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Enrique Gómez, columnista invitado.
Bogotá, febrero 14 de 2022. Foto: Juan Carlos Sierra-Revista Semana.

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¡Godzilla!

No caben sorpresas o exclamaciones, ni invocaciones a compases de espera; los que alegan que lo van a domesticar, mienten o se creen la fantasía por conveniencia, porque el monstruo les dispensa canonjías o privilegios. El recuento aterrador de SEMANA muestra lo rápido que se avanza en la destrucción.

20 de marzo de 2023

Está en su naturaleza. No podía ser diferente. Se advirtió. Se dijo.

Ahora, no caben sorpresas o exclamaciones, ni invocaciones a compases de espera, ni llamados a la cordura. Los que alegan que lo van a domesticar, mienten o se creen la fantasía por conveniencia, porque el monstruo les dispensa canonjías o privilegios.

El recuento aterrador de la revista SEMANA muestra lo rápido que se avanza en la destrucción.

Los defensores citan a Stiglitz, protagónico miembro de la izquierda caviar neoyorquina que promueve la revolución para los países subdesarrollados desde la comodidad muelle de la capital del capitalismo, como su discípulo Ocampo insiste en que vamos bien y que al pobre Godzilla hay que dejarlo destruir todo, que es por nuestro bien.

De nada sirven las lamentaciones. De nada sirve correr. De nada sirve gritar o llorar.

Debemos retomar la compostura, después reflexionar y luego pasar a la acción. La meta es hacer tropezar al monstruo revelando sus torpezas, su falta de escrúpulos, sus compromisos narcóticos, los amigos de lo ajeno que pueblan su gobierno y medran con lo público, mientras Godzilla atruena a todos con su discurso diario.

El primer gran tropiezo se dará cuando presionemos de manera contundente y obsesiva al Congreso a archivar o desmontar los proyectos de reforma principales de Godzilla.

El segundo gran tropiezo se dará cuando motivemos a las altas cortes a ejercer su soberanía judicial frenando por inconstitucionalidad o ilegalidad los aterradores proyectos de ley en trámite y los arbitrarios decretos que buscan aumentar los poderes destructivos de Godzilla.

El tercer gran tropiezo debe darse en octubre de 2023. Debemos impedir que sus lacayos triunfen en capitales y departamentos, como lo pretenden, para darle de comer recursos locales y gobernabilidad al monstruo.

El cuarto objetivo nacerá cuando pretenda, que lo hará, convocar una constituyente para ampliar su mandato y compartirlo con los terroristas del ELN y las Farc, destruyendo de paso nuestra economía y nuestra sociedad. Cuando estemos en ese llano deberemos derrotar la manipulación electoral, la violencia y la compra de votos para impedir el desafuero.

Para triunfar en estos cuatro desafíos que plantea el monstruo, debemos cambiar radicalmente como individuos.

Por una parte, debemos impedir que en nuestro círculo de influencia la depresión y la desesperanza triunfen.

Por otra, debemos comprometernos con el activismo político para motivar y convencer a quienes rechazan a Godzilla a realizar el voluntariado, despertando a más personas para que participen en el activismo digital, en el control electoral, en la recaudación de fondos y en la construcción de capacidades y programas para la retoma del poder.

Otra más, tal vez la más crucial, debemos comprometernos a convencer a quienes votaron por Godzilla, así estén fuera de nuestro círculo de influencia y tengan una visión muy distinta del mundo, de que el monstruo destruirá nuestra sociedad sin remedio y que debe ser detenido.

Este “buscar afuera” de nuestro círculo de influencia es también la misión más difícil.

Todos podemos, con relativa facilidad y con la motivación del miedo o el deseo de preservar nuestro entorno, acercarnos a quienes comparten nuestra visión y entorno.

Lo complejo, lo indispensable y lo sacrificado es buscar afuera de nuestra esfera de comodidad e identidad para convencerlos de los riesgos y peligros de Godzilla, de sus fracasos y de su capacidad destructora.

En esta tarea no debemos fallar y para ella nos debemos preparar. Debemos ser competentes y prepararnos para argumentar con benignidad, integridad y contundencia, y además mover a la acción, si no política, por lo menos electoral, para que se logre el próximo objetivo de restarle legitimidad a este gobierno en el escenario de las elecciones territoriales.

Godzilla será derrotado y los consensos y esfuerzos que lo permitan serán fundamentales para la reconstrucción nacional, una reconstrucción que nos convocará a todos para que nos lleve a un país mejor y a un estado por fin eficaz y transparente.

Godzilla será derrotado, pero deberemos aprender a superar la diferencia e integrar nuevas redes de influencia a nuestras vidas. Es un esfuerzo grande, implica desprendimiento, inteligencia y compromiso y solo fructificará si lo desarrollamos entre todos, todos los días.

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