Home

Opinión

Artículo

Salud

La famosa dieta del doctor Atkins

Mal humor, infertilidad y problemas cardiacos son solo algunos de los defectos que se le han encontrado a uno de los regímenes más utilizados para adelgazar. La nutricionista María del Pilar Morales explica sus pros y sus contras.

Semana
11 de diciembre de 1980

Nueve de cada diez mujeres inician algún régimen de adelgazamiento a lo largo de su vida. Sin embargo, la mayoría de las veces los resultados no son los soñados, porque la dieta elegida no es la adecuada.

La obsesión por alcanzar el peso ideal puede provocar graves trastornos de la alimentación (anorexia, bulimia, etc.) cada vez más extendidos y que afectan sobre todo a los adolescentes.

El interés por la esbeltez y la belleza ha dado auge a una gran industria. Nuestra población no solo está interesada en adelgazar, sino que es muy dada a creer en novedosas estrategias comerciales para perder peso, sin verificar su respaldo científico.

En qué consiste

Una de las dietas más famosas y usadas que se encuentran en el medio es la dieta hiperproteica del doctor Atkins, basada en una drástica reducción de carbohidratos junto con una abundante ingestión de proteínas, con las que se pierde grasa y a la vez masa muscular. Durante los primeros 15 días de la dieta, Atkins propone eliminar de los carbohidratos y azúcares, alimentos que se volverán a introducir gradualmente en el mes y medio restante de la dieta, y en cambio permite el consumo ilimitado de proteínas y de grasas. Según él, el exceso de peso se debe a una alteración del metabolismo de los carbohidratos; un régimen sin azúcares impide que estos se conviertan en grasas.

Con esta dieta se pierden de tres a cuatro kilogramos semanales durante el siguiente mes y medio, es decir, 16 kilos en dos meses. Nunca debe seguirse sin control médico o de nutricionista, mucho menos si se tienen problemas renales o cardiacos.

Entre los alimentos permitidos están carnes, pescados, aves, mariscos, huevo, queso, mantequilla o margarina, salsas, crema de leche, embutidos y paté. Al final de la dieta también se permite el consumo de dos pequeñas ensaladas de verduras al día compuestas de verduras, apio, pepinos o rábanos y aderezadas con vinagre, aceite, sal, especias, queso y aceitunas.

Así mismo la dieta prohíbe consumir dulces, cereales (arroz, trigo y maíz) y sus derivados (pasta, pan, arepa), las leguminosas (fríjol, garbanzo, lenteja, etc.), los tubérculos (papa, yuca, plátano, etc), los chiclets, las frutas, el azúcar, la leche y el licor.

A favor

Su éxito se debe a que resulta poco frustrante: se come lo que se quiere y uno se sacia rápidamente. A corto plazo es eficaz, por la importante disminución de peso.

En contra

- Provoca estreñimiento y carencia de vitamina C y de minerales como el calcio y el potasio

- Produce una elevación del ácido úrico, y en ocasiones trastornos cardíacos leves

- Ocasionalmente produce halitosis (mal aliento)

- Puede causar una gran ansiedad por falta de carbohidratos y azúcares

- Provoca una pérdida de agua que explica también la pérdida de peso

- Aumento en los niveles de colesterol en sangre, y a largo plazo puede ocasionar ateroesclerosis

- La recuperación de peso se produce rápidamente cuando se introducen nuevamente los carbohidratos y azúcares, el muy llamado 'efecto yo-yo', no solo se recupera el peso perdido sino hasta un 50 por ciento más.

Desafortunadamente son más las personas que se someten a éste régimen solo para ver resultados a corto plazo, sin importar las consecuencias que esto acarrea. Prefieren seguir las instrucciones dadas por la amiga, la tía, la sobrina, pero nunca se remiten a médicos o nutricionistas para ser guiados adecuadamente. Después de muchos intentos para reducir peso, finalmente muchas de estas personas con las complicaciones mencionadas buscan ayuda del especialista o requieren hospitalización.

Estas personas deben tener en cuenta que la principal causa de la obesidad es el desequilibrio entre la cantidad de calorías ingeridas y el gasto calórico efectuado, es decir, se acumulan kilos cuando se come más de lo que se necesita para el ejercicio físico normal de cada día.

Sugerencias

Ya sea por motivos médicos o estéticos, a la hora de hacer una dieta es necesario seguir las siguientes recomendaciones:

- Conozca las causas de su aumento de peso. Aunque la herencia genética, los malos hábitos alimentarios, el ejercicio físico o la reducción del gasto energético puedan influir, la causa más frecuente es el aumento en la ingesta de comida.

- Consulte a un especialista antes de empezar un régimen, sobre todo si va a durar más de dos semanas. Las dietas de reducción de peso deben estar bien diseñadas para satisfacer las necesidades de nutrientes esenciales.

- No se deje seducir por las dietas rápidas, escoja la dieta que mejor se adapte a su estilo de vida y a sus gustos personales.

- Elija el momento más oportuno para ponerla en práctica. Para ello no hay un mes o una fecha, solo un estado de ánimo ideal, que únicamente debe ser conocido por cada persona en particular.

- No use la comida como válvula de escape de ningún problema, no sólo no resolverá su problema sino además añadirá uno nuevo al que ya tenía.

- Realice siempre ejercicio de cualquier tipo: caminar, subir o bajar escaleras, o cualquier otra actividad física que su estado de salud le permita.

- Coma tranquilamente, mastique despacio y varias veces. No realice ninguna actividad mientras come. Evite hacer siestas después de las comidas.

- Duerma al menos un promedio de ocho horas diarias, un buen descanso es imprescindible para aguantar una dieta de adelgazamiento.

La clave está en mantenerse en el peso ideal, es decir, cuidarse todo el tiempo sin someter el organismo a cambios bruscos de alimentación que solo ocasionan frustración y mal estado de salud y nutrición. Muchas veces se come por gusto y no por salud. Hay que procurar no hacer dietas, solo hay que seguir un adecuado plan alimentario, convirtiéndolo en hábito, con la guía de un profesional en nutrición.

*Nutricionista y dietista