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Entre pecho y espalda

Quienes invitan al encierro o a la privacidad para la lactancia materna, deberían saber que una petición así se convierte en obstáculo para que las mamás conserven la motivación de vivir esta inigualable experiencia que requiere entrega, dedicación y decisión.

Gonzalo Restrepo
1 de agosto de 2019

Un día una mamá lactante y orgullosa de serlo, publicó una foto para compartir con la multitud cómo disfrutaba alimentando a su hija con leche materna. Algunos reaccionaron ante la imagen y le pidieron a la mamá que se cubriera. Así que ella accedió sin dudarlo, y publicó nuevamente su foto amamantando a su hija, pero ya cubierta con su rostro ya cubierto. Y así este asunto se convirtió en tema de interés por corto tiempo. ¿Una mamá lactando se debe esconder? ¿se debe tapar? 

Taliana Vargas es la mamá de esta historia, y como anoté, vive con orgullo no solo su alegría de ser madre, sino de disfrutar su derecho y el de su hija Alicia de estrechar su vínculo sin restriccion de tiempo ni espacio. Y en el intento de recordarnos lo natural, necesario y esencial que es la lactancia materna, saltaron las voces que impiden –verbo en presente continuo- que en este país protejamos a miles de niños contra males prevenibles como enfermedades infecciosas o respiratorias que pueden además causarles desnutrición crónica. Mientras algunos luchan por poder dar pecho a sus hijos porque es amor, protección y alimento, cientos siguen dando su espalda a una práctica salvadora que tristemente insisten en estigmatizar.

La diferencia que pueden lograr mujeres como Taliana, es además de su convicción personal, el admirable apoyo de su esposo y de sus familiares. A muchas mamás les ha sucedido algo similar, les piden o exigen “recato” en sus propios hogares, en las reuniones en la casa, en las tiendas o en lugares públicos. 

Esas voces en nombre de un pudor cuestionable apelan a la defensa de la intimidad. Intimidación lo llamaría, porque eso es justo lo que hacen estos señalamientos desafortunados en contra de las mamás que tienen en sus manos la fuente irremplazable de las primeras vitaminas, minerales, carbohidratos y grasas buenas y dosificadas, pero que han sucumbido ante esta presión social tan perjudicial y ante la falta de apoyo mínimo para poder hacerlo con tranquilidad.

Quienes invitan al encierro o a la privacidad para la lactancia materna, deberían saber que una petición así se convierte en obstáculo para que las mamás conserven la motivación de vivir esta inigualable experiencia que requiere entrega, dedicación y decisión. Este tipo de solicitudes son probablemente una de las causas para que en Colombia sólo 36% de los niños menores de seis meses reciban exclusivamente leche materna (ENSIN 2015) en un tiempo en el que no se necesita nada diferente porque sencillamente no existe nada más saludable, más completo y más económico, salvo para los casos que por razones médicas o de fuerza mayor es imposible que lo puedan recibir.  

Dar la espalda a la lactancia materna no es sólo pretender que las mamás alimenten a sus hijos a solas o lejos de la vista de otros. Tienen mucho peso en nuestra sociedad comentarios no basados en la ciencia sino en percepciones o en creencias personales, sobre el tiempo en que una madre debería lactar: ¿para qué después de los dos o tres meses? ¿quién sabe si esa leche aguada alimenta? que mejor no lacte para que le rindan los oficios en la casa. Opiniones infundadas que con el correr del tiempo nos tienen con un indicador preocupante: el tiempo de lactancia en Colombia no llega a dos meses cuando la OMS recomienda 6 meses de forma exclusiva.

Necesitamos más mujeres como Taliana Vargas con valentía y convicción de vivir su derecho de amamantar sin barreras ni cortinas y celebramos la suerte de Alicia, quien gracias a su familia está recibiendo todos los nutrientes que necesita para alimentarse perfectamente en sus primeros meses de vida. Justamente este viernes 2 de agosto miles de mamás así de ejemplares se dan cita en la Lactatón, el  homenaje a la lactancia materna en más de 86 municipios colombianos. También se pueden sumar con fotos o videos amamantando a sus hijos con el hashtag #Lactatón: ¡El mejor descubrimiento!

(*) Gonzalo Restrepo L., presidente Junta Directiva Fundación Éxito

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