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FOROMOTERO

Semana
17 de noviembre de 1997

Por primera vez tuve la oportunidad de asistir en esta campaña a uno de esos foros gremiales donde se foguea inclementemente a los candidatos presidenciales. Como conclusión general puedo servir de testigo para afirmar que es dificilísimo ser candidato. Hay que tener una respuesta para cualquier tipo de pregunta, y debe ser preferiblemente brillante. Imperativo: buen humor, buen ánimo, cero tristeza, cero ojeras y cero depresión o preocupación. Pero concretamente en este foro de Fenalco, en la ciudad de Cali, los asistentes (casi mil personas) se llevaron una conclusión muy clara: ¡qué machera de candidatos, todos y cada uno, y cada uno en su estilo! No podría decir quién ganó, pero sí quiénes perdieron: perdieron los que por motivos voluntarios o involuntarios no asistieron: Andrés Pastrana, que no ha iniciado campaña; Juan Manuel Santos, que acompañaba a su padre al recibimiento del Moors-Cabot; el general Harold Bedoya, que no sé por qué no fue, pero lo intuyo, y Alfonso Valdivieso, quien por razones muy respetables no se siente cómodo en este tipo de eventos.Como la información que transmiten los medios sobre este tipo de eventos no es siempre la más completa, a continuación va un intento de 'forómetro' que no pretende ser ni la visión más objetiva, ni la más amable, ni la más exacta, sino la visión mía, sobre cómo le fue a cada candidato en este foro gremial. Y que Dios nos coja persignados.
Lo más sorprendente: el efecto de Antanas Mockus sobre la audiencia. Se dio el lujo de llegar una hora tarde a una cita con un auditorio de mil personas, y sin corbata. Su primera ovación la recibió cuando se sentó en el escenario, sin haber pronunciado palabra.
La situación más difícil: la de Horacio Serpa. No solo tenía una audiencia mayoritariamente antisamperista, presta a chiflar bajo cualquier pretexto, sino la oposición del resto de sus compañeros de foro, quienes lo cuestionaron inmisericordemente. Como siempre, Serpa resuelve este tipo de problemas con la fórmula mágica de poner la cara.
La más efectiva: Noemí Sanín. Primero desarmó a Serpa, dándole un sorpresivo abrazo como muestra de lo que será su política de conciliación. Y luego logró que los mil asistentes se levantaran y aplaudieran la iniciativa del frente sur de las Farc en el Caquetá de respetar el proceso electoral. Pero como si eso fuera poco, en una hábil jugada puso a todos los candidatos a decir qué harían para ayudarla "cuando ella sea elegida Presidenta de Colombia".
El más interrumpido para aplaudirlo: Carlos Lleras. Ha afinado su habilidad para manejar el humor como su mayor sex appeal frente a los auditorios.
El más ovacionado: Antanas Mockus. Después de cada una de sus respuestas hubo aplausos que llegaron a durar más de tres minutos.
La más segura: Noemí Sanín. Los temas que serán los cardinales de su campaña, como el empleo y el restablecimiento de la convivencia nacional, los ha estudiado exhaustivamente y los expone de corrido. No titubea, no duda, no respira y proyecta mucha convicción.
El más ingenioso: Carlos Lleras. En la exposición de cada uno de sus planteamientos involucra salidas agudas y repentistas pronunciadas con una elegante cachaquería que matan de la risa a su audiencia.
El más abucheado: sin que hubiera sido excesivamente abucheado, Serpa. Tiene el problema de que en cada intervención pública no sale del problema sencillamente proyectando sus ideas, como los demás candidatos, que hablan y se van para sus casas. A Serpa le toca, además, defender al gobierno cada vez que tiene dos personas delante.
El más contradictorio: Serpa. Ante el problema de desalinderarse del gobierno sin traicionar a Samper, ha optado por escoger tres temas en los que dice que "habría sido más audaz" que el actual gobierno: en los temas de la paz, del empleo y de la descentralización. Eso hace que prácticamente carezca de vínculos programáticos con el gobierno, y que su tema con Samper se reduzca, a mi manera de ver, a un asunto de lealtad personal.
El más sorprendente: Mockus. No solo aprendió a concretar su extraordinaria capacidad de teorizar, sino que produce unas respuestas que desconciertan. Aseguró que si pierde las elecciones, el cargo al que aspira es el de asesor ideológico de la guerrilla. Pero lo más sorprendente es que Antanas Mockus aceptó que se ha convertido en abogado de la política económica neoliberal (!!!).
La más impactante: Noemí. Ha entendido que manejando la voz con un poco más de energía, utilizando las manos y levantando un dedo proyecta una indispensable autoridad, viniendo de una mujer que aspira a la Presidencia en Colombia.
La mayor cantidad de eslogans: Noemí. Para la muestra: "Cuando una mujer alza la voz es histérica. Cuando lo hace un hombre, tiene carácter". "Colombia para todos". "No a la discriminación, sí al mérito". "La paz no le pertenece a los candidatos. Los candidatos le pertenecen a la paz".
La mejor respuesta: la de Mockus, cuando le preguntaron qué había sido lo peor de este gobierno, y se refirió al día en el que absolvieron al presidente Samper en el Congreso. "A veces es peor no ser condenado por la ley sino por la sociedad a la que uno pertenece".
El más hábil: Serpa. Ante la hostilidad de su audiencia, optó por victimizarse. Sacó el cuento del 'Toconser' (Todos contra Serpa), y advirtió que aunque algunos amigos pragmáticos le aconsejan no ir a foros gremiales "porque ahí no hay votos", él sí asiste para "escuchar lo que los demás tienen para decir". Y que, eso sí, aspira a por lo menos "dos voticos".
El mejor 'round': Serpa-Juan Camilo. Serpa: "¿Por qué no se retira de 'Toconser' y se afilia a Fenalco?". Juan Camilo: "Porque yo lidero otro gremio: 'Tococon': Todos contra el Continuismo". Y Serpa: "Yo firmo".
El más documentado: Juan Camilo. Llegó con un estudio completo sobre la situación del comercio en Colombia, acompañado de curvas, cifras y diagnósticos que repartió entre los mil asistentes.
El más antisamperista: con excepción de Serpa, todos. Con matices: el más agresivo verbalmente, Juan Camilo; conceptualmente, Carlos Lleras. Noemí tuvo la oportunidad de explicar porqué trabajó con el gobierno Samper y porqué lo dejó. Y Mockus pudo decir que él no habla mal de su país en el exterior y del gobierno tampoco... "sólo un poquito".
La propuesta más concreta: dos. La de Noemí Sanín: "El primer día de mi gobierno congelaré el gasto público". La de Horacio Serpa: "Si llego a ser elegido Presidente me entrevistaré personalmente con los jefes guerrilleros y paramilitares".
La más grande duda: habrá más impuestos. Juan Camilo contestó que no era necesario aumentarlos para reducir el déficit fiscal, en la medida en que se reorganizara el recaudo. Serpa, advirtiendo que una respuesta sobre ese tema "le costó la reelección al presidente Bush", dijo: "No he pensado para nada en lo que tiene que ver con el aumento o con la creación de más impuestos, pero ahí planto". Luego, ante la afirmación de Juan Camilo de que Serpa ha quedado comprometido a no crear nuevos impuestos, Serpa aclara: "Yo lo que dije es que no lo tenía previsto (crear nuevos impuestos) porque sería irresponsable de mi parte. Dije que no lo tenía previsto de ninguna manera".La duda queda viva para el próximo foro.

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