Crecimiento verde

Se aproxima el cierre de la Misión de crecimiento verde (Ver aquí), una iniciativa gubernamental para estudiar la situación y potencial real de un modelo económico basado en la circularidad, donde los residuos de un modo de producción se convierten en materia prima de otro de manera que la noción de basura desaparece. Varios sectores de la economía fueron estudiados con el ánimo de entender sus ineficiencias ecológicas, su flexibilidad y su capacidad de innovación en conectividad, de manera que tanto en temas de consumo de energía, emisiones de gases de efecto invernadero o efectos en la biodiversidad y el agua, se abra un espacio de oportunidad para que otros agentes sociales y económicos participen. En un modelo de economía verde crece el empleo y el emprendimiento a partir de interiorizar todas las externalidades negativas en el sistema: una propuesta biomimética de escalas ecosistémicas.

La industria textil y de la moda, la construcción, la cosmética y la medicina fueron algunos de los sectores analizados y donde existen grandes oportunidades de negocios verdes. El componente bio también fue analizado y en la última versión del informe liberada la semana pasada se listan las actividades más promisorias para la innovación a partir de la biodiversidad: evidencias del  largo camino que le queda a Colombia por recorrer pese a su riqueza natural.

En contravía, una empresa de bebidas energizantes colombiana escoge “innovar” añadiendo el sabor “exótico” del fruto del asaí importado de Brasil, siendo una fruta de palmas fácilmente colectada en Colombia: Asoprosegua, una organización que lucha por construir economías locales sostenibles en el Guaviare como alternativa a la deforestación, venía haciéndolo con gran esfuerzo hasta que esta semana vio impotente consumirse en llamas buena parte de la fuente de su emprendimiento. Así no se puede…