OPINIÓN

El ‘hacker’, el expresidente y la astróloga

Escobar y Uribe se comunican por chat y al menos en una ocasión el expresidente dio su visto bueno a la publicación de un pasquín digital de descrédito contra Juan Manuel Santos.

Daniel Coronell, Daniel Coronell
30 de agosto de 2014

Se llama Carlos Arturo Escobar Marín y su nombre volvió a salir a flote esta semana por cuenta de las declaraciones del detenido hacker Andrés Sepúlveda. El señor Escobar se presenta públicamente como “experto en redes sociales” pero en privado hace alarde de su habilidad para interceptar comunicaciones y para orquestar rápidas –y anónimas– campañas de desprestigio para 
cubrir de oprobio a sus blancos. Esas campañas son reproducidas por decenas de cuentas falsas y en ocasiones logra convertirlas en tendencias –igualmente falsas– en las redes sociales.

Escobar ha construido cuidadosamente su personaje. Habla con el tono que usaría Boogie el aceitoso, luce sus gruesos brazos cubiertos de tatuajes tribales y maneja un BMW convertible de doble capota que, por cierto, no está a nombre de él sino de una empresa creada con 5 millones de pesos llamada Online Help. Es difícil saber cómo una compañía tan modesta, que de acuerdo con los registros públicos pertenece al señor Felipe Villacres, pudo comprar un automóvil tan lujoso. (Ver imagen del automóvil y el título de propiedad).

El señor Escobar se presenta como ingeniero y de acuerdo con su leyenda estuvo preso en Estados Unidos por penetrar el sistema de seguridad de Bank of America con el único propósito –según él– de mostrarle a la institución financiera su vulnerabilidad. 

Los papeles judiciales de Estados Unidos prueban una realidad menos poética: el señor Carlos Arturo Escobar, quien usaba también los nombres de Walter Frank Pérez y Esteban M. Bullis fue condenado por conspiración para cometer fraude porque junto con cuatro cómplices falsificó tarjetas de crédito Visa para comprar en almacenes como Best Buy y Gymboree. La sentencia de la Corte oeste de Carolina del Norte señala que él aceptó su culpa y por eso obtuvo una rebaja en la sentencia. (Ver parte de los documentos de la sentencia).

Según el detenido hacker Andrés Sepúlveda, era Escobar quien tenía los contactos con la inteligencia militar para acceder a la información de la plataforma Andrómeda desde la cual unos militares espiaban a los negociadores del gobierno en La Habana y al presidente Juan Manuel Santos. Escobar era un asiduo visitante del condenado general Rito Alejo del Río en la cómoda cárcel militar que ha sido frecuentada por hackers y magistrados, entre otros.

Mientras Sepúlveda habla de Escobar con una admiración cercana a la reverencia, Escobar se refiere a Sepúlveda con enorme desprecio: “Es una bestia. Que lo llamen ‘hacker’ es un insulto para los que trabajamos en esto”, me dijo Escobar hace unos días refiriéndose a Sepúlveda.

Hablé por teléfono esta semana con el señor Escobar, en presencia del periodista Ignacio Gómez, después de varias razones suyas en las que decía que le urgía comunicarse conmigo. No tenía ganas de conversar con él porque he sido víctima recurrente de sus infamias pero esperaba que quisiera contarme algo importante. En realidad solo quería advertirme: “Yo sé que usted tiene problemas conmigo, yo también tengo cosas”.

Cuando le pregunté si me estaba amenazando, respondió “Cómo se le ocurre, hombre. Más peligroso un cuadro de la Virgen María que yo”.

Asegura que su constante trabajo difamatorio lo emprendió por “uribestia y guevón” pero asegura no es patrocinado, ni tiene relación con el expresidente Álvaro Uribe. Sin embargo en las redes sociales hay varias fotos suyas con el hoy senador. (Ver fotografías).

Escobar y Uribe se comunican por chat y al menos en una ocasión, en enero de este año, el expresidente dio su visto bueno a la publicación de un pasquín digital de descrédito contra Juan Manuel Santos.

Detrás del nombre de varias compañías como Coysegur y Maverick opera el señor Escobar. Una de esas empresas se llama Zozial y los documentos de la Cámara de Comercio de Bogotá señalan que la mayor accionista es Anaís Peña, una astróloga residente en Miami conocida por sus relaciones con poderosos personajes de la política colombiana, venezolana y ecuatoriana. (Ver documento).

Escobar me aseguró que no conocía a Anaís Peña, pero en el Departamento de Estado de Florida está registrada una compañía estadounidense de nombre muy similar: Red Zozial LLC. La gerente es la astróloga Anaís Peña y el vicepresidente es el exconvicto Carlos Escobar. (Ver documento Red Zozial LLC).

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