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Como reinas

¿Cuántas veces ha sido, si les hemos de creer a los gobiernos de Colombia, desmantelada la estructura criminal del narcotráfico?

Antonio Caballero
19 de junio de 2005

Escribo en la mañana del viernes, y esto saldrá el domingo, de modo que no sé: ¿habrá surgido para entonces un nuevo jefe de los paramilitares? ¿Otro más? ¿O al menos uno que, esta vez sí, pueda hablar en su nombre? Porque ya hemos perdido la cuenta de los que van y vienen. Primero hubo un político de Puerto Boyacá. Dicen que lo mataron. Después vino Fidel, el mayor de

los hermanos Castaño. Dicen que lo mataron. Entonces apareció su hermano Carlos, el menor. Dicen que lo mató Vicente, el hermano mediano. Y entonces apareció Vicente, y nos dijeron que ese sí era el de verdad. Pero a lo mejor hay otros más que todavía no conocemos. Y, en todo caso, ¿no nos decían también que el verdadero jefe era Salvatore Mancuso, que por lo visto está retirado? ¿O Ernesto Báez, de quien tampoco se ha vuelto a saber nada? Porque a Miguel Arroyave parece ser que sí lo mataron de verdad. ¿Y 'Don Berna'? 'Don Berna' primero huyó, perseguido nada menos que por cuatro aviones de guerra, diez helicópteros Black Hawk y dos mil soldados del Ejército. No lo encontraron. Pero entonces 'Don Berna' se entregó él solito, y lo vimos en la foto poniéndole en el hombro una mano tranquilizadora al comandante de la Policía. ¿Y 'Macaco'? ¿Y 'Los Mellizos'? ¿Y 'Gordolindo'? ¿Y los que están en el Congreso, que según Mancuso representan nada menos que el 35 por ciento de la honorable corporación?

¿Y dónde están las tropas que mandaban esos jefes? Hace veinte días aseguró el gobierno que en los tres últimos años las Fuerzas Militares han dado de baja a más de mil paras y capturado a otros nueve mil. Otros cuatro mil o cinco mil se han desmovilizado gracias a los poderes incantatorios del alto comisionado para la Paz, doctor Luis Carlos Restrepo, empezando por los 600 del Bloque Cacique Nutibara de Medellín, que no sé si ustedes recuerdan, e incluyendo a 465 del Bloque Héroes de Tolová.

Ah, pero las armas... Según una inspección de la Fiscalía, las armas que los paramilitares han entregado son en su mayoría fusiles viejos e inservibles. Y en cuanto a los hombres que se desmovilizan, y no están ni en Santa Fe de Ralito ni ocupando una curul en el Congreso, la verdad es que no caben todos en las casas de acogida del barrio bogotano de Teusaquillo. Dicen los suspicaces que lo que pasa es que lo de la desmovilización es un simple traslado: los 'desmovilizados' del Bloque Catatumbo se enrolaron en el Bloque Héroes de Casanare, y los de Casanare se fueron al Libertadores del Sur, y los del Sur a Urabá, y así sucesivamente. O al revés: no pretendo conocer los detalles.

Pero sí estoy seguro de que se trata de una farsa.

Como todas las farsas de los sucesivos gobiernos de Colombia. ¿Cuántas veces ha sido, si les hemos de creer a ellos, desmantelada la estructura criminal del narcotráfico? Cuando mataron al 'Mexicano'. No, cuando mataron a Escobar. No, cuando cogieron a los Rodríguez. No, cuando cayó Patiño Fómeque. No, cuando el cartel del norte del Valle se dividió en varios cartelitos, como ahora los bloques paramilitares se están dividiendo en bloquecitos. ¿Y cuántas 'reinas de la coca' han sido detenidas en los últimos veinticinco años? Tantas, digamos, como reinas de belleza han competido en Cartagena. Y ahí sigue el narcotráfico. Pero ¿y no nos han dicho sucesivos gobiernos -el de Gaviria, el de Samper, el de Pastrana, éste de Uribe- que ya han sido fumigados varias veces todos los campos cocaleros del país? Sí. Pero ahí están. Y nos explican las autoridades con tono de ofensa:

-Es que vuelven a sembrar.

Pues eso mismo pasa con los paras: que los resiembran. Los resiembra el propio Estado, incapaz no sólo de combatirlos sino, para empezar, de combatir la causa que los hizo nacer, que es la guerrilla. E incapaz, por supuesto, de combatir las causas objetivas y estructurales que hacen que la guerrilla haya nacido y siga creciendo: el desempleo y la desesperanza.

Mientras eso sea así, seguiremos teniendo tantos jefes paras como reinas de belleza en Cartagena.