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El candidato 'play'

Yo voy a votar por Juan Lozano porque las anteriores preguntas las tiene contestadas como yo, bogotana de pura cepa, quiero para la ciudad que sueño

Semana
13 de octubre de 2003

Que algunos encuestadores registren a Juan Lozano y a Lucho muy cercanos en el favoritismo de los bogotanos, se basa en tres premisas falsas que tienen algunos sectores 'luchistas' de la opinión.

La primera: que el apoyo de Enrique Peñalosa y de su equipo a Lozano tiene tanto de bueno como de malo.

Pura paja. ¿Cómo puede ser malo que a uno lo respalde un equipo organizado, experimentado, con trayectoria de responsabilidad y de resultados?

La segunda: que elegir a Lucho es la suprema expresión de la democracia, y que nos acerca a un proceso de paz con la insurrección.

Pura paja. Parte de la oligarquía bogotana piensa que elegir a Lucho es una muestra "para esos guaches de la guerrilla" de que aquí se puede llegar al poder por las buenas. La verdad es que aquí se van a solucionar las cosas cuando el sistema funcione, y parte fundamental de eso es que las ciudades progresen, entre otras cosas con base en una estricta responsabilidad fiscal y gerencial.

La continuidad Peñalosa-Mockus-Lozano está más cerca de esa meta que el pretendido desahogo del sistema de "echarse una canita al aire" votando por Lucho. Eso puede ser play, pero no le ayuda a Bogotá.

Tercera falacia: que como el país está derechizado con Uribe, es bueno que en Bogotá haya una "expresión social".

Pura paja. El gobierno más social que ha tenido Bogotá fue el de Peñalosa, porque su balance social es realmente revolucionario.

Entre sus logros me pregunto qué haría Lucho al respecto, porque en sus respuestas ha habido negativas en unos puntos y ambigüedades en otros.

¿Respetará los colegios públicos entregados en concesión a los privados, que permiten que un niño del sur tenga exactamente la misma calidad educativa que, por ejemplo, los niños del Nueva Granada? En un debate de Citytv dijo que no. En un debate en la Cámara de Comercio dijo que sólo dejaría los que ya hay. Actualmente hay 23 colegios concesionados y Peñalosa dejó diseñados 50. La meta son 90. ¿Será que Lucho está defendiendo algunos intereses muy poderosos, como los de Fecode, que en esta modalidad de colegios concesionados no tiene ninguna influencia sobre la calidad de la educación que se imparte?

¿Apoyará la descapitalización de empresas como la de Energía, procedimiento de donde se surtió el gobierno Peñalosa para invertir en todas sus grandes obras?

¿Le quitará el Transmilenio a la concesión que actualmente lo administra tan exitosamente para entregárselo al Distrito? En algunos foros ha manifestado su preocupación porque la empresa se está convirtiendo en un monopolio de enriquecimiento del sector privado. El Transmilenio se diseñó para que sustituyera totalmente el transporte tradicional. Si Lucho lo que está aquí otra vez es defendiendo poderosos intereses, como los de los transportadores, pondrá en riesgo la eficiencia, la reducción de costos y el mejoramiento de la calidad que ha logrado Transmilenio en el servicio de transporte.

¿Congelará las tarifas, o permitirá que los estratos 3, 4, 5 y 6 subvencionen a los sectores más pobres de Bogotá y permitan la cobertura total de servicios públicos en esos sectores? El no sólo ha dicho que las congelará, sino que incluso las reducirá. Pero hay 700.000 pobres en Bogotá sin ninguna posibilidad, aun, de alcantarillado. ¿Qué respuesta tiene Lucho para ellos?

¿Abandonará el tema de las ciclorrutas, por donde se hacen el 5 por ciento de los viajes de los bogotanos, lo que representaba la meta de la mitad de la primera línea de metro que se pensaba construir en la capital? El 87 por ciento de los bogotanos no tienen carro. Se transportan a pie, en transporte público o en bicicleta. Las ciclorrutas son realmente una alternativa de transporte para los bogotanos más desposeídos. Pero Lucho piensa que son una herramienta de campaña para Peñalosa.

Yo voy a votar por Juan Lozano porque las anteriores preguntas las tiene contestadas como yo, bogotana de pura cepa, quiero para la ciudad que sueño.

Y unas pregunticas adicionales para Lucho:

¿Seguirá proponiendo cosas según el auditorio que tenga enfrente?

¿Por qué es tan antirreferendo, si cuando fue candidato propuso por lo menos cuatro de los puntos que contiene? (eliminación de suplencias, pérdida de investidura, reducción del Congreso, castigo a auxilios). ¿Será que ahora no está de acuerdo con ellos?

¿Romperá el modelo de ciudad? Primero dijo que no. Ultimamente ha dicho que sí, porque hay que modificar el actual modelo de ciudad. ¿Al fin qué?

De Lucho recuerdo una experiencia que me lleva a pensar cómo reaccionaría ante cualquiera de las crisis que ocurren en la ciudad.

Cuando estábamos encerrados en un convento alemán en la ciudad de Maguncia, negociando la paz con el ELN, departía yo amistosamente con Lucho cuando hicieron su aparición los tenebrosos esposos Mauss, con la intención de reclamarme a gritos mi afirmación de que el ELN se fortaleció militarmente por cuenta de los sobornos de la compañía alemana Manessman, que los Mauss negociaban. Yo sentí mucho miedo por la agresión de los Mauss, y no tuve alientos sino para quedarme paralizada recibiendo la paliza.

Lucho desapareció corriendo del recinto.

Dicen que el carácter de una persona dice mucho de cómo sería su forma de gobierno.



ENTRETANTO.¿Cuando uno esté al frente de la urna para votar el referendo, ¿será útil pensar en el presidente Uribe?