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EL CORTO DE LA CORTE

La sorpresiva decisión de la corte dejó al país dividido en ganadores y perdedores.

Semana
12 de noviembre de 1990

El sorpresivo fallo de la corte sobre la constitucionalidad de la Asamblea dejó al país regado de perdedores y ganadores.
El primer gran perdedor es el Congreso. No sólo quedó absolutamente por fuera de un proceso de reforma constitucional que antes de la decisión de la Corte se habría efectuado en sus predios, sino que caído el temario de la Asamblea, lo más probable es que los constituyentes se le de vuelvan al Congreso cual tiburones. Y a punta de mordiscos lo despojen de privilegios intocables como los auxilios parlamentarios, que en las en cuestas de opinión figuran en el plato del día de las apetencias del colombiano raso.
Otro gran perdedor es el partido liberal. Lo cogieron fuera de base frente a este semáforo en verde que recibió la Constituyente. Salvo excepciones notables como la de Jaime Castro, que domina el tema de tiempo atrás y lo maneja lo suficientemente bien como para no asustarse con la soberanía que se le entregará a los constituyentes, no se divisan grandes fuerzas liberales lo suficientemente neutrales frente al Congreso como para tener posición independiente en relación con la Asamblea. Es irónico.Pero como partido ganador que es, el liberalismo tiene a la mayor parte de sus líderes "colocados" en el Congreso. Y esta identificación puede ser fatal en la campaña que se avecina.
El partido social conservador también es perdedor. Su influencia en la Asamblea estaba garantizada, sin necesidad de hacer campaña ni conseguir votos, cuando los temas dependían de un acuerdo político en el que los partidos tuvieron puesto por derecho propio. Pero ahora que se cayó el temario, la única manera de mandar ahí adentro es consiguiendo votos. Una vez más, los social conservadores tendrán que dejarse contar. Y nada indica que les vaya a ir mejor que en las elecciones presidenciales. ¿Será por eso que el ex presidente Betancour le dijo que no al ofrecimiento de encabezar una lista única para la Constituyente?
Sobre la Corte, podríamos decir que perdió, pero también ganó, con su propio fallo.. Perdió, porque por una renuncia voluntaria, quedó sin papel en esta reforma constitucional.
Ya no ejercerá control sobre el temario, que dejó sin vigencia, ni sobre los procedimientos, frente a los cuales declaró autónomos a los constituyentes.
Y quién sabe si también se quedó sin papel frente al control de los decretos de estado de sitio que emita el gobierno. Está demostrado que con una presión por aquí, y con un apretón por allá, lo constitucional puede quedar regido por la ley de la relatividad...
Pero básicamente, la Corte pierde por las mismas razones que pierde el Congreso. Porque privilegios suyos como la cooptación, que de otra manera habría conservado, pasan a ser presa libre de la Asamblea soberana.
Sin embargo, la Corte también gana, por el prestigio que recuperó para ella el democrático empaque de su fallo, cuyo mensaje fue inequívoco: el pueblo es soberano. Con su decisión, la Corte enmendó la tendencia de que la Asamblea funcionara como una Constituyente "con libreto", en la que los signatarios del acuerdo político, que habían escogido lo que se podía y no se podía reformar, iban a ser en últimas los verdaderos constituyentes. Al pueblo se le habría presentado una especie de "test" constitucional, para que respondiera simplemente si sí o si no. Y pare de contar.
Entre los ganadores está en primer término el gobierno. Por cuenta de 14 votos frente a 12 Gaviria pasará a la historia como uno de los grandes reformadores del siglo XX, además de que el propio gobierno, con su proyecto de reforma, podrá hacerse presente y echarse su aventón en la Asamblea.
Gana también el M19, como refugio de las personas que quieren el cambio del sistema. Pero el éxito de la participación que el M19 logre poner en la Asamblea está indefectiblemente ligado a que sea el propio Navarro Wolf el que encabece una lista única.
En eso no debe tener duda un movimiento que se alzó en armas con el pretexto del cambio. La alternativa de Navarro es escoger entre seguir cuidando que no se roben las aspirinas de las repisas del Seguro Social en Barranquilla... o hacer el revolcón constitucional del país.
Gana el Movimiento de Salvación Nacional, que tiene lista única con liderazgo de suficiente reconocimiento nacional, apoyado por una campaña que le madrugó al país. Pero además, Alvaro Gómez se adueñó de las banderas del cambio dentro del establecimiento (a diferencia del cambio del M 19, que es por fuera), que es lo que precisamente invita a hacer la Asamblea Constituyente.
Y finalmente ganan la guerrilla y el narcotráfico, por lo menos por ahora.Sus intereses particulares habían quedado excluidos del temario convenido, pero ahora que éste cayó, y que la agenda de la Asamblea quedó abierta, nada impide que asuntos como amnistías, indultos y una prohibición constitucional absoluta de la extradición puedan llegar a la Constitu yente... y pegarse su bailadita.

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