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Rico McPretelt

Más allá del tema de la acumulación ilegal de baldíos –que de por sí sería suficiente– persiste la pregunta: ¿De dónde ha sacado este funcionario el dinero para comprar todas estas propiedades?

Daniel Coronell, Daniel Coronell
6 de junio de 2015

La fortuna del magistrado Jorge Pretelt debe ser revisada por la Justicia y por la prensa. El multimillonario juez de la Corte Constitucional ha aumentado exponencialmente su patrimonio mientras ha sido funcionario público. Buena parte de sus propiedades las adquirió mientras era magistrado del Consejo Nacional Electoral y su prosperidad ha ido en aumento con su paso por la Corte Constitucional.

Cuando estalló el escándalo por la presunta petición del magistrado Pretelt de varios cientos de millones de pesos a los interesados en una tutela, la corte pidió a los magistrados sus declaraciones de renta y patrimonio.

Pretelt respondió, por escrito, que tenía un apartamento en Bogotá en donde reside con su familia, otro en Cartagena, tres lotes urbanos en Montería, dos fincas en Arboletes, otras cuatro en Ciénaga de Oro y una más en Los Córdobas.

Ya esto era considerable, sin embargo Pretelt se quedó corto. O dicho de otro modo, no dijo toda la verdad.

Una investigación de sus predios adelantada por las autoridades  demuestra que tiene más propiedades de las que reportó en su comunicación a la Corte Constitucional.

En Bogotá donde decía que solo tenía un apartamento y dos garajes. Le han encontrado 11 propiedades. (Ver propiedades en Bogotá)

En la ciudad de Montería no tiene simplemente tres lotes como se lo aseguró a la presidenta de la Corte Constitucional. Hay cinco propiedades que incluyen un local comercial, una oficina, un apartamento, una casa y un parqueadero. (Ver propiedades en Montería)

Lo de Cartagena tampoco era un apartamento, es decir no era un solo apartamento sino dos. Además de un lote. (Ver propiedades en Cartagena)

Pero el mayor hallazgo está en las fincas del magistrado Pretelt.
En Arboletes, Antioquia, la finca que el magistrado rebautizó como La Corona es realmente la suma de cinco predios procedentes de baldíos entregados por reforma agraria.

La ilegalidad está en que la ley establece que “ninguna persona podrá adquirir la propiedad sobre terrenos inicialmente adjudicados como baldíos si las extensiones exceden los límites máximos para las unidades agrícolas familiares en el respectivo municipio o región”.

La finca armada, pegando parcelas, por el magistrado Pretelt excede tres veces y media el límite máximo legal de acuerdo con la estimación del Incoder. (Ver documento)

La valoración del predio –ilegalmente englobado– supera los 10.000 millones de pesos, de acuerdo con un avalúo oficial en poder de los investigadores. (Ver avalúo)

Parecida maniobra dio origen a otra finca de Pretelt llamada Los Farallones en Los Córdobas. Allí el Incoder encontró que la propiedad del magistrado del tribunal, que debe garantizar el cumplimiento de la Constitución, viola el límite legal más de nueve veces. (Ver documento)

Pero más allá del tema de la acumulación ilegal de baldíos –que de por sí sería suficiente– persiste una pregunta: ¿De dónde ha sacado este funcionario el dinero para comprar todas estas propiedades?

Como magistrado del Consejo Nacional Electoral ganaba 11 millones de pesos. Como magistrado de la Corte Constitucional recibe un salario de 23 millones.

La histriónica explicación que da su abogado, Abelardo de la Espriella, es que Pretelt es rico por parte de madre.

Sin embargo, en su declaración de bienes, el propio Pretelt asegura sobre las pertenencias de su mamá, Miriam Chaljub, que “hasta el momento no se ha llevado a cabo la repartición de bienes en sucesión”. (Ver declaración de bienes)

Así que ninguna de las propiedades a nombre del magistrado proviene de la herencia de su señora madre. Quizás se haya ganado el baloto o haya vendido novillos a muy buen precio como lo hacía un antiguo superintendente de notariado.

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