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El candidato oficial

El paso de De La Calle por la Constituyente demostró que tenía lo que pocos le concedían: madera política.

Semana
12 de agosto de 1991

LA SEMANA PASADA EN EL PAIS NO SE HAblaba sino de los dos eclipses: el solar y el político. En el primero se nos apareció la luna y nos tapó el sol, en plena luz del día. En el segundo, se nos apareció Humberto de la Calle, el actual Mingobierno, y nos tapó a Ernesto Samper y a todos los que han comenzado a hacer sus pinitos en el campo de las candidaturas presidenciales. Pero mientras la luna ha estado ahí toda la vida, la presencia del actual Ministro de Gobierno en la política ha sido, en cambio, bastante sorpresiva y aun resulta inexplicable que con sólo seis meses al frente del Ministerio de Gobierno, ya se le considere lo suficientemente perfilado como para provocar eclipses de sol frente a políticos que han hecho toda la cola del caso para llegar a donde están.
Quizás el mayor atractivo es precisamente que Humberto de la Calle es un hombre de la calle venido a político. Salvo el cargo de Registrador, más técnico que otra cosa, el actual Mingobierno venía de ejercer una vida profesional activa pero anónima.
Sin duda alguna, Humberto de la Calle es un hombre con estrella, Es ministro estrella,