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175 firmas para cambiar el mundo

Colombia no es un gran contaminador globalmente, solo aporta el 0,46% de las emisiones de gases de efecto invernadero, sin embargo estas emisiones tenderán a crecer en un 50% al año 2030.

Semana.Com
26 de abril de 2016

En Colombia, cada vez que una comunidad quiere hacer un reclamo o solicitar un mejoramiento de una vía o un parque, se recogen firmas y se presentan a las autoridades respectivas. Las firmas de la gente expresan la voluntad popular y el deseo de cambio. Este fin de semana sucedió lo mismo, pero a nivel global, la ONU recogió las firmas de 175 países, manifestando el anhelo y compromiso de la humanidad de controlar el calentamiento global y transformar el destino de la tierra.

Los países firmantes del Acuerdo de Paris contra el cambio climático, se comprometieron a mantener el incremento de la temperatura de la tierra muy por debajo de los 2°C para finales de este siglo, sino se logra este propósito, las consecuencias serían devastadoras en materia de desastres naturales y deterioro de los ecosistemas del planeta, poniendo en riesgo nuestra propia existencia.

El Pacto logrado por los países firmantes es relevante porque reconoce la responsabilidad compartida en la generación de gases de efecto invernadero y define compromisos nacionales para su reducción. Estados Unidos y China, dos de los más contaminadores, después de muchos años de discusiones decidieron adherir y ratificar planes de acción. Esta lucha global significará una transformación profunda en la economía del mundo, pues se buscaría un pico máximo en las emisiones de carbono lo más pronto posible, eso implica una dirección clara para evitar el uso de petróleo y carbón y el traslado hacia una economía dependiente de energías renovables no convencionales, como la solar o la eólica.

Colombia no es un gran contaminador globalmente, solo aporta el 0,46% de las emisiones de gases de efecto invernadero, sin embargo estas emisiones tenderán a crecer en un 50% al año 2030. De hecho, entre los años 1990 a 2012,  el país fue catalogado como uno de los 40 de mayor responsabilidad histórica por la emisión de gases de efecto invernadero, principalmente por la deforestación. Cada año se destruyeron más 120 mil hectáreas de bosques.

Del total de las emisiones que produce el país, 39% vienen del sector forestal, 19% del agrícola, 10% del transporte y 6% de los residuos. Es allí donde en un esfuerzo conjunto entre el gobierno nacional, local y el sector privado es donde deberán concentrarse los esfuerzos de mitigación y reducción. También es evidente que Colombia por su diversidad geográfica es un país altamente vulnerable al cambio climático, lo pudimos sufrir en el fenómeno del niño del año 2011,  donde las lluvias generaron inundaciones en casi todos los departamentos y pérdidas irreparables en los cultivos y en la destrucción de viviendas e infraestructura, lo peor es que, los grupos de población más vulnerable son los que en mayor riesgo se encuentran.

El Acuerdo de Paris firmado,  afecta a las ciudades colombianas por varias circunstancias; 1. De no lograrse la meta, se verán climas extremos e inundaciones por su localización en zonas de montaña, costeras y laderas de río. 2. Comenzar a adaptar sus infraestructuras para lo que viene 3.  Reducir dependencia de petróleo y carbón en sus sistemas de energía  4. Desarrollar esquemas de protección de ecosistemas circundantes,  en especial bosques y páramos.

Las ciudades son las llamadas a actuar para mitigar y adaptarse el cambio climático. Por sus altas densidades de población y la concentración de la actividad comercial e industrial,  son uno de los actores de mayor emisión de gas carbónico, con las consecuentes afectaciones de la contaminación sobre la salud pública, las fuentes de agua  y los ecosistemas circundantes. A la vez, con innovación y decisión son las que más        resultados pueden aportar; por ejemplo con sistemas de transporte público limpios, la introducción de construcción de vivienda más verdes, el mejor uso y aprovechamiento de los residuos sólidos, la aplicación de energías renovables y el impulso de un sector industrial con procesos productivos limpios y sostenibles

En este semestre se inicia la discusión y aprobación, por parte de los municipios, ciudades y departamentos, de sus planes de desarrollo. Será ésta una gran oportunidad para llevar a la práctica programas y recursos concretos que permitan hacer realidad los compromisos globales de Colombia. Cada ciudad deberá tener metas y un programa específico de cambio climático. Para lograr reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mantener un incremento del clima de menos de 2°C,  se requiere que cada barrio, cada localidad, cada ciudad sea consciente y asuma su corresponsabilidad con decisión.

Esta amenaza global,  ha convocado a la humanidad entera a salvar el planeta pero también debe abordarse como una gran oportunidad para transformar nuestra sociedad,  con una forma de actuar más sostenible, en su cultura de consumo, en la forma como producimos y en la introducción de una dinámica económica que tenga un crecimiento verde con emprendimiento, innovación y tecnología. Allí radica parte fundamental de la transformación futura. Antes se hablaba, por ejemplo, de energías renovables, hoy ya hay proyectos en concreto, instalados en las viviendas, con emprendedores que la impulsan. Los jóvenes  no solo defienden el medio ambiente, sino que encuentran en esa defensa, un proyecto de vida que implica desarrollar innovaciones para solucionar los retos que enfrenta el planeta.  Ellos ya no hablan de reciclaje, crean empresas para aprovechar el plástico y producir parques, reductores de velocidad y mobiliario urbano.

Enfrentamos un extraordinario desafío, pero hay que ser optimistas. Movilizarse para salvar a esta civilización y al planeta implica entender que desde cada hogar, cada barrio, cada ciudad se puede contribuir, es cuestión de consciencia, pasión, disciplina y solidaridad.

*Concejal  de Bogotá

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