"Libertad" de prensa

En el mundo: una periodista está presa en Estados Unidos por no divulgar la fuente. La BBC de Londres resolvió ejercer una notable autocensura ante los recientes atentados terroristas.

En Colombia: el ex designado y ex ministro Juan Manuel Santos resultó demandado por calumnia e injuria por el Consejo de Estado. El director de CM&, Yamid Amat, fue duramente cuestionado por haber transmitido una entrevista con el vocero de las Farc, Raúl Reyes.

¿Qué tienen todos estos incidentes en común? El debate sobre la libertad de prensa.

CÁRCEL POR LA FUENTE. En Estados Unidos, una periodista está en la cárcel y otros se han convertido en 'sapos', la primera por no divulgar la fuente que consultó, aunque no escribió la versión final, y los segundos por divulgarla. Todo apunta a que fue el señor Carl Rowe, calificado como el "cerebro político" de Bush, artífice de su victoria, el mejor operador político de las últimas épocas, el que pudo haber cometido la gaffe de poner a los periodistas tras la pista de la identidad de una espía de la CIA. Cuyo esposo, "coincidencialmente", puso en duda las pruebas que podría tener el Presidente de Estados Unidos sobre fabricación de uranio por parte de África para colaborar en el conflicto del mundo islámico contra Occidente. El tiro por la culata.

LA AUTOCENSURA DE LA BBC. Esta cadena de televisión oficial, al servicio del Estado británico, maneja con lujo de discreción las consecuencias de los atentados terroristas de la semana pasada contra la ciudad de Londres. Sorpresivamente, al tercer día de los hechos deja de utilizar la palabra "terroristas", para reemplazarla por la de "bombers", que en español no se puede traducir por "bomberos", como es obvio. Ni por "explotadores", que es otra cosa. Tal vez por "hombres-bomba". ¿Por qué lo hace? Versión uno: porque la palabra "terrorista" califica a toda una cultura -la islámica- de serlo, mientras que la de "bombers" indica que son hechos aislados. Versión dos: porque descubrieron que los autores de los atentados no eran extranjeros sino "de la casa". ¿Ante esta tragedia, será suficiente la "precaución de estilo"?

TODOS CONTRA JUAN MANUEL. Increíblemente, el máximo organismo de lo Contencioso Administrativo en Colombia, el Consejo de Estado, vota por unanimidad demandar al ex designado y ex ministro Juan Manuel Santos por calumnia e injuria, algo que desdice de la respetabilidad y la independencia del organismo y produce mucha preocupación. Santos, en uso de su capacidad de opinión, dijo que el organismo se estaba demorando tanto en emitir el fallo sobre la conformación definitiva del Congreso, que hasta hubo quienes pensaban que había plata de por medio. ¿No se expuso el Consejo de Estado a esa sospecha, si se tomó cuatro veces el tiempo reglamentario para fallar sobre la materia? ¿Y si después de tener tres años de mantener la composición del Congreso en vilo, determinó que sólo hubo tres curules mal contabilizadas a favor, incluida la del prócer ex gobernador del Caquetá, preso por estar acusado de recibir dineros de los paras? Obviamente el Consejo de Estado no tiene la responsabilidad sobre quiénes recuperaron la curul. Pero sí sobre el tiempo que sus magistrados estiraron para emitir su fallo, un oso jurídico monumental.

LA ENTREVISTA DE YAMID. ¿Por qué se dice que es mejor la libertad de prensa que la censura? Precisamente por lo que le pasó a Yamid con la entrevista de Reyes. Si yo la hubiera tenido, tal vez también la habría transmitido, o quizás no. Ahí es donde radica la libertad de prensa y su consecuencia inmediata, la autocensura, en un país amenazado por fuerzas terroristas como este.

¿Y qué descubrimos con la emisión de la entrevista de Yamid?

1- Que la gente no le permite al más importante "preguntador" del país, que no pregunte.

2- Que no hay que prohibir los canales de comunicación de las Farc con los medios, porque el pueblo colombiano ha adquirido una madurez suficiente para rechazar sus apariciones impunes, y que fue una oportunidad para que las Farc midieran la dimensión del rechazo que producen.

3- Que el pueblo colombiano especialmente se vomita con el señor Raúl Reyes. Las Farc deberían reemplazarlo por un vocero menos repulsivo, si es que lo hay.

4- Que Reyes, o cualquier otro vocero, no puede permitirse el lujo de enviarles "saludos" a las familias de los secuestrados, y pretender que los colombianos opinemos que son queridísimos.

Como ven, la libertad de prensa es el nombre del juego.

ENTRETANTO?Por Dios. ¿No iba divinamente el papa Benedicto XVI, hasta que decidió declararle la guerra al niño mago Harry Potter?