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Más de lo mismo…

Si de comparar se tratara, cosa que no hay que hacer, el carisma y el don de gentes de Óscar Iván son muestra de un hombre sencillo, lleno de afecto por Colombia.

Guillermo Rodríguez M., Guillermo Rodríguez M.
3 de mayo de 2014

Tan solo restan 23 días para celebrar la primera vuelta para elegir al próximo presidente de Colombia. Las encuestas poco favorecen al hoy candidato – presidente, su caída vertiginosa parece no tener fin a pesar que desde la campaña misma y todo el oficialismo persistan en negar lo evidente y obvio. El desempeño del actual gobierno es inexistente como las casas que prometió construir el candidato a la Vicepresidencia cuando se desempeñó como ministro de la Vivienda, así le disguste al señor y trate de gamín a quien hace justas preguntas, las casas se quedaron en una promesa y anuncio más como absolutamente todo en este gobierno.

La encuesta más reciente sobre las posibilidades de los candidatos que presentó a la opinión una alianza de medios, muestra al candidato – presidente con una escasa intensión de voto de apenas el 23% frente a un 15 % en ascenso del candidato del centro democrático Óscar Iván Zuluaga, quien con el poder de las ideas ha logrado posicionar su programa de gobierno en la ciudadanía, muchos están plenamente seguros que él tiene las herramientas y la experiencia suficiente para que el país no siga rumbo al despeñadero, como es probable que suceda en el caso que se reelija Santos que representa únicamente las viejas y conocidas prácticas políticas de antaño.

Si de comparar se tratara, cosa que no hay que hacer, el carisma y el don de gentes de Óscar Iván son muestra de un hombre sencillo, lleno de afecto por Colombia para dar su talante y experiencia a todas las necesidades del país, en plena crisis mundial económica cuando se desempeñaba como ministro de Hacienda tomó medidas suficientes para que el sector productivo y los colombianos en general no sintieran en sus bolsillos y calidad de vida lo que sucedía en el resto del mundo, sencillamente la plata a los colombianos les alcanzó para todo mientras la economía mundial vivía una de las crisis más violentas en el último siglo.

Contradictoriamente en el gobierno de Santos se indica: “la plática alcanza y vamos por más”, pero no se sabe a ciencia cierta si se trata de un simple anuncio desprevenido de unos publicistas desesperados en campaña, o es una afirmación de algún grupo de senadores de la mermelada oriundos de la Costa Caribe, en el gobierno Santos por poco se aprueba una reforma a la justicia en la cual se pretendía decretar la impunidad como política pública, la excusa para entonces fue que no habían leído bien, desde el anuncio de las 100.000 casas gratis inicio un proyecto en Leticia, Amazonas de 200 supuestas casas al lado del basurero municipal hoy no existen ni los cimientos y así sucede en todo el país. 

Le quitaron las regalías a los departamentos productores de crudo, con la esperanza de mayor inversión de las mismas en todo el país con la teoría de la mermelada, hoy todo el país sabe bien donde se quedó la mermelada. Se aprobó un marco jurídico “para la paz” con el propósito de darle a las FARC condiciones atractivas para una supuesta desmovilización, pero nunca se le conto a la ciudadanía que las condiciones eran impunidad en favor de una supuesta justicia transicional en donde las penas serán sustituidas, pero que las penas sustitutas no serán nada diferente y “difícil” que las misiones que desempeña el más pequeño de los scouts. 

En política de salud el país se quedó esperando la tan anunciada reforma a este sector, que entre otras tanto demanda la mayoría por no decir la totalidad de colombianos que no encuentran solución a sus dolencias, los ciudadanos no queremos más paseos de la muerte, ni fórmulas con analgésicos; en educación justo en este gobierno se realizaron las pruebas “pisa” que tan mal parados nos dejó. Es evidente que las necesidades de los colombianos en educación y salud son altas, que la identidad con propuestas que satisfagan tales requerimientos es alta y que el único programa con tal contenido es el de Óscar Iván Zuluaga.

La dura crisis al sector agrícola ha sido muy compleja, nunca se había hecho sentir tanto el sector campesino y fue justo en este gobierno en donde la copa se reboso. La actual administración de agricultura ha dejado de observar normas de obligatorio cumplimiento, incluso de derecho comunitario, no ha tenido interlocución clara y sincera con las demandas de los campesinos pero lo peor del caso es su evidente omisión en darle elementos al agro para que sea competitivo en un mundo globalizado, desde la administración de Juan Camilo Restrepo se vienen dando pasos de ciego en el sector, vulnerando la confianza legítima y haciendo poco o nada, de todos depende si continuaremos con cuatro años más del mismo sonsonete.

En Twitter: @GuilloRodrig
*Abogado, Director Ejecutivo Gobierno Seguridad y Desarrollo.

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