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¿El nuevo Congreso dará la talla? (Por Luis Eduardo Celis Méndez)

Semana
25 de julio de 2006

Recién instalado el Congreso de la República, resulta altamente pertinente preguntarse por sus retos, tensiones y los aportes que debería hacer en la dirección de fortalecer el estado social y de derecho consagrado en la constitución de 1991, que recién cumplió quince años de promulgación y en donde a la hora de los balances los resultados son agridulces.

El Congreso es la institución por excelencia de la democracia representativa, allí tiene asiento la pluralidad política y social de la nación y son vitales sus responsabilidades en el orden de encauzar un ordenamiento jurídico para el desempeño de una acción estatal de gobierno y de promoción de la participación ciudadana, lo que haga o deje de hacer el Congreso influye en la vida de las y los Colombianos de manera determinante, allí se puede ampliar la democracia o restringirla, legislar en beneficio del conjunto o de grupos de poder, tomar determinaciones que afectan el bolsillo y la vida diaria de 44 millones de personas.

Este nuevo Congreso de la República, elegido para el periodo 2006-2010 inaugura una nueva etapa, es producto de un reordenamiento parcial pero importante en la vida política Colombiana, con un nuevo diseño y reglas de la competencia política y electoral: menos partidos y mas exigentes las condiciones para llegar al parlamento con las disposiciones de umbral y cifra repartidora, búsqueda de mayor coherencia programática con las listas únicas por agrupación partidista, régimen de bancadas para dar coherencia a la actuación de los legisladores.


Un Congreso en su gran mayoría identificado con el Presidente Uribe, donde la coalición de: Partido de la U, Cambio Radical, Partido Conservador, Alas Equipo Colombia, Colombia Democrática, suman 61 senadores de 102 y en el senado 91 Representantes de 168 incluyendo a los dos Peñalosistas, lo cual le otorga unas mayorías claras. Lógicamente por lo visto en los últimos días en relación con la definición de presidencia de Senado y Cámara, esta por verse si esta coalición de intereses burocráticos y posicionamientos personales de cara a las presidenciales del 2010, logra actuar con coherencia de identidades y propuestas o si muy por el contrario, muy a pesar de sus identidades con el Presidente Uribe, despliegan iniciativas particulares y buscan alianzas en las otras bancadas para posicionar sus agendas ante el presidente Uribe y acumular opinión ciudadana en los temas que consideren que no deben ser tratado en cierta dirección, como ya quedo evidenciado con el pronunciamiento de Germán Vargas Lleras, líder indiscutible de Cambio Radical, ante la propuesta de reforma tributaria presentada por el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla y que tuvo como replica este “grito de autonomía” del líder de “Cambio Radical”, un ejemplo para evidenciar que no todo es mieles y unidad en una coalición de Gobierno, bastante dispar, por carecer de unidades programáticas y referentes organizativos de largo aliento.

Este Congreso será un hervidero de tensiones, emulaciones y disputas por posicionarse hacia el 2010, los escenarios que surgen son múltiples; podrá el Uribismo consolidarse como un referente organizativo, con identidades programáticas y cohesión organizativa o muy por el contrario se realinearán nuevamente en el bipartidismo Liberal-Conservador, es muy difícil dar desde ahora una respuesta a este interrogante, pero se ve muy difícil una consolidación de ese espectro tan desigual que hoy se identifica con el Presidente más popular del los últimos tiempos, quien ha logrado respaldo ciudadanos impresionantes, evidenciado en dos triunfos presidenciales en primera vuelta, pero que no se vislumbra que luego de Uribe, quede consolidado un referente partidista.

El Partido Liberal, mantendrá su reto de reconfigurarse como una fuerza que se opone a un presidente del que ha manifestado criticas duras o se acerca cada vez más a un pacto de concertación y entendimiento progresivo con las fuerzas Uribistas, en perspectiva de una recomposición hacia el 2010, con parte del uribismo integrado nuevamente al Partido Liberal, lo cual evidenciara su extirpe de continuismo y poca capacidad real de avanzar hacía unas rupturas en el quehacer político que manifiesta en sus programas pero que es incapaz de asumir en la practica política y por el cual fue relegado al tercer lugar en la reciente disputa presidencial, es un partido histórico que se debate entre las continuidades de elite o la democratización de la vida social, política y económica.

El Polo Democrático Alternativo, es la fuerza política que mayores retos y expectativas ha generado en los tres últimos años, primero al ganar la Alcaldía de Bogotá, con un liderazgo renovado y serio como el de Luís Eduardo Garzón y este año al lograr un histórico segundo lugar con Carlos Gaviria en las elecciones presidenciales, tiene el reto de hacer una oposición con fundamento y rigor desde una bancada modesta en número, 18 parlamentarios; 10 senadores y ocho representantes, pero con gente de mucha experiencia y “garra” política, que debe demostrar que la izquierda ha llegado para instalarse en el escenario político Colombiano, como una fuerza con capacidad propositiva y ganas de obtener mayor respaldo ciudadano para el devenir político Colombiano de aquí en adelante, por su pertinencia programática y la capacidad de acometer los grandes temas nacionales con rigor técnico, capacidad de sumar e integrar intereses mayoritarios y de representar de manera adecuada aspiraciones de democracia y equidad, que están en la base de la sociedad.

Este Congreso, definirá no solamente el desempeño del Presidente Uribe con sus propuestas de gobierno, en temas del mayor calado; aprobación o no del TLC, reforma tributaria, reforma a la Ley 100 de Seguridad Social o 80 de contratación pública, o la aprobación del nuevo Plan de Desarrollo o los temas de arquitectura institucional con competencias y atribuciones en el sistema de justicia, para mencionar algunos que serán sometidos a debate en esta legislatura que recién inicia, sino que el desempeño del Congreso y de las fuerzas que lo integran determinara si avanzamos en un sentido de fortalecer el estado social y de derecho consagrado en la Constitución del 91 o si muy por el contrario a su recorte, como ya se evidencia con la distorsión del desempeño de los organismos de control como Procuraduría y Contraloría si quedan en manos del “Uribismo” y no de la oposición como sería lo adecuado en democracia y de instancias de defensa y promoción de los derechos ciudadanos, como la Defensoria del Pueblo.

Este es un nuevo Congreso, con nueva reglas y muchos retos, dará la talla?, esta por verse.

Luis Eduardo Celis Méndez
Corporación Nuevo Arco Iris