Home

Opinión

Artículo

DE BOLIVAR A CHAVEZ

Antonio Caballero
4 de enero de 1999


DOY POR HECHO QUE CUANDO SALga publicado este artículo ya habra sido elegido nuevo presidente de Venezuela Hugo Chßvez, el ex coronel que hace unos pocos años intentó dar un golpe de Estado y fracasó en el intento. Hay quien se extraña, quien se escandaliza, quien se muere de miedo. Pero de qué se extraña alguien? Lo propio de la democracia (o de esa lotería electoral que a falta de algo más serio hemos terminado por llamar democracia) es que las elecciones pueda ganarlas cualquiera. En Estados Unidos, un obseso sexual. En Italia, un comunista irredento. En Rusia, un comunista arrepentido. En Serbia, un dictador. En Bolivia, un antiguo dictador. En la Argentina, un payaso. En Colombia, Andres Pastrana. Qué puede tener de raro que un coronel golpista las gane en Venezuela? Su principal rival, al fin y al cabo, era sola una reina de belleza.
Quien se sorprenda con eso debería sopesar la anecdota, tal vez apocrifa, que se atribuye al presidente colombiano Julio Cesar Turbay cuando resulto elegido para su alto cargo. Fue a visitarlo un antiguo compinche de correrias politicas municipales y le pidio un modesto nombramiento de ambito departamental. Turbay le ofrecio un ministerio. Confuso, el solicitante se declaro indigno de tanta responsabilidad e incapaz de afrontarla. Pero Turbay lo tranquilizó diciendole: "Si yo llegué a presidente... ".
Porque entre los oficios a que se dedican los seres humanos sólo hay uno para el que no se requieren más credenciales ni méritos que el de haber llegado ahí: y es el de gobernante. A un musico se le exige algo de oido, a un médico que no se le mueran todos los pacientes, a un albañil que no se le despegue la mezcla de los ladrillos. A un gobernante se le exige solamente que gobierne. ¿Bien? ¿Mal? Es cuestión de opiniones. Y si no gobierna también da lo mismo: alguien lo hara en su lugar, con el título de gran visir, de concubina, de eminencia gris o de German Montoya. Los gobernantes, sean de donde sean, no son buenos ni malos: sólo son malos o peores. Y en esa gradación no hay nada en su pasado que sirva de indicio de cual será su desempeño. El general francés De Gaulle, por ejemplo, había sido un pésimo militar, pero como gobernante resultó mucho mejor, tirando a bueno. El haitiano Papá Doc Duvalier, que había sido un excelente médico, fue luego un gobernante espantoso. De manera que el pasado de golpista del coronel Chavez no lo inhabilita, ni mucho menos, para gobernar a Venezuela. Será malo, tal vez. Pero podría ser peor. ¿Acaso no fueron también militares golpistas la mayor parte de sus predecesores en el cargo, desde el general Páez? (Para no hablar del general Bolívar.)
Pues si miramos hacia atrás y comparamos al presidente Chavez con cualquiera de los gobernantes venezolanos anteriores, vemos que cualquier temor resulta injustificado. ¿Será peor que Rafael Caldera? Dificilmente. ¿Peor que el otro Caldera, que era el mismo pero veinte años más joven? ¿Peor que Carlos Andrés Pérez en cualquiera de sus dos versiones? ¿Peor que Herrera Campins? ¿Peor que el general otro coronel golpista Marcos Pérez Jiménez? ¿Peor que aquel otro general que también empezó de coronel Juan Vicente Gómez? ¿Peor que Cipriano Castro? ¿Que Guzmán Blanco? ¿Que los Monagas? ¿Que Páez? O, como señalaba más atrás ¿peor que Bolívar?
Porque conviene no olvidar que, aunque desde hace siglo y medio todos los presidentes venezolanos se presentan como "el nuevo Bolívar" (y Hugo Chavez no es una excepción tampoco en eso), el Bolívar original a quien todos pretenden parecerse fue un malísimo gobernante. Buen general, sin duda, puesto que terminó ganando todas sus batallas; y aceptable bailarín, según decían: y sabio legislador, aunque no le hicieron caso. Y soñador inmenso. Y un gran hombre: uno de los pocos hombres grandes que ha dado la historia. Pero como gobernante una catastrofe.
Ojalá que al coronel Hugo Chaßvez no se le ocurra imitar al Libertador en eso.
Por lo demás, no habrá problema.