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LA SALIDA

Semana
18 de marzo de 1996

La salida Por Roberto Pombo a denuncia del Fiscal contra el presidente Samper, por delitos que van desde el enriquecimiento ilícito hasta la estafa, abre una nueva etapa en la agitada vida colombiana, que tiene que empezar a ser analizada sin tanto apasionamiento.Poco a poco van surgiendo ideas sobre lo que puede suceder, sobre lo que debería suceder y sobre lo que va a su-ceder. Las siguientes son algunas.La renuncia. Dadas las circunstancias actuales, es la más popular de todas las salidas, aunque no la más realista. Entre quienes piden que el Presidente se vaya hay varios grupos: el de aquellos que piensan que la denuncia del Fiscal era la única demostración confiable de la culpabilidad del Presidente, y que esa condición se cumplió la semana pasada; el de los que creen que aun en el caso de que Samper sea del todo inocente debe retirarse, pues el control del país se le salió de las manos, y por último, el grupo integrado por las personas que desde el comienzo le han dicho a Samper que se largue.Esta vía no tiene en cuenta un hecho práctico, y es que, después de las acusaciones del Fiscal _por delitos cuya responsabilidad da cárcel_ el Presidente está obligado a buscar su absolución antes de retirarse. Esta salida sólo se verá si la Cámara se abstiene de acusarlo ante el Senado o si el gobierno se cae por físico desmoronamiento.Nueva elección presidencial. Ya se oye por ahí que la forma de salir de este problema es mediante una convocatoria a elecciones presidenciales, hecha por el propio Ernesto Samper.Esta alternativa puede ser bombardeada por quienes creen que el Presidente no tiene derecho a hacer este tipo de convocatoria, y quienes piensan que alargaría la crisis que vive el país.Ley de punto final. Se trata de lograr un acuerdo político que permita cortar de raíz el problema, y empacar en una sola fórmula el caso del Presidente y el de un buen número de parlamentarios. Esto implicaría reformar la Constitución y crear la amnistía parlamentaria y el indulto presidencial. Además, obligaría a adelantar las elecciones de Congreso, en una especie de revocatoria de mandato con zanahoria.Este mecanismo, como en el caso de la convocatoria a elecciones hecha por el Presidente, tiene el problema de prolongar la duración de la crisis. Además, mete al Congreso en la contradicción de tener que legislar en favor de sus intereses propios, y eso está prohibido.Condena del Presidente. Tiene varias etapas. La Comisión de Acusaciones encuentra mérito para investigar al Presidente, y la Cámara investiga y después lo acusa ante el Senado. Se produce la suspensión temporal del cargo mientras el Senado lo juzga y, al final, es condenado y retirado de su cargo.Esta es una travesía larga y costosa. Prolonga la agonía con todas las consecuencias políticas y económicas conocidas, y acaba por desprestigiar no sólo al Presidente sino a todo el país. El perdón a los presidentes, como en el caso de Estados Unidos, busca evitar esta última situación.Absolución del Presidente. La absolución puede darse en el Senado, o por decisión de la Cámara, ya sea al encontrar que no hay mérito para acusar o porque la Comisión de Acusación piensa que no hay motivo para investigar. Todas estas eventualidades obligarían a que después de terminado el proceso, el Presidente hiciera una evaluación de gobernabilidad para establecer si hay condiciones para quedarse.Como se puede ver, nada bueno nos espera y los días venideros serán largos. Y, a juzgar por las opciones anotadas arriba, las posibilidades de permanencia del Presidente en su silla, pocas. Los días venideros serán largos, y las posibilidades de permanencia del Presidente en su silla, pocas.

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