Home

Opinión

Artículo

El vaso medio lleno (¿o medio vacío?)

Este ramillete del crimen colombiano, enfrentado a una justicia fuerte y efectiva, se expone a PAGAR en Estados Unidos una condena más fuerte por un delito menos grave.

Semana
17 de mayo de 2008

Esas son dos maneras distintas de ver las consecuencias de la masiva extradición de paras a Estados Unidos. La duda es: ¿antes de esta medida del gobierno, en el proceso de justicia y paz teníamos un vaso vacío que ahora ha quedado medio lleno, o un vaso lleno que ahora quedó medio vacío?

Comencemos por la más optimista, que es la teoría del vaso medio lleno. De tener a los paras burlándose de las debilidades de la justicia colombiana, mamándoles gallo a las víctimas, eludiendo contar la verdad, escondiendo los bienes, hoy tenemos a este ramillete del crimen colombiano sometido a una justicia fuerte, efectiva, que lo mínimo que garantiza es que allá van a pagar más años de cárcel por narcotráfico de lo que iban a pagar aquí por un delito mucho más grave, como son las masacres. Esto llena un poquito el vaso vacío.

Allá, en Estados Unidos, no van a tener celulares, ni Internet, ni computadores, ni visitas conyugales ni de cómplices activos en el delito. Sólo tienen derecho a una llamada telefónica al mes y supervisada. Eso llena otro poquito el vaso.

Mientras ante la justicia colombiana venían entregando para reparar a sus víctimas ropa vieja, motores de lancha oxidados, cascarones de helicópteros, unas pocas vacas y unos peladeros, para obtener frente a la justicia de Estados Unidos una rebaja de sus penas por el delito de narcotráfico, tendrán que entregar considerables sumas y bienes equivalentes a millones de dólares que jamás habríamos soñado con obtener antes de su extradición. Eso llena otro poquito el vaso.

"Nos traicionaron, h ps", gritó 'Jorge 40' cuando se lo llevaron. Eso indica un ánimo vindicatorio que los podría contagiar a todos, de manera que terminen contando cosas que lleguen a incriminar a una parte de la clase dirigente política y empresarial, cuya verdad venían contando a cuentagotas. Ya Mancuso expidió un comunicado garantizando que seguirá colaborando con la justicia colombiana. Y ante el miedo de que los extraditen, los que se quedaron acá seguramente acelerarán sus confesiones. Para la muestra, ya Rocío y Eleonora aseguraron que "ahora sí" dirán todo lo que saben. Eso ya deja el vaso medio lleno.

Ahora vamos a ver el lado pesimista: el del vaso medio vacío. El texto de la resolución que autorizó la entrega a Estados Unidos de 13 paramilitares es apenas un canasto de buenos propósitos que de ninguna manera garantiza que el proceso de la Ley de Justicia y Paz vaya a llegar algún día a feliz término. Eso desocupa un poco el vaso.

En dicho texto se habla apenas de que el gobierno de Estados Unidos "ofrece" prestar la ayuda para que las autoridades judiciales de Colombia continúen con las diligencias de versiones libres de los paras. Pero el vaso medio vacío se debe a que nada obliga a que los paramilitares se incriminen por delitos distintos al del narcotráfico.

También dice el texto que las autoridades norteamericanas "deberán procurar" que los bienes que entreguen los paras para negociar la rebaja de su pena sean destinados a la reparación de víctimas en Colombia. Es una buena intención, no una obligación, que deja el vaso un poquito más vacío.

Dice más adelante el texto que "nada impedirá que el paramilitar entregado continúe ante los funcionarios colombianos confesando sus crímenes". Lo único que podría impedir que eso suceda es que el paramilitar ya no esté interesado en ampliar sus declaraciones sobre sus masacres, porque el problema en Estados Unidos sólo es el narcotráfico. El vaso se desocupa un poquito más.

Sigue el texto mencionado: "Se insta a las autoridades judiciales colombianas… a que realicen las gestiones necesarias para asegurar que los bienes que entregue el extraditado sean destinados a sus víctimas". Eso ya no depende de las autoridades colombianas, sino de las norteamericanas. Y el vaso continúa desocupándose.

Pero lo que definitivamente lo deja medio vacío es la posibilidad de que se tranque el proceso de la para-política porque los testigos ya no están en Colombia, ya no tienen motivación para seguir declarando y los protege la Constitución de Estados Unidos contra la posibilidad de presionarlos para que se auto incriminen.

¿Cómo prefieren ver el vaso: medio lleno, o medio vacío?

ENTRETANTO…Ante mi temor de que en Estados Unidos piensen que todos los colombianos somos tan feos como 'Don Berna', con muy buen juicio una amiga me dijo: ¡tranquila, que también les mandamos a Mancuso!