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EL FIN DEL FISCAL?

Semana
25 de noviembre de 1996

Me entristeció profundamente la entrevista de Cambio16 al director de El Tiempo, Hernando Santos. Nadie, con tanta responsabilidad, tiene el derecho de opinar tan irresponsablemente, y a salirse con la suya. Siempre jugando a que es un poquito loco, y un poquito cuerdo, don Hernando va soltando sus opiniones a sabiendas de que es-candalizarán a más de uno. Pero en esta oportunidad se le fue la mano. Porque más que escándalo, sus opiniones en Cambio16 produjeron una gran desilusión.Al tiempo que describe a Samper como un hombre "digno y honestísimo", confiesa que los hechos oscuros que rodearon su campaña presidencial "constituyen lo más grave que le haya pasado al país en mucho tiempo". Y asegura que es muy difícil que Samper no se hubiera dado cuenta de que pasaba algo raro. "Tal vez él no lo entendió a cabalidad", dice. Y explica que por eso le pidió al Presidente la renuncia en un editorial. (Un pedido de renuncia que, dicho sea de paso, le hizo más bien que mal a Samper. Desde ese memorable editorial, no ha pasado un solo día en el que el director de El Tiempo no le haya pedido perdón.)Pero, concretamente, es su opinión sobre el fiscal Valdivieso la que más impresión me produjo. Que el director de El Tiempo desprecie de esa manera al hombre a quien le ha tocado manejar la investigación de lo que él mismo considera "lo más grave que le ha pasado al país en mucho tiempo" produce postración patriótica. Lo descalifica con el argumento de que Valdivieso "tiene principios pero en él predomina la ambición". Y finalmente remata diciendo que la carrera de Valdivieso es equivalente a su estatura.Por fortuna, creo que el fiscal Valdivieso sabe que buena parte de su función consiste en producir admiración y gratitud en la mitad del país, y en ser estigmatizado, despreciado u odiado por la otra mitad, que lo culpa a él, y no a la actitud de Samper frente a los dineros del narcotráfico, de haber producido la crisis actual. Habría sido mejor que el director de El Tiempo se encontrara entre la primera mitad, y no entre la segunda. Pero ya que es don Hernando el que toca el tema del futuro político del Fiscal, aprovechemos la oportunidad para analizar si no ha llegado la hora de que Valdivieso renuncie a la Fiscalía y comience a pensar en convertirse en alternativa política de esa mitad del país (a la que no pertenece don Hernando).Si hubiera que pensar en resultados, Valdivieso podría irse tranquilo. Gracias a su gestión frente a la Fiscalía, en Colombia se destapó el maldito contubernio de la política con el narcotráfico, que trágicamente cobró en el presidente Samper al más notable de sus protagonistas. Otros cabecillas están siendo actualmente procesados. Se está pensando en endurecer la legislación respectiva. Se habla insistentemente de limpiar la política. Y hay quienes creemos que si hubiera sido otro, distinto a Valdivieso, el que hubiera conducido el proceso de este destape, quizá no habría tenido el valor o la voluntad política de enfrentar al país con esta realidad.Pero el proceso 8.000 está agotándose. Lo que viene adelante en su dinámica es el declive. Muy probablemente ya no habrá más revelaciones espectaculares, ni más detenciones significativas, ni mayores virajes judiciales, que, crudamente dicho, mantienen vivo el interés de la opinión. Ya comienza a oírse dentro de quienes considero pertenecientes a esa primera mitad de colombianos, la opinión de que "Valdivieso no pudo", porque no metió preso al presidente Samper, como si en eso consistiera el reto del Fiscal.Y mientras Valdivieso continúa al frente de su cargo, aguantando los embates de colombianos como don Hernando Santos, que consideran que en el Fiscal "predomina la ambición sobre los principios", el ministro Serpa se va perfilando, quién sabe con cuántos principios y con cuánta ambición, como uno de los más firmes precandidatos presidenciales, desde los cuarteles del Ministerio del Interior.Pienso que la permanencia del Fiscal en su cargo le hace más bien que mal al gobierno. Valdivieso es una especie de 'coartada' de Samper, en el sentido de que ante el mundo entero, para no hablar de los propios colombianos, las cosas avanzan al ritmo del Fiscal. Si Samper no se ha caído, piensa la mayoría, es porque el Fiscal no ha querido, o podido, que así sea. Y piensa que lo que está pasando es lo correcto. Esa misma sensación a cargo de un fiscal 'de bolsillo' del gobierno, sería menos propicia para la estabilidad de Samper.Pero, y al fiscal Valdivieso, y de paso al país,¿qué es lo que le conviene? Hoy por hoy es el único colombiano con la chequera política suficiente para enfrentarse a Serpa. Pero eso es como Fiscal. Porque como precandidato corre el riesgo de que la opinión le retire sus afectos, de llegar ésta a suponer que su paso por la Fiscalía tenía, como lo piensa don Hernando, fines políticos.Con todo y este riesgo, el Fiscal estaría cambiando un campo de batalla por otro. Casi que da lo mismo, si en ambos va a tener de enemigo a Hernando Santos, lo que equivale a que no por el hecho de abstenerse de meterse en política, evitará que lo critiquen por la posibilidad de hacerlo.Como Fiscal no puede demostrar que su carrera es superior a su estatura. ¿Por qué, entonces, no correr el riesgo de demostrarlo como candidato?

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