Home

Opinión

Artículo

COSAS QUE ME PONEN AL BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS

Esta columna sólo pretende desahogarme, con respecto a las cosas que me enervan

Semana
21 de noviembre de 1994

TODOS TENEMOS COSAS QUE NOS enervan. A continuacion va mi lista personal, que no pretende cambiar el pais, ni acabar con el narcotrafico, ni mejorar la justicia, ni ninguna otra cosa seria o altruista. Simplemente se trata de la enumeracion de las cosas que me enervan. Nada más.
Me enerva el Niño Dios del 20 de Julio, el Niño Jesús de Praga, los jesuses de plástico, el Dulce Jesús Mío, el dulce de breva y el país del Sagrado Corazón.
También me sacan de quicio los jóvenes de Marinilla, los Marinillos, los chistes de marinillos, las rimas de los marinillos y todo lo que rima con Marinilla como Tino Asprilla, y de la Navidad la natilla. Y de la natilla me enerva especialmente el palo de canela que siempre me toca.
Me desesperan la democracia participativa, la democracia representativa, la política de sometimiento, los diálogos regionales, los diálogos globales, y todas las formas de diálogo,incluido los conyugales.
Como personajes me enervan Rigoberta Menchú, Alan García, Carlos Andrés Pérez, Misael Pastrana, Jean Bertrand Aristide, Joe Toft, el señor Becerra, el señor Velandia (sapo enervante), los caballeros del Santo Sepulcro, las feministas y N.N.
Detesto los almuerzos de señoras, los costureros, los showers, especialmente los de baño, las misas de aniversario, las efemérides, las celebraciones, las conmemoraciones, los onomásticos, los acrósticos, las palíndromes y los capicuas, los pisacorbatas, los cuarzos y los que creen en el poder de los cuarzos. Tambien me perturban las esculturas de Rodrigo Arenas Betancur (excepción unica, la del Pantano de Vargas) y los dibujos de Gordillo (sin excepción) .
El flujo, el contraflujo, el reflujo y todas las formas del flujo, incluyendo el refajo.
Me enerva eso de hacer patria y batir claras de huevo a punto de nieve. Que no tiene nada que ver con lo que viene. Que tambien me desespera, como es hacer las tareas de los niños, especialmente tratandose de mapas y más aún si estos contienen cordilleras, rios, y son obligatorios en plastilina o papel mantequilla. Y ya que estamos en el tema ni hablemos de las reuniones de padres de familia o las de copropietarios. Los almuerzos de trabajo, el trabajo, con desayuno o sin desayuno.
Me aburre todo lo yuruparí. La manta guajira en el altiplano cundiboyacense, la búsqueda de las raices, la música andina, las corbatas de telar, el pollo a la criolla, las gallinas cluecas. La sal yodada, el kumis, la opinión de Zuleta y la vitamina E. La cultura popular, el río Bogotá, la contaminación del río Bogotá y Bogotá.
Me ofuscan la Defensoria del Pueblo, las sociedades defensoras de lo que sea, Amnistía Internacional, el pasado judicial, el diario oficial, el amigo secreto, la DEA, la CIA, todos los servicios de inteligencia y especialmente el servicio doméstico.
Me desesperan la vida sana, los restaurantes vegetarianos, la nueva era y la música de la nueva era, los aeróbicos, la gimnasia pasiva para la celulitis y para respingar la cola, la gimnasia sueca y la gimnasia de cualquier nacionalidad, la critica constructiva y las buenas costumbres. Pero si hay algo que me saca de quicio es la pertinaz llovizna. Tambien me enervan los bazares y lo que venden en los bazares. La madurez, el buen juicio y la discreción. La fresa dental y la mamografía.
Tampoco me la voy bien con las juntas locales de administración, ni con la anestesia local, ni con la Dirección General de Prisiones ni con la anestesia general.
Me ofusca la justicia social, la penal, la distributiva, los chistes repetidos, los carteles, los carteles de toros, las ferias taurinas, las flores plásticas, sobre todo si son claveles, los bonsais, el día del campesino, el día de la raza, el del arbol, el del profesor y especialmente el de la secretaria.
Me ponen nerviosa la microempresa y la famiempresa (especialmente las de escobas, que son casi todas); los aspectos puntuales, las situaciones coyunturales, los parciales universitarios, los estudios de factibilidad y más aún los de prefactibilidad, la implementación de las estrategias. La acción comunal, la acción publica, la acción católica: simple y sencillamente, la acción. Pero si hay algo que me enerva mas que nada son las fuerzas vivas del país.
Me perturban el espiritu de cuerpo y el Espiritu Santo. El medio ambiente, el Magdalena Medio, el clima medio y el medio pelo.
Me caen gordos los periódicos comunitarios, las antenas comunales, las cooperativas y el cooperativismo, los años bisiestos, bostezar y que me bostecen, los zoológicos, los chistes repetidos, lo ómnibuses y los ombusdmanes, el uso de las atribuciones, las facultades extraordinarias, las decretos reglamentarios.
Y, para que se los oculto mas. Me enerva sobre manera la extremada, persistente y permanente trascendentalidad, especialmente de la de los que creen que yo le falte al respeto a alguien, escribiendo esta columna.
P.D. Y los correctores. Que sostienen que enervar significa todo lo contrario a lo que yo quiero decir aqui.

Noticias Destacadas