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Petro y Duque, no tienen nada ganado

Aun logrando esa copiosa votación en sus respectivas consultas, Duque y Petro no la tienen tan clara para pasar a segunda vuelta.

Javier Gómez, Javier Gómez
12 de marzo de 2018

A juzgar por los resultados electorales del pasado domingo, ni Vargas Lleras, ni Fajardo lo tienen todo perdido. El candidato de Cambio Radical –el exvicepresidente- cuenta con un respaldo en las urnas de 2.126.101 votos, es decir 360.000 sufragios menos que el Centro Democrático, formación política que respalda a Duque. La pelea es peleando y aquí entre estos dos candidatos de la derecha nadie tiene nada ganado.

Vargas Lleras es el hombre de la maquinaria y a ello le viene apostando en su campaña, con la suerte que los resultados le llegaron a pedir de boca. Dos partidos políticos, Conservador y La U, no tienen candidato presidencial y serán como la cereza en el pastel para quienes se la juegan por la nominación presidencial en segunda vuelta. Estas dos colectividades suman 3.726.557 votos y son un bocado electoral para cualquier candidato. Por supuesto, a eso le apuntará el exministro, que es un zorro de la política colombiana y conoce muy bien los vericuetos del clientelismo.

Ahora bien, eso no lo es todo y Vargas sabe que debe emplearse a fondo para derrotar la  caudillista propuesta de Uribe, pues es ÉL el portador del éxito de Duque. Es decir, Duque sin Uribe no es lo que es hoy: un candidato fuerte. No obstante sufrir un revés inesperado (aspiraba a 25 curules), el expresidente también sabe dónde ponen las garzas cuando de maquinarias políticas se trata y buscará conquistar para su pupilo el apoyo necesario de cara a la segunda vuelta y muy seguramente también enfilará baterías para lograr el apoyo conservador y de un buen número de miembros de La U, el partido de Santos. Desde luego el senador antioqueño comprende que la también inesperada votación por su destacado alumno no es razón definitiva para creer que todo está ganado y los resultados parlamentarios lo revelan claramente. Más sabe el diablo por viejo que por diablo y, en esos temas, Uribe es un hombre curtido.

Entonces surge una pregunta. ¿Qué hará el presidente Santos en este nuevo escenario? El presidente no debe estar tranquilo, pero aún está en el poder y tiene un margen de maniobra importante para inducir acciones que busquen cerrarle el camino a Uribe, que no parece  indestronable como se decía, pues los resultados del domingo evidenciaron que el  exmandatario tiene un techo. Dos opciones tiene Santos: Vargas Lleras o De la Calle. El primero su vicepresidente y el segundo, el hombre de la paz en La Habana.  

Nos vamos para el otro lado, en donde convergen dos propuestas una de centro y la otra de izquierda. No es tan claro el panorama. Sí, Petro ganó la consulta y logró representación parlamentaria en un sorpresivo resultado, por lo demás meritorio para alguien que, en desventaja, sin partido, sin dinero y con todos los Medios de Comunicación en contra, hoy avisa de su firme aspiración presidencial. Las cuentas de Petro son considerables: en la lista por la Decencia obtuvo 523.286 votos  y en la consulta 2.849.331. Cruzados los dos resultados el exalcalde alcanzó un superávit de 2.326.045 sufragios en la consulta. ¿De dónde salieron esos votos? ¿De opinión? ¿De otros partidos? ¿De las bases de los verdes y del Polo? Preguntas pertinentes en momentos de definiciones.

Por los lados de la Coalición por Colombia, el banderazo que fortalece a Fajardo,  consignado en los apoyos de la Alianza Verde y el Polo Democrático, no es despreciable, suman: 2.053.796 votos. El problema para el exgobernador es que sobre esa votación penden los interrogantes anteriormente expuestos. Fajardo ya tiene su par en la Vicepresidencia y, seguramente, su objetivo es ir hasta el final para conquistar un apoyo que hasta ahora le ha sido esquivo en los sondeos, pero que puede revertir con la fuerza parlamentaria que hoy lo respalda. Nada tiene perdido.

Interesantes los resultados del pasado domingo, oxigenan la democracia colombiana. Más allá de los partidos tradicionales que mantienen una buena porción de curules en el Congreso, es importante destacar el resurgimiento de fuerzas políticas alternativas que no serán convidadas de piedra en la próxima contienda legislativa. Para destacar el desempeño de la Alianza Verde, el Polo, la lista Decentes y la llegada de Mira, un justo premio a una organización a la que el perverso sistema electoral le había robado las tres curules que logró en 2014. Y si a este panorama le sumamos las curules de Farc y las dos indígenas, vaticino que quienes pretenden hacer trizas el acuerdo de paz, no lo tendrán fácil.

@jairotevi