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Camilo Prieto Columna Semana

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Consumo responsable de peces y otros animales acuáticos

La pesca es un soporte nutricional, un instrumento de placer gastronómico en muchas regiones y un segmento importante de la economía. Lamentablemente, la sobrepesca ha llevado a una reducción del 71  % de la población total de tiburones y de rayas marinas.

6 de abril de 2023

El consumo global de peces y mariscos sigue creciendo. Según la FAO, en el año 2020 durante la pandemia de covid-19, la producción de pesca y de acuicultura llegó a su máximo registro histórico con 214 millones de toneladas. Posiblemente, este número pudo ser mayor, pero las restricciones y los confinamientos de ese año redujeron las capturas en aguas abiertas en un 4  % respecto a los tres años anteriores. El 35,4 % de las poblaciones de peces de las pesquerías marinas del mundo fueron clasificadas como poblaciones sobreexplotadas, lo que significa que están siendo manejadas de manera insostenible.

Los peces y otros animales acuáticos desempeñan un papel importante en la nutrición de regiones costeras y tropicales. En el planeta, 3.200 millones de personas, aproximadamente, obtienen el 20 % de su ingesta de proteínas animales a partir de peces y mariscos. Es indispensable destacar que existen diferentes formas y escalas de obtener animales acuáticos, y que es diferente el impacto que tienen las capturas industriales del que tienen las artesanales. También existe la pesca en aguas marinas abiertas y, por otro lado, la producción mediante acuicultura, es decir, criaderos, ya sea en el mar o en área continental.

Si a usted la interesa cuidar la biodiversidad de los animales acuáticos, le sugiero tener en cuenta las siguientes recomendaciones desde sus decisiones de consumo:

Busque animales de producción local, asegúrese de que esa producción sea de acuicultura continental y prefiera la pesca artesanal a las capturas industriales; consuma especies nativas, por ejemplo, mojarra, bagre, bocachico o capaz. Respete los períodos de veda, es decir, aquellos momentos del año cuando la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap) prohíbe las capturas para respetar el ciclo reproductivo de diferentes especies.

¡Por favor, excluya de su dieta al pez loro, cuya función en la preservación de los corales es invaluable! Su captura en Colombia está prohibida desde julio de 2019, pues se considera que, por lo menos, cinco de estas especies se encuentran amenazadas.

Es importante abstenerse de consumir mero (Epinephelus itajara y Epinephelus striatus) debido a que son especies amenazadas y deben ser protegidas. Respecto al atún, según la actualización, en 2021, de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), el atún rojo del sur (Thunnus maccoyii) está en peligro y el atún patudo (Thunnus obesus) se considera una especie vulnerable.

Para el caso específico de los pulpos, según la FAO (2022), solo 20.000 toneladas, es decir, el 4,1 % de la producción mundial, se considera sostenible o en proceso de mejora; su consumo no es indispensable para la salud humana y, si usted puede evitarlo, ayudará a que las poblaciones se recuperen.

Jamás consuma carne o huevos de tortugas marinas, y no olvide que no existe evidencia científica que demuestre el beneficio en el rendimiento o dimensiones del sistema reproductor masculino en relación con el consumo de aletas de tiburón.

La pesca industrial es la única actividad humana que permite el uso mecanizado de enormes tecnologías para capturar fauna silvestre, en busca de saciar los gustos y preferencias humanas. Aunque el control ejercido por los gobiernos, sumado a las obligaciones de las empresas, es crucial para proteger la biodiversidad, el interés de los consumidores por buscar decisiones responsables es determinante para tener en el plato animales acuáticos, sin que esto signifique lesionar el equilibrio de la vida en el agua.

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