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John Milton Rodríguez Columna Semana

El Gobierno del caos total

El Congreso, las instituciones, los gremios y la ciudadanía en general debemos exigir con firmeza, sin promover la violencia, un cambio de rumbo y un freno en el actuar irresponsable del maltrecho Gobierno de Gustavo Petro.

Por: John Milton Rodríguez

Las chuzadas e interrogatorios ilegales a Marelbys Meza, quien trabajaba como niñera para Laura Sarabia, hoy exjefe de gabinete del presidente Gustavo Petro, y por quien se destapó el escándalo que involucra al exembajador Armando Benedetti, solo es la punta del iceberg de un caos gubernamental sin precedentes en la historia de Colombia.

Un caos que surge de la incoherencia del mismo Gobierno, que, paradójicamente, se ha convertido en su propio y más grande opositor.

La crisis de la salida en menos de nueve meses de ocho de sus ministros permite identificar un Gobierno sin rumbo, un cambio pero al precipicio, donde somos todos los colombianos y no solo los 4.000 ricos los afectados.

Una reforma a la salud que expone al país a una pérdida de garantías para la ciudadanía en términos de aseguramiento y una mayor exposición a la corrupción, al entregarle los recursos a la clase política .

La reforma laboral que destruiría más de 700.000 empleos y se olvida de los desempleados, nuevos emprendedores y pone en alto riesgo la sostenibilidad de las empresas de todos los tamaños.

La reforma pensional que permite al estado adueñarse del ahorro de los trabajadores.

Una ley de sometimiento que pretende favorecer con beneficios a criminales y que sin duda le pondrá un precio más alto al pretendido y paternalista acuerdo con el ELN, en medio de un absurdo incremento de la inseguridad en todo el territorio nacional, con el agravante de la creciente inconformidad y  desmoralización de nuestra fuerza pública.

Como si fuera poco, la permanente medida de pulso y desprecio hacia el poder judicial, llámese Fiscalía o Altas Cortes, así como también hacia el Congreso de la República, ha generado fuertes reacciones por algunos miembros de la misma bancada de Gobierno.

La agenda de promoción ideológica del progresismo recalcitrante a nivel de relaciones exteriores ha sido muy contraproducente, con un canciller defensor del extinto terrorista Jesús Santrich y un embajador ante la OEA que señala de manera irresponsable y mentirosa al sector interreligioso como promotor de discursos de odio.

Muy poco o prácticamente nula gestión, y muy pobres resultados del gobierno y su Cancillería junto con el Ministerio de Comercio para dar apertura de nuevos mercados que permitan al país crecer en su capacidad exportadora, o modelos de negocios, e importación de tecnologías que mejoren y modernicen la cadena productiva para promover la generación de empleo y el crecimiento del producto interno bruto .

Ante estos tozudos hechos, lejos de una actitud humilde y reflexiva por parte del presidente, ha decidido tuitear de manera descontrolada en contra de los medios de comunicación que cuestionan o exponen las vergüenzas de su estéril y frustrante gestión al frente del Estado colombiano.

Ante esto el Congreso, las instituciones, los gremios y la ciudadanía en general debemos exigir con firmeza, sin promover la violencia, un cambio de rumbo y un freno en el actuar irresponsable del maltrecho Gobierno de Gustavo Petro. Dios proteja a Colombia.

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