OPINIÓN ON-LINE
La política ACA es una obra de arte
La Ley de actores les garantizará una vida digna: derechos laborales, profesionalización, reconocer la actuación como patrimonio cultural, dignificar al artista nacional y permitir una vejez que evite la pobreza extrema.
Corría el mes de marzo de 2014 y un grupo de actores y actrices me buscaron para hablar con Ángela María Robledo Gómez, en ese entonces trabajaba yo en su Unidad de Trabajo Legislativo. Nos vimos en un Juan Valdez del norte de la ciudad: estaban Marcela Gallego, Diana Ángel, Santiago Alarcón y Andrés Sandoval. Nos plantearon con contundencia y claridad su situación laboral. Experimentan todo tipo de maltratos, exclusiones y vulneración de derechos: horarios irracionales, terminaciones de contratos sin justificación alguna, vejez sin ingresos, sin salud y mucho menos sin pensión, competencia desleal con "actores" que nunca han actuado, entre otras circunstancias que hacen de esta situación un intolerable.
Ese día en el Juan Valdez quedamos de hacer una audiencia pública en el congreso. Invitamos a varios congresistas del Polo, del Verde y del Liberal: jamás me imaginé que este sindicato (Asociación Colombiana de Actores) hiciera de un hecho político una obra de arte, una obra de teatro en 4 actos. Hubo ironía, buena actuación, música, lenguajes audaces y creativos que cautivaron al público y que dejaron claro que este sindicato iba a reivindicar los derechos laborales y profesionales de los actores y actrices. Dejaron claro que eran una organización sólida y potente. Dejaron claro que querían una ley y que con el apoyo de los congresistas la iban a hacer. Dejaron claro que este sindicato no se iba a dejar de los patronos maltratadores. En otras palabras, nos dijeron que en Colombia debía haber muchos ACA‘s y que la democracia se fortalece con este tipo de expresiones.
Estos artistas, estos agentes culturales y políticos el pasado miércoles radicaron el estatuto del actor en la comisión séptima de senado: tienen el apoyo de todos los partidos y han ido de la mano de Ángela Robledo, Iván Cepeda, Alirio Uribe, Víctor Correa, Jorge E Robledo y Luis F Velazco. Fescol ha sido cómplice extraordinario en esta locura que ya va siendo real.
Mis respetos y mi admiración: ustedes los de ACA merecen un bravo gigante; ya se pudo dar un primer paso que es la construcción colectiva de una ley. Ley que garantizará una vida digna para los actores y actrices: derechos laborales, profesionalización, reconocer la actuación como patrimonio cultural, dignificar al artista nacional y permitir una vejez que evite la pobreza extrema.
El camino que queda no es fácil pero sé que se logrará y serán un ejemplo de que se puede luchar en contra de injusticias desde nuevos lenguajes y haciendo de la política una obra de arte.
ACA, ¡gracias por existir!
*Politólogo, académico y consultor en temas de cultura ciudadana