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Si Uribe piensa que el problema de la violencia colombiana es de "terrorismo internacional", estamos mal

Antonio Caballero
2 de febrero de 2004

Hace un par de años decía Enrique Iglesias (el cantante, no el banquero) que Miami era la capital de América Latina. Tenía razón (y el banquero, que es presidente del BID, hubiera dicho lo mismo, sin atreverse a decirlo). Pero en Miami por lo menos la gente habla español. En cambio en América Latina es un idioma que se habla cada día menos. La más

reciente comprobación que he tenido al respecto es una entrevista que le hizo aquí mismo María Teresa Ronderos al ministro de Defensa Jorge Alberto Uribe. Tan sonriente, tan -¿cómo es que se dice en paisilandia?- tan sonreído. Tanto, tanto, que lo primero que se me vino a la cabeza al ver las fotos que acompañaban la entrevista fue una ramalada de suspicacia: ¿Y este, que es ministro de Defensa, de qué se ríe?

Pero la verdad es que no se ríe (como comprendí después). Sino que simplemente hace una sonrisa falsa para las fotografías. Porque, como informa la introducción a la entrevista, aunque el doctor Uribe (Jorge Alberto) es nacido y criado en Medellín, fue educado en Estados Unidos. Y allá lo de la sonrisa es prácticamente obligatorio. Desde muy temprano, a los niños norteamericanos les enseñan que delante del fotógrafo tienen que pronunciar la palabra "cheese", que obliga a fingir una sonrisa, y significa "queso". Y en los últimos tiempos, según me cuentan mis asesores lingüísticos, se ha popularizado el uso de la palabra "shit", que significa "mierda". (Porque se está acabando el queso, como ustedes sabrán ya).

Que el doctor Uribe (Jorge Alberto) haya sido educado en los Estados Unidos es cosa que en principio suena muy bien. Porque allá son bastante mediocres la educación primaria y secundaria, pero la universitaria -en especial en las grandes universidades- es probablemente la mejor del mundo. Y sin embargo al seguir adelante por la entrevista se me vino el alma a los pies. Este doctor Uribe (Jorge Alberto) no parece educado en las universidades norteamericanas que corresponden a su edad (62 años), que son las de la protesta y la contestación de los años 60 del siglo XX que ya pasó. Sino que parece educado en el discurso que ahora usan los asesores del presidente Bush: esos Rumsfelds, esos Wolwofitz, esos Ashcrofts, esos Roves, esas Condoleezas Rices. Su lenguaje, más aún que el del otro doctor Uribe (Alvaro, el presidente) es el de la ultraderecha. No el de la ultraderecha colombiana tradicional, sino el de la 'neoconservadora' norteamericana, de origen, por lo visto, trotskista (ojo Salomón). Cito al doctor Uribe (Jorge Alberto) en sus declaraciones sobre las Farc: esa guerrilla que lleva medio siglo:

"Es una empresa criminal sin ninguna vocación filosófica". "Aquí no hay una guerra ni ideológica ni política. Esto es simplemente un país defendiéndose de una organización criminal de índole internacional". "Han ido progresando para llegar ya a armas de destrucción masiva". "Son unos terroristas perfectamente equiparables a cualquier organización tipo Al Qaeda".

Un discurso, un lenguaje, no es nunca inocuo, inerte. Empapa el pensamiento que lo inspira, y acaba por dictar ese pensamiento por encima de la realidad objetiva. Si el doctor Uribe, ministro de Defensa, piensa de verdad, o se deja dictar el pensamiento de que las Farc son solamente, simplemente, idiotamente, una rama de un fantasmagórico "terrorismo internacional" como el que se han inventado en Washington las Condoleezas y los Rumsfelds para justificar las razones destructoras y agresoras del Imperio norteamericano. Digo: si el doctor Uribe, el de Defensa, y también el otro doctor Uribe, el presidente de la República, piensan que el tremendo problema de la violencia colombiana es de "terrorismo internacional", y de "armas de destrucción masiva", y de "organizaciones criminales de índole internacional", estamos. cómo decirlo: estamos bastante mal.

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