Home

Opinión

Artículo

Encuenstas, elección presidencial y voto útil

Semana
5 de noviembre de 2001

Se conoció la primera gran encuesta electoral realizada para un pool de medios de comunicación. Esto comienza a calentar la campaña presidencial a ocho meses de la primera vuelta y a mostrar tendencias de los electores potenciales. Es un hecho político que amerita realizar algunas anotaciones para mejor comprensión de las mismas. Pero es importante iniciar estos comentarios con algunas anotaciones: una encuesta busca explorar la intención de voto en un debate electoral, lo cual no es lo mismo que definir el voto efectivo de los mismos. Por eso se deben tomar como lo que son, muestras de la tendencia futura de potenciales votantes y no realidades electorales en el momento. Pueden suceder hechos políticos que modifiquen la tendencia de los ciudadanos y modifiquen de manera sustancial estas primeras previsiones.

La encuesta muestra a tres candidatos que acaparan las mayores preferencias (el 80 por ciento de las mismas) y dentro de ellos el del partido liberal con una apreciable ventaja sobre el que lo sigue. Esto se puede asociar a varios factores: primero, el conocimiento que tienen los colombianos del candidato Serpa (lo cual es igualmente válido para la candidata Noemí), es decir, son personas con larga presencia en la vida política nacional; segundo, igualmente al apoyo del aparato político del Partido Liberal, que a pesar de sus cuestionamientos en relación con las prácticas clientelistas, es una eficaz maquinaria electoral y remite a una subcultura política, la liberal, con la cual se sienten identificados un porcentaje alto de colombianos; tercero, el candidato liberal ha encarnado la figura de jefe de la oposición y en esa medida aparece ahora como la alternativa de gobierno, cumpliendo así con uno de los roles que se le asignan a la oposición en una democracia.

Todos sabemos que falta mucha agua por correr bajo los puentes de una campaña que tiene un trecho largo por delante y en la cual problemas cruciales para el colombiano común tales como el de la guerra y la paz, pero sobretodo el de seguridad ciudadana, que afecta sensiblemente la vida cotidiana de las personas, así como dramas socioeconómicos como el del empleo, van a tener una gran incidencia en las modificaciones de las preferencias electorales.

Es preocupante que con la difusión de estas encuestas tempraneras, se inicie un proceso de polarización de los votantes potenciales hacia las candidaturas que aparecen con mayores probabilidades de triunfo y en esa medida se invisibilice y se terminen anulando otras opciones políticas, volviéndose, aunque esa no sea la intención, un mecanismo antidemocrático. Esto puede llevar a que en la primera vuelta presidencial se termine funcionando con la lógica del voto útil entendido, con la profesora Silvia Dutrénit como aquel que se expresa cuando "la primera opción de preferencia del elector no tiene posibilidades de triunfo y elige una segunda opción" y que se propone o "lograr una derrota deseada como alcanzar un triunfo menos malo". Lo anterior distorsiona el sentido de la doble vuelta electoral, en la cual se espera que en la primera el votante exprese sus preferencias y en la segunda, tienda por un voto más de conveniencia.

Pero igualmente, estas encuestas, son un mensaje importante para todos los candidatos y sus campañas, sobretodo para aquellos que resultan con menores intenciones de votos, por cuanto les permite analizar cuáles son las debilidades de sus estrategias, en lo programático, lo comunicativo, o en la visibilización, que les permita introducir ajustes y eventualmente comenzar a valorar posibilidades de compactación a través de alianzas o convergencias entre los minoritarios para hacer causa común, o bien con aquellos que tengan mayores afinidades políticas o programáticas. La política, contrario de la guerra, tiene en su centro la estrategia de negociación y en esa medida las posibilidades de ajustes estratégicos debe ser una actitud permanente.



* Profesor Asociado Universidad Nacional