15 por ciento de Canadá, 35 por ciento de América Latina (México, Venezuela, Colombia, Ecuador y Argentina). En los últimos meses, la participación de América Latina ha aumentado. Si Estados Unidos tuviera que hacer uso pleno de sus reservas solo tendría para satisfacer la demanda de tres años.

¿Existen alternativas?

Según el Centro de Estudios de Energía Globales existen diferentes formas de reemplazar el uso de los hidrocarburos como fuente de energía. Esta organización ha determinado que se cuenta con fuentes de energía alternativas que de mantenerse la escalada alcista de precios del petróleo sería más factible empezar a producir alternamente. Entre estas podemos contar con la energía hidroeléctrica, potencial en gigawatts 2.857 -explotados 721-; energía de la biomasa, que podría generar el equivalente de 25 barriles de petróleo por hectárea/año. Para sustituir el consumo actual de petróleo sería necesario cultivar 10 millones de km2 y subir el consumo de agua dulce en proporción; actualmente se cultivan unos 10 millones de km2. Reemplazar además al gas natural exigiría otros 6 millones de km2 de tierras de cultivo adicionales y sus consumos de agua adicionales. Las fuentes de energía eólica y s,olar solo producen electricidad por lo que son limitadas en su uso.

¿Que efectos se esperan?

Según los expertos del Centro de Estudios de Energía, los precios permanecerán altos y continuaran aún mas altos, a pesar de los esfuerzos de los productores por incrementar su producción. Las presiones de la demanda por mantenerse abastecida y el constante riesgo de conflictos hacen que los precios no tiendan a la baja. En el largo plazo, los existentes y nuevos yacimientos petroleros serán mapeados, explorados y explotados, pero aún nos quedan varios años de históricos precios altos.

¿Qué salidas plantean los distintos grupos enfrentados?

Los países consumidores reclaman que se aumente la producción para bajar los precios, algo que sólo podría hacer Arabia Saudita. Los gobiernos de los países consumidores no se atreven a inducir una baja del consumo mediante un aumento de la tasa de interés (porque podría ser el detonante de una caída general de las bolsas). Los países productores, por su parte, plantean que los países consumidores reduzcan los impuestos sobre el combustible, es decir, que renuncien a su parte de la renta petrolera. Arabia Saudita ha ido privatizando su producción e Irak propone entregar la suya integralmente a la Unión Europea.

*Consultor internacional y profesor universitario

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