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Lecciones argentinas para Colombia

Este proceso electoral argentino es interesante no solo en sí mismo y lo que representa para la nación, sino por sus lecciones para la región y para Colombia.

Mauricio Carradini, Mauricio Carradini
23 de agosto de 2019

Las primarias argentinas (PASO) tienen por objeto definir los partidos habilitados para las generales, y que estos definan las listas que los representarán en ellas. En esta ocasión –efectuadas  hace dos semanas–, tenían mayor relevancia porque los dos partidos principales ya tenían definidos sus candidatos. Básicamente era la encuesta de intención de voto con mayor exactitud posible.

Los resultados fueron desastrosos para el gobierno de Mauricio Macri, quien aspira a la reelección. Se estimaba que perder por 6-7 puntos porcentuales era remontable en las generales pero la derrota fue de más de 15 puntos. Hoy en día nadie acierta prediciendo  resultados electorales, pero en este caso la diferencia parece ser contundente, con lo cual regresaría al poder el peronismo con Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidente.

Macri recibió un país con unos indicadores económicos y sociales desastrosos. No había cifras oficiales y las que había no eran consideradas fiables pues el gobierno de Fernández de Kirchner había intervenido la oficina de estadísticas. También es cierto que Macri no ha cumplido sus dos promesas económicas que más interesaban a la población: reducir la inflación y eliminar la pobreza. Cuatro años sí que es un periodo muy corto para arreglar los desastres que hicieron los Kirchner en doce años –que la verdad sea dicha tampoco recibieron un país en magníficas condiciones-, pero Macri no venía en la dirección correcta pues la inflación se disparó y la pobreza aumentó.

Lo que es diciente es la reacción que tuvieron los mercados ante el posible regreso del peronismo al poder. Las empresas argentinas cotizando en Wall Street llegaron a perder hasta el 60% de su valor, aquellas cotizando en la bolsa de Buenos Aires perdieron más del 45% y el dólar se disparó un 24%. Los dueños del capital, de la inversión, quienes pagan impuestos y salarios no le creen al peronismo. Lo han visto destruir, atacar la empresa privada, despilfarrar, regalar y robarse la riqueza de la Argentina.

Es bueno recordar que Argentina fue el país más rico del mundo (medición per capita) entre 1895-1896 y fue una de las cinco economías más grandes hasta 1913. En su momento era uno de los países desarrollados y ya tiene indicadores de subdesarrollo. Nadie se ha puesto de acuerdo ni cuándo ni porqué se jodió la Argentina, pero es un hecho que el peronismo ha sido protagonista del desastre. Y a pesar de ello, por desespero, ignorancia, venganza o lo que sea, hay una mayoría dispuesta a entregarles el país de nuevo. A muchos no les cabe duda de que llegarán al poder sintiendo que tienen el mandato de concluir lo que empezaron en el 2003. Naturalmente allá estará Maduro en la posesión renovando los lazos de amistad con Cristina, a quien Chávez ilegalmente envió millones de dólares para su campaña en el 2007.

Relevante para Colombia es cómo el resultado de las PASO afectó los mercados locales. No es un tema de movimiento de capitales ni de relaciones comerciales, no. Lo que los mercados ven es que Colombia está en riesgo de enfermarse. Ya tiene una fiebre latente con una justicia corrupta y parcializada, sesgada y despreciada por el común de la gente. Unos socialistas latinoamericanos –hay que hacer la distinción porque no tienen nada qué ver con el socialismo de los países desarrollados- que parten del odio de clases, del resentimiento y el rechazo a la iniciativa privada y que ya han hecho sus pinitos destruyendo aquí y allá.

Ese cáncer que se ha propagado por la región con los petrodólares venezolanos sí que está acechando a Colombia. Es natural que los beneficiados lo nieguen. Otros sectores, ingenuamente, creen que cuando se habla de eso se está implementando una estrategia de de sembrar miedo. La realidad está ahí, hay sectores políticos colombianos amigos de la aventura venezolana, han recibido dinero, apoyos de todo tipo y persiguen los mismos objetivos.

Bogotá, por ejemplo, tiene el riesgo del regreso de un movimiento que ya hizo daño antes. Claudia López representa la amenaza de que Bogotá vuelva a sufrir el desorden, caos, improvisación y corrupción de Garzón, Moreno y Petro.

El 27 de octubre Argentina votará para elegir presidente y Colombia para elegir gobernadores, alcaldes y concejos. Cuando los mercados y el dólar reaccionen en Colombia al otro día, no solo estarán mirando cómo votaron los colombianos sino, casi seguramente, estarán sopesando el regreso a una Argentina manejada por socialistas latinoamericanos.

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