Home

Opinión

Artículo

OPINIÓN ON-LINE

Estudiantes para la paz

Los jóvenes son esa fuerza que jalonara procesos realmente sub-versivos, es decir, que cambiarán significados y transformarán las miradas.

Diego Cancino, Diego Cancino
27 de julio de 2016

A Liliana Castañeda (OCE) y Jairo Rivera (FEU)

Hace año y medio el movimiento estudiantil generosamente me invitó a participar en un evento en la Universidad Pedagógica: “¿El sentido de la educación superior en la construcción de paz?”. Escribí un texto basado en el himno de los estudiantes:

¡Soy estudiante…soy estudiante, soy…yo quiero estudiar, para cambiar la sociedad, vamos a luchar!

Hay que imaginarse calles enteras cargadas de energía y vitalidad estudiantil, gritando a todo pulmón y con toda emoción este verso; verso que durante décadas ha defendido la educación pública, se la ha jugado por la paz y ha insistido en que los derechos no se deben privatizar.

En este momento crucial para Colombia mi única sugerencia –irrespetuosa, por cierto- sería hacer el siguiente cambio:

¡Soy estudiante…soy estudiante, soy…yo quiero estudiar, para cambiar la sociedad, vamos a crear, a crear la paz!

Quiero compartir el texto que escribí con ustedes. Creo genuinamente que los jóvenes van a jugar un papel fundamental en la construcción de una paz inundada de vitalidad, emociones que intensifican la democracia y acciones que trastocan un orden excluyente.

Los jóvenes son esa fuerza que jalonara procesos realmente sub-versivos (sub-vertere es trastocar el sentido, dar un giro como el que hizo Copérnico en su época), es decir, que cambiarán significados y transformarán las mirada. Eso es lo que requiere esta paz que se aproxima: ¡poner a girar esta sociedad en otra orbita! …

... Aquí va el texto.

Soy estudiante, soy.

Soy la expresión de la irreverencia, de la lucha creativa, soy expresión de la crítica y del anhelo inconmensurable por conocer, saber, experimentar, controvertir. Soy la lucha contra el autoritarismo, la injusticia y las expresiones de dominio. Soy esa mirada que puede cambiar las miradas, que trastoca y convoca: cambia perspectivas  desde la fuerza colectiva y no desde la violencia. Soy, como estudiante, un referente para la paz, para esa paz que debemos tejer y entretejer entre todos.

Yo quiero estudiar: estudiar para construir un país en paz. Estudiar dentro de una universidad, una escuela que no convierta mi derecho a la educación en un producto lucrativo. Yo quiero estudiar en un país que se la juega por la educación como factor fundamental de construcción de paz. Yo quiero estudiar para criticar, para crear y para fortalecer la libertad. Yo quiero estudiar en un país donde la educación rural es de calidad, universal, pertinente y sin tercerización. Yo quiero estudiar en una universidad donde los aportes de la nación sostengan la educación superior. Quiero estudiar en una escuela y universidad democrática y no autoritaria. Yo, si estudio en esa escuela, estudio en una escuela para la paz.

Para cambiar la sociedad: Desde el humor y la ironía, desde la fuerza ilimitada de la juventud y desde el compromiso con una pedagogía como acción política, quiero cambiar un status quo que ha intensificado la exclusión, la privatización de los derechos y la concentración de la tierra. Quiero cambiar esa sociedad para que le apostemos a una verdadera paz territorial y así escuchar la Colombia que nadie escucha. Quiero y me sueño una sociedad donde la voz de cada una y cada uno cuenta por igual: la voz de la negra, del indígena, del travesti, del usuario de marihuana, del campesino, de la mujer rural, del niño en situación de discapacidad. Quiero, y se que la vamos a construir, una sociedad alegre, una sociedad que colectivamente construye una obra de arte que podemos llamar democracia real. Quiero cambiar la sociedad para que, una vez se silencien los fusiles, cambie las balas por arte, lápices, cultura y educación.

Hagamos un pacto ¡Cambiemos la sociedad para que la paz sea real!

Vamos a crear: Vamos a crear, con toda vamos a crear, cambiando las manos empuñadas por manos abiertas que convoquen a la paz. Vamos a crear una obra tan fuerte que impida que nos  arrebaten la paz: cantando, gritando, exigiendo y tomándonos un post-acuerdo donde el lema fundamental es: acá la voz de la gente cuenta y cuenta mucho. Acá la paz es de todas las personas que nos cansamos de tantos ríos de sangre y queremos jugárnosla por una sociedad festiva, creativa y cargada de confianza y solidaridad.

¡Soy estudiante, soy, yo quiero estudiar, para cambiar la sociedad, vamos a crear!

* Experto en Cultura Ciudadana. Profesor de la Universidad de los Andes y de la Universidad Externado de Colombia.