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El éxito del Paro Nacional y la estrategia neopopulista

El gobierno nacional en medio de su desespero ante los malos resultados de su gestión ha salido públicamente a negar o reconsiderar muchas de las reformas que motivaron la movilización. Esperemos que cumplan. En todo caso, ha sido un éxito inicialmente la movilización. Dependerá de lo activa que se mantenga la calle de que el gobierno nacional efectivamente mantenga su palabra.

Ariel Ávila, Ariel Ávila
20 de noviembre de 2019

Sin siquiera con comenzar las manifestaciones del Paro Nacional de hoy 21 de noviembre, el éxito de la movilización social ha sido increíble. Se llega a esta conclusión debido al reversazo que ha dado el gobierno nacional. Han dicho y negado la existencia de una reforma pensional que aumente la cotización o las edades de jubilación, aunque este proyecto si existía y se discutía en mesas de trabajo internas, la ministra del Trabaja a salido a negarlo y se descarta que el proyecto se presente sin unos niveles de concertación. Igualmente, la propuesta de ANIF de un salario mínimo diferencial para los jóvenes, es decir, que se les pague menos de un salario mínimo, ha quedado, por el momento descartada. Además, la propuesta de desregularización laboral deberá ser concertada, así lo ha dicho el gobierno. Ahora se espera que el proyecto de ley presentado por el partido de gobierno sea retirado en los próximos días.

En fin, el gobierno nacional en medio de su desespero ante los malos resultados de su gestión ha salido públicamente a negar o reconsiderar muchas de las reformas que motivaron la movilización. Esperemos que cumplan. En todo caso, ha sido un éxito inicialmente la movilización.  Dependerá de lo activa que se mantenga la calle de que el gobierno nacional efectivamente mantenga su palabra.

Ahora bien, mientras el gobierno demuestra su debilidad ante la opinión pública, la estrategia del partido de gobierno, el Centro Democrático, ha sido la típica de los neopopulistas: Este tipo de gobierno se basan en tres cosas. 1. dividir la sociedad en dos: como Pueblo y oligarquía; colombianos de bien y terroristas o supremacía blanca y migrantes. Para este caso, la estrategia del senador Uribe ha sido la darle el calificativo de vándalos a aquellos que salen a marchar pacíficamente y los antepone a aquellos que no marchan. 2. La segunda estrategia de los neopopulistas es crear enemigos, fantasmas que asusten la gente y engrandezcan las salidas autoritarias y violentas de los regímenes. Ahora como ya no hay FARC y los modelos de izquierda se caen en América latina se han inventado un enemigo gaseoso llamado Foro de Sao Paulo. 3. A estos regímenes les encanta sacar los militares a las calles para intimidar, no importa la disculpa, el hecho es sacarlos.

El gobierno de Iván Duque lleva más de un año creando fantasmas, pero no lo ha logrado, ha sido tanta la decadencia que durante algunos meses su gran fantasma fue Santrich: un anciano invidente. Pero lo intento con el ELN, sin embargo, no le ha dado ningún golpe militar. Luego, con Venezuela y el cerco diplomático, pero, hasta el embajador de Colombia en los Estados Unidos, Francisco Santos, ha dicho que le toca inventarse cosas para mantener la atención del gobierno gringo en Venezuela.  Del cerco diplomático queda poco. Ahora se inventaron la imagen de un Foro en donde pareciera que hay un bus que recorre la región llevando instigadores a Chile, Bolivia, Ecuador y ahora Colombia. El problema para el gobierno es que poca gente entiende qué es el Foro de Sao Paulo y si lo entienden les parece ridículamente menos peligroso de lo que eran las FARC.

Pero lo más increíble, además del éxito del paro y la estrategia del gobierno, es que no hubo en la oposición política quien liderara el Paro. Es muy triste el papel del partido Verde o la Colombia Humana, sin estrategia, sin visión. Son los estudiantes, algunos sindicatos como Fecode y en general los jóvenes, los que se han echado esta movilización al hombro. Y aquí, viene la conclusión más importante. Pareciera que la estrategia del fantasma que ha intentado crear el uribismo no les va a salir, y también, parece, que la oposición no va a lograr capitalizar el descontento social.

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