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Aurelio Suárez Montoya. Columna Semana

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EPS o IPS: ¡todas ganan! Solo pierde la salud

¿Cuál es la gobernanza del sistema? ¿El reino de las IPS? ¿Cómo es la auditoría? ¿Acaso, “pitará automático”, según Petro? ¿Pagos globales o por metas? ¿A qué tasa de ganancia? ¿Dónde queda el derecho fundamental? Más preguntas que soluciones.

Aurelio Suárez Montoya
27 de mayo de 2023

En la discusión del artículo 76 de la reforma a la salud, en la Comisión Séptima de la Cámara, el ministro Guillermo Jaramillo hizo la defensa sobre la base de que es “volver a algo que ya habían aceptado sus gobiernos, importante para sus propias clínicas privadas, que son 75 % del sistema que hoy se sienten agobiadas” (SEMANA, “Minuto a minuto”, 19/5/23). Así sustentó las bondades de entregar a la Administradora del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres) el giro directo de los pagos a las clínicas, hospitales y centros de atención (IPS).

El ponente, Alfredo Mondragón, reafirmó: “Para proteger a los empresarios de las clínicas del sector privado y para atender hospitales públicos… quien vea en esto una especie de tragedia … deberíamos… es estar saltando, porque les van a llegar los recursos a las IPS” (SEMANA, ídem).

El director de la Adres, Félix Martínez, se apresuró a contestar que cumpliría el plazo de 30 días para girar que “establece el proyecto”, “la entidad entraría en reestructuración” (SEMANA, ídem).

Es fácil entender que el artículo 60, que definió a la Adres como “pagador único del sistema”, aprobado por 12 votos a 8, redondea la estructura.

Los brincos de Mondragón, la presteza de Martínez y las razones de Jaramillo, quien gerenció por cinco años la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga, enganchan con el contenido de la columna “Repensar el sistema”, de Víctor Castillo en Vanguardia. Castillo es gerente actual de esa misma IPS y empresario: “Estos descalabros (de las EPS) dejaron una deuda impagable a la red de prestadores, que han asumido esas pérdidas en sus contabilidades y se han convertido en el reasegurador obligado del sistema” (15/4/23). Luego de aprobados los artículos 60 y 78, facturó: “Tienen una deuda de 23,3 billones de pesos” (20/5/23).

Es claro que en el fondo de la reforma subyace la contradicción financiera entre las EPS y las IPS. Verbigracia, hombres que tienen la salud de filón, como José Luis Mayorca, representante legal de Prestasalud, tío y patrocinador de campañas de David Racero, estuvo “invitado” como “experto” a la concertación del articulado entre el Gobierno y los partidos. Mayorca fue acusado por presunto cohecho en el escándalo de Cafesalud por dar u ofrecer –a título de varias compañías– al condenado Guillermo Grosso (Blu Radio, 16/3/23).

No puede dudarse que las IPS tienen ánimo de lucro, no son intermediarias, pero son negocio. Entre las 5.000 mayores empresas en 2021, aparecen 424 con ingresos superiores a 36.298 millones de pesos y menos de 30 dieron pérdida, de las cuales la mayoría son hospitales públicos (ESE) o instituciones como la Cruz Roja o Sanidad de la Policía o algunas materno-infantiles. Hay IPS con jugosa inversión, ganancias de 73.121 millones e ingresos de 364.400, como en Administradora Country, o en Medisanitas con 66,6 por ciento de rentabilidad patrimonial (Dinero, edición 2102, págs. 117-122).

Las IPS son nicho especial de atracción al capital extranjero. No solo Sánitas, española asentada hace décadas, ahora Keralty con 8 clínicas, 57 centros especializados y 54 Caps (atención primaria), sino, desde 2018, otras, como United HealthCare, compraron la Clínica del Country, la Colina y Portoazul; o Christus Health, la Farallones y Palma Real; o Steward HealthCare, al hospital San Rafael, Centenario, Nevados de Pereira y aspira a tener más. Están todos protegidos por los TLC.

Quirónsalud, española subsidiaria del grupo alemán Fresenius, tiene la Clínica de la Mujer, la Medellín, Las Vegas, del Prado e Imbanaco; y Fresenius posee 7 clínicas NephroCare, 12 centros Nefroprotección y 9 sedes FMExpress; o el grupo local Méderi, el peruano Auna o el conglomerado Femsa (embotellador de Coca-Cola), hospitales universitarios o IPS como Las Américas o Medicarte, cadenas de droguerías, servicios de diagnóstico; o la danesa Falck con ambulancias EMI o la canadiense Khiron Life tiene la Zerenia para terapias con cannabis (Saqueo, pág. 377 y CCB, clúster-salud, dic. 2020). Capital rentando.

Para blindar los beneficios del negocio, se intentó poner en los médicos la responsabilidad en el resultado de los tratamientos y liberar a las “instituciones”, IPS, de cualquier carga. Se enmendó, pero se apuntalan los comités de autorregulación (art. 137 original) orientados al uso “eficiente” de los recursos.

Las EPS serán Gestoras, recibirán hasta 8 por ciento del dinero como precio para que las IPS se las quiten de encima y perciban los giros directos del 80 por ciento de la torta de 90 billones anuales. ¿Cuál es la gobernanza del sistema? ¿El reino de las IPS? ¿Cómo es la auditoría? ¿Acaso, “pitará automático”, según Petro? ¿Pagos globales o por metas? ¿A qué tasa de ganancia? ¿Dónde queda el derecho fundamental? Más preguntas que soluciones.