La reunión del TIAR en Bogotá

La reunión del TIAR esta semana en Bogotá, en medio de las marchas dentro del marco del llamado “paro nacional”, pasó desapercibida. Lo único que trascendió, fue la decisión de establecer medidas para restringir el ingreso y tránsito en los territorios de los Estados Parte, de veinte y nueve personas asociadas al régimen venezolano, así como la decisión de coordinar medidas de inteligencia financiera sobre cada uno de ellos. 

Estas decisiones no pasan de ser nominales y no tendrán mayor efecto para contribuir al cambio de régimen en Venezuela.  La posición de los países que realmente podrían preocupar a Maduro y a sus amigos, estaban identificadas. Los Estados Unidos ya habían tomado medidas al respecto, mientras que Panamá, no acogió la resolución del TIAR y votó abstención.  

Sin embargo, algunas cosas deben destacarse. En sus palabras en la inauguración de la reunión, el presidente Duque descartó la opción de la intervención militar, que había sido mencionada de tiempo atrás, no solamente por algunos altos funcionarios colombianos, sino por dignatarios de los Estados Unidos y repetidamente por el mismo presidente interino de Venezuela, como una posibilidad. 

Esa posición del Presidente podría tener efectos positivos, incluso internamente. En Colombia a nadie le gustó que pudiéramos aparecer como actores directos o indirectos en una eventual intervención militar en el vecino país. También en Venezuela, aún en medios de la oposición, una acción militar colombiana generaría un rechazo generalizado. 

Incluso Maduro y el inefable Cabello, en sus diarias peroratas contra Colombia y su Presidente, han ido generando dentro de sectores de la población venezolana, un sentimiento de prevención hacia nuestro país. A fuerza de repetición, algunos consideran ya que todos los males que padecen, se deben a las posiciones asumidas por los Estados Unidos y Colombia en la crisis venezolana. 

Creo que no sería acertado pensar que, porque 40000 venezolanos cruzan diariamente la frontera, que tienen en Cúcuta su despensa y que muchos de ellos se encuentran radicados en nuestro territorio, se asegura un sentimiento favorable a una eventual intervención de Colombia. Lo que además sería funesto para todos. 

En la parte considerativa de la resolución del TIAR se incorporó una clara acusación al régimen venezolano, al manifestar “su preocupación con los indicios de participación de personas vinculadas al régimen de Nicolás Maduro en hechos violentos en el marco de manifestaciones populares legítimas en algunos países de la región”. El hecho de que la declaración se haya producido precisamente en medio de las protestas en nuestro país, es significativo. 

La reunión del TIAR se realizó también en medio de una severa crisis del régimen interino de Guaidó, con acusaciones mutuas de corrupción entre los miembros de la oposición, renuncias y destituciones, así como de severas críticas al presidente interino, que incluso han puesto en duda, su reelección como presidente de la Asamblea, lo que sería una catástrofe para la oposición. 

Parecería entonces que la reunión fue también un esfuerzo de los opositores de Maduro, para “dar señales de vida”, después de que, hace algunos meses, aseguraban que Guaidó desde el Puente de Tienditas, llegaría en pocas horas a Caracas en una especie de marcha triunfal, al estilo del aria "Ritorna Vincitor" –regresa vencedor- de la ópera Aida de Verdi. 

(*) Decano de la facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la universidad del Rosario