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La encrucijada liberal

“Es hora de que el Partido Liberal piense en jugar de una forma en la que no quede como el perdedor del paseo”, señala Óscar Sevillano

Semana
3 de febrero de 2007

Se aproxima el III congreso liberal en el cual se decide quién va a ser la persona que tome la jefatura del Partido Liberal Colombiano (PLC) y el tipo de dirección a elegir (única o colegiada) y también en la manera como va a jugar en las elecciones para Alcaldía en la ciudad de Bogotá, si participa en las elecciones locales con candidato propio o compite en coalición alrededor de uno de los más opcionados a reemplazar al burgomaestre Luis Eduardo Garzón.

La tarea a resolver no es fácil, y en esta discusión se empiezan a escuchar voces como la del ex presidente Samper, quien propone acompañar por segunda vez al Polo Democrático Alternativo (PDA) alrededor del hoy precandidato y ex senador Samuel Moreno Rojas. Y aquí la pregunta es: ¿Será esto lo más conveniente?. Bien lo dije en una opinión anterior y me sostengo en ella, pues estoy seguro de que antes de dejarse llevar por las emociones y las ganas de frenar lo que en Colombia conocemos como el uribismo, sería bueno que el oficialismo liberal piense en que se beneficia tejiendo uniones que, siendo realista, al único que favorece es al PDA, ya que negar que si el alcalde Garzón le ganó las justas electorales al ex candidato Juan Lozano fue gracias al apoyo que le dio el Partido Liberal, es decirse mentiras. Y negar también que gracias a esto el PDA se ha venido fortaleciendo en la ciudad capital, mientras el PLC pierde electores, es peor aun.

Es hora de que el PLC piense en jugar de una forma en la que no quede como el perdedor del paseo, ya que hasta el momento no tiene dentro de su baraja un personaje que no sólo garantice los votos de todos sus militantes en Bogotá, sino que también atraiga el de opinión, por esto es bueno que el actual concejal Antonio Galán analice si está en capacidad de entregarle el triunfo electoral a su partido, pues una derrota más en la capital le puede significar a los liberales de Bogotá la agonía de su lucha política.

Algo que el PLC parece olvidar o no tener en cuenta es que a los bogotanos y las bogotanas no les emociona el discurso gaitanista, si no más bien que se reflexione en los temas de espacio público, transporte masivo, seguridad y convivencia ciudadana, políticas de vivienda, e inversión en temas sociales, es decir, temas netamente urbanos, lo cual el PLC no parece manejar o por lo menos no se ve interesado en hacerlo, lo que ha provocado que los ojos de los electores no se inclinen hacia él, y el mayor reto que tiene en el momento es que a través del discurso urbano en boca de un candidato fuerte y atractivo para ellos les demuestre a los capitalinos que puede manejar los destinos de su ciudad de manera responsable y que además, tiene personas capaces de hacerlo.

Como bien dije hace un momento, la tarea no es fácil, mucho más si se tiene en cuenta que el único que podía desempeñar un buen papel era el ex senador Rafael Pardo, quien ha dicho que prefiere mantenerse como opción presidenciable para el año 2010.

Contrario a la petición del ex presidente Samper, hay concejales liberales que preferirían un acompañamiento a la candidatura del ex alcalde Peñalosa, lo cual no es malo del todo, pues esta es una campaña independiente que no le significaría mayor riesgo electoral al PLC y en cambio lo obligaría a introducir dentro de su discurso socialdemócrata, el de urbanismo moderno, el que aún le es ajeno.

Vale la pena recordar que el ex alcalde Peñalosa en el inicio de su vida política fue liberal y su primera campaña por el segundo cargo más importante del país la hizo con el aval del PLC; luego de esto busco el cargo de manera independiente enfrentándose con el ex senador Carlos Moreno de Caro, en donde Peñalosa fue el ganador; buscó el acercamiento con el PLC, durante las elecciones para Presidente del año 2006, y gracias a la zancadilla del ex ministro Serpa, terminó por retirarse del oficialismo y actualmente por cuenta propia busca por segunda vez la Alcaldía de Bogotá. Pero, como dice el viejo y conocido refrán, si Mahoma no va a la montaña, entonces es hora de que la montaña vaya hacia Mahoma.

Una coalición alrededor del ex alcalde Enrique Peñalosa sería la mejor opción para el liberalismo bogotano, pues con esto no sólo le garantizaría el triunfo electoral al candidato, sino que también comenzaría a posicionarse dentro del discurso urbano y el voto de opinión, el que es mayoritario en Bogotá, además, comenzaría a mirar al PDA como lo que es, un rival político, y evitaría de paso que este último termine por absorberlo.

Pero para que esto sea posible, quienes militan dentro del PLC deben elegir en el III congreso Liberal lo que más les conviene para las justas electorales en Bogotá, dejando a un lado las pasiones y actuando con la razón y no con la pasión que eligieron dentro de un ramillete de precandidatos durante las elecciones de 2006, no el que pudiera pelearle las elecciones al presidente Uribe, sino que el más desprestigiara su labor como primer mandatario, sin importarles que no fuera claro en su discurso, lo que provocó el desplome electoral del PLC, no sólo en Bogotá, sino en el resto del país.

Al Partido Liberal le ha llegado el momento de que elija si lo mejor es trabajar por su fortalecimiento en Bogotá o trabajar por el fortalecimiento de otro que más adelante se puede convertir en verdadero gallo de pelea. Si elige lo primero, estoy seguro de que la persona que le puede ayudar en esa tarea es irónicamente quien más despreciaron en la consulta interna para elegir candidato a la Presidencia, por haber sugerido ayudar el gobierno de Uribe en lo que esté haciendo bien, y señalar y corregir lo que está haciendo mal, y no el camino de oposición por oposición, como lo proponían quienes hacen parte del sector de izquierdismo liberal. Ahora que si eligen endosarle electores al PDA apoyando a su candidato, bien sea Moreno Rojas o la ex ministra María Emma, como lo dije también en la opinión anterior es mejor que los liberales de hoy día vayan haciéndose a la idea de que en un futuro su casa política dejará de llamarse Partido Liberal Colombiano y pase a ser conocido como Polo Democrático Alternativo Liberal y no creo que sea este el querer de quienes anhelan devolverle la Alcaldía más importante del país al PLC.

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