Les hacen kirrikikí

“Si le doy cinco usted se los gasta, / tenga estos cuatro y me devuelve tres”: es el salmo que cada año por este tiempo entonan los empresarios en la Comisión de Concertación Salarial, ante el ruego de los trabajadores para conservar el poder adquisitivo; los patrones, que razonan con la chequera, se plantan en su rentabilidad; cuando no amenazan con mayor desempleo e informalidad, advierten clamores por la caída de las exportaciones, y quejidos porque un incremento por encima del IPC desate la inflación e incremente las tasas de interés. Sólo en el último aliento les dejan agarrar cualquier ‘puntico’ adicional.

Les hacen kirrikikí / Les hacen kirrikikí
Hay empresarios que en las convenciones colectivas recitan el coro de la inserción en el mundo globalizado. Para ellos, la productividad es aportada por las máquinas, y confunden competitividad con deterioro del salario real. Qué productividad cuando el jornal perdió terreno con el eufemismo de “flexibilización”, amparada por una la Ley de Reforma Laboral que sólo sirvió para inflar las faltriqueras de muchos empresarios, cuando fueron suplantados para su beneficio por las Cooperativas de Trabajo Asociado, unas intermediarias laborales inventadas por algunos patrones para evadir y eludir los aportes a salud, pensión, riesgos. ICBF, Sena y cajas de compensación.

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Esa realidad quedó evidenciada en un diagnóstico del mercado laboral realizado en la Universidad Nacional: el 47% de personas que trabajan en Colombia (8,5 millones) no gozan de una relación laboral contractual. De los 8.5 millones de asalariados, las cajas de compensación y los fondos de pensiones sólo reportan el 58% de afiliados (27% de la fuerza laboral), las EPS el 71% (33,5% de la fuerza laboral). Sí, productividad; sí, competitividad. Qué lejos estamos cuando no se humaniza el recurso.

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Reza en la cartilla que si usted es más productivo, más gana, y al país le irá bien al enfrentar la competencia y ofrecer sus productos en el mundo globalizado; recibimos más plata, sí, pero en la vida real hay más pobres. La ecuación es la siguiente: (salario + incr. Productividad = > PIB) = MGS (Más Gente en los Semáforos); lo mismo que llaman distribución regresiva del ingreso. Tan raro, en este panorama los pobres crecen, pero de pa’ trás. De ahí nace la desconfianza en el TLC con Estados Unidos. Oiga pues, los economistas predican que si la economía crece no habrá más pobres.

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Si la premisa se cumple, será porque el ingreso por el mayor crecimiento se reparte con equidad. Pero el Banco Mundial les bajó la caña a los trabajadores, cuando concluyó que la Reforma Laboral en Colombia, además de positiva, había que profundizarla; recomiendan un salario mínimo más bajo y aconsejan eliminar los aportes parafiscales y reducir aún más el recargo dominical. Ese parecer se lo replicó el gobierno a los sindicatos que pedían revocar la Reforma Laboral.

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Si percibe que en la nueva puja por el salario mínimo le fue mal, no juegue chance con el 789 (los números de la Ley de la Reforma Laboral), mejor acuda donde uno de esos profesores que recuperan el ingreso perdido; aunque… en el fondo, entienda que no hay remedio, usted será el mismo que algo empeña, el que acude a los ‘fiaos’ y al ‘gota a gota’, aquel que hace largas filas para pagar los servicios atrasados. ¿Recuerda que el 31 de diciembre le dio la vuelta a la manzana, esgrimió las tres espigas que le dieron por dos mil, tentó papas debajo de la cama, engulló algunas uvas y llenó los bolsillos de lentejas? Este año no haga eso. Vea... para que se le enderece la suerte, más bien póngase unos calzones amarillos... pero al revés.