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El Country-drama

¿Qué opinarán los bogotanos cuando les entreguen a los ricos, en el mejor de los casos,150.000 millones de pesos?

Semana
13 de marzo de 2000

Escena No. 1: un confidencial de SEMANA informa que “el alcalde Enrique Peñalosa ha resuelto expropiar la cancha de polo del Country Club de Bogotá”.

D’Artagnan de El Tiempo y Alfredo Molano de El Espectador, dicen que si el Alcalde se atreve, lo promocionarían como candidato presidencial.

Título de la escena: Al Alcalde se le prende el bombillo.

Escena No. 2: el Alcalde anuncia en SEMANA: “Quiero todo El Country”.

Título de la escena: El Alcalde se arrebata.

Escena No. 3: distinguidos columnistas apoyan la movida de Peñalosa. En El Espectador, Felipe Zuleta propone construir un campo de golf en el Caguán. María Mercedes Cuéllar defiende el interés público sobre el privado. Antonio Morales, en boca de Godofredo Cínico Caspa, ‘critica’ al Alcalde porque le va a entregar el predio a “los menesterosos”. María Jimena Duzán, en boca de la inolvidable María Leona, asegura que Peñalosa “no parecería que hubiera estudiado en el mismo colegio de Andrés Pastrana”. Y según Pacho Santos, “que los Urrutia convivan con los Piraquive en el mismo escenario antes restringido a unos pocos es algo que vale la pena intentar...”.

Título de la escena: Al Alcalde se le apareció la Virgen.

Escena No. 4: SEMANA le da carátula a Peñalosa, asegurando que si se queda con el club, “también podría quedarse con una candidatura presidencial”. El Tiempo dice que esa posibilidad es “por lo menos precipitada, por no decir ingenua”. El Espectador sostiene que “el bienestar de la ciudad y de todos sus habitantes animará las conversaciones entre las partes...”. Por fin pasan a segundo plano las controversias más agudas de la administración Peñalosa: el cobro del alumbrado público, los peajes urbanos, las tarifas de la empresa de energía y la hecatombe de la contratación con el ICA. En su lugar surge una controversia con tintes de lucha de clases en la capital.

Nombre de la escena: ‘Mutis por el club’.

Escena No. 5: el secretario de Gobierno, Héctor Riveros, precandidato al guiño de Peñalosa, asegura que “este negocio está planteado para que al Distrito le cueste 0”. En el mundo real, el precio de la transacción empieza a barajarse entre los 150.000 millones de pesos que ‘casa’ el alcalde Peñalosa multiplicando el valor de la acción del club por el número de socios; los 17.000 millones de pesos que arroja el autoavalúo, y los 500.000 millones de pesos que los socios sostienen que vale el club.

Nombre de la escena: La Bogotá millonaria.

Escena No. 6: los concejales de Bogotá apoyan a Peñalosa, pero algunos se atreven a denunciar populismo de última hora: si el Alcalde la tenía tan pensada como dice, ¿por qué no aparece en su plan de gobierno que inscribió ante la Registraduría? ¿Ni en el Plan de Desarrollo? ¿Ni en el presupuesto para el año 2000? ¿Ni en el Plan de Ordenamiento Territorial?

Nombre de la escena: Del cubilete.

Escena No. 7: el secretario de Gobierno dice que “hacer público el tema era algo mal visto mientras el clima de opinión fuera desfavorable para la gestión del Alcalde: nacía muerto”.

Título de la escena: Todo por la popularidad.

Escena No. 8: (En ensayo). Hacer un parque en ese sector y mejorar la infraestructura vial es una propuesta indiscutible. De hecho, sería la tercera vez que el Country se mueve de sede, y no hay duda de que a la actual se la comió la ciudad. Pero, ¿y la parte seria? ¿Cómo se va a adquirir? ¿Por medio de una valorización, o de una plusvalía, o de una expropiación? ¿Con o sin indemnización? ¿Qué opinarán los bogotanos cuando les entreguen a los ricos —en el peor de los casos— los 150.000 millones que ya anunció el Alcalde? ¿Se va a optar por cambiar las normas urbanísticas para que la operación termine siendo una inmobiliaria, más que una ecológica o ambiental? ¿El parque va a tener ruedas de Chicago, o va a ser de recreación pasiva, con lagos y sitios de lectura? ¿La ampliación de la carrera 15 se va a construir a través de un puente, subterránea, o atravesando el terreno? ¿Cuánto vale realmente el Country, y cuánto vale el proyecto que se adecuaría en sus predios? ¿Qué vendería el Distrito? ¿Qué mantendría? ¿Qué cambiaría ¿Cuánto cuesta el mantenimiento del futuro parque? ¿Está el Distrito, con cinco hospitales cercanos al cierre, en condiciones de mantener un parque al que los actuales socios del club le invierten 300 millones de pesos al mes?

Nombre de la escena: En averiguación.



Entretanto... ¿Será que la fea le gana a la bonita?