Según varios congresistas dicha aprobación se llevó a cabo de manera extremadamente veloz, no contó con el debate correspondiente y muchos consideran que fue aprobada a “pupitrazo”. Es cierto que el día de la votación la Comisión Séptima recibió un documento con cambios y artículos nuevos para el proyecto de ley en horas de la mañana y en la noche ocurrieron las votaciones. Lo que nos hace cuestionarnos: ¿Realmente hubo suficiente tiempo para que los representantes analizaran cada uno de los cambios y nuevos artículos en tan poco tiempo, o ya tenían su voto decidido sin que se llevara a cabo el debido debate? Lo que sucede en el Congreso y en este caso en la Cámara de Representantes es muy grave. Se están llevando a cabo votaciones sin haber debatido por suficiente tiempo y no se le está dando la importancia y la individualidad a cada artículo, sino que se están debatiendo en bloque. Es demasiado irresponsable por parte del señor Agmeth Escaf, presidente de la Comisión Séptima, permitir que esto suceda. Hay que recordarle tanto a él como a los otros congresistas que el futuro de nuestra salud es el que está en juego.
También debemos cuestionar de manera inminente a varios representantes del Partido de la U, incluidos Camilo Ávila y Víctor Manuel Salcedo, quienes votaron a favor de la reforma. ¿No se supone que hace poco el Partido de la U se había declarado en independencia? ¿Cómo es posible que en un abrir y cerrar de ojos los dos representantes del Partido de la U voten a favor habiendo escuchado las recomendaciones de expertos donde afirman que dichos proyectos no son de beneficio para los colombianos? Queda claro que el haberse declarado en independencia es solo una táctica para que sus electores los “perdonen” por haberse vendido al mejor postor, en este caso al gobierno, sin importar sus ideales y mucho menos los del pueblo que los eligió. Y pues claro que están buscando dicha clemencia pues vienen las elecciones regionales en octubre y claro está que aspiran quedarse con una gran tajada de los resultados.
Para todos aquellos que votaron por ciertos partidos tradicionales porque confiaban en sus ideales y creían firmemente que iban a poner el bienestar de sus fieles seguidores por encima de todo, hoy queda más que claro que esto no es así. Como quedó demostrado al declararse partidos de gobierno. Están dispuestos a vender sus ideales a cambio de mermelada, muy seguramente. Si a usted lo engañaron una vez no permita que lo engañen dos. En estos primeros meses de la nueva administración se han mostrado las caras reales de todos los partidos y sus congresistas. Usted debe preguntarse ¿quién está jugando con su salud? ¿quién aprueba reformas sin poco debate? ¿quién lo traicionó? Es época de elecciones y todos tratarán de convencerlo prometiéndole la luna y las estrellas. No sea ingenuo, no deje que le mientan y acuérdese de quién es quién cuando vaya a votar en estos sufragios. Lo que ocurre en Colombia es terriblemente peligroso y es hora de ponerle un freno en seco.
Es momento de enmendar errores y de buscar justicia de la única forma posible y es con nuestro voto.
Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía. - Anaxágoras