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Bogotá Cundinamarca

Los ciudadanos de Bogotá no participan en las elecciones de Cundinamarca. La separación ha generado rivalidades y recelos. Las grandes áreas metropolitanas son motores de la economía. La sabana de Bogotá con el 20% de la población produce el 30% de la riqueza nacional. Si se integrara Bogotá y Cundinamarca el presupuesto per cápita por habitante del departamento casi se triplicaría. Organizar las grandes urbes es una fórmula virtuosa. Se debe reformar la Constitución para potenciar el desarrollo de la capital y la región. ¿Qué dirán los candidatos?

Juan Manuel Charry Urueña, Juan Manuel Charry Urueña
8 de mayo de 2019

Bogotá es la capital de la República y del Departamento de Cundinamarca; sin embargo, en las elecciones de Gobernador y de diputados a la asamblea departamental no participan los ciudadanos del Distrito Capital. Se trata de un error que se debe corregir.

En la Asamblea Constituyente de 1991, se dijo que la mayoría de las propuestas coincidían en la necesidad de separar electoralmente Bogotá de Cundinamarca, que las razones eran “tan obvias que no vale la pena repetirlas”, se trataba de propuestas electorales y políticas. Lo cierto es que la separación electoral ha generado absurdas rivalidades y recelos, no solo entre la ciudad y el departamento, sino entre aquella con los municipios circunvecinos.

En el mundo, las grandes áreas metropolitanas son los motores de la economía de servicios, allí se prestan servicios de alto nivel de complejidad en salud y educación, así como son los lugares de difusión cultural, de la inventiva y el desarrollo. El producto interno per cápita de Macao en China es superior a 93 mil dólares, Boston a 76 mil, Nueva York a 69 mil, Singapur a 66 mil, Sao Pablo a 32 mil, Buenos Aires a 23 mil, y Bogotá a 15 mil, en este último caso casi el doble del resto del país.

Como tantas veces se ha dicho la sabana de Bogotá tiene el 20% de la población y produce el 30% de la riqueza nacional. Si se constituyera un área metropolitana o se integraran los municipios vecinos, de manera que se pudiera establecer un solo plan de ordenamiento territorial, organizar aeropuertos, el uso del río Magdalena y el fácil acceso a los puertos marítimos de los océanos Pacífico y Atlántico, las sinergias permitirían desarrollos más rápidos y cuantiosos en muchas de las actividades metropolitanas y de la región. Y que decir si Bogotá y Cundinamarca se coordinaran para su muto desarrollo.

Mientras Bogotá tiene algo más de 8 millones de habitantes y un presupuesto de 24, 6 billones de pesos para 2019, Cundinamarca no alcanza los 3 millones de habitantes y tiene un presupuesto de solo 2,6 billones. Si se integraran en una región especial, el presupuesto per cápita por habitante del departamento se incrementaría de 866 mil pesos a más de 2,4 millones, casi el triple, sin contar los presupuestos municipales.

En otros términos, la coordinación y organización política y administrativa de las grandes urbes del mundo es una formula virtuosa para mayores desarrollos económicos, preservación del ambiente y ordenamiento territorial. La limitación constitucional de 1991, no solo restringe los derechos políticos de los habitantes de la capital, sino que originó malsanos enfrentamientos y mayores dificultades para la creación del área metropolitana.

En síntesis, se debe reformar la Constitución de manera que los ciudadanos de Bogotá votemos por Gobernador y diputados de Cundinamarca, como una formula para potenciar el desarrollo de la capital y la región, sin consideración de los intereses políticos y electorales locales. ¿Qué dirán los candidatos a la alcaldía distrital y a la Gobernación?

Abogado Constitucionalista.