Petra Kelly y su abuela de 77 años, ambas acuciosas propagandístas del desarme y de la ecología, lograron en las recientes elecciones alemanas conmover a un 5.6 por ciento del electorado actuando, en compañía de otros simpatizantes, como un auténtico partido político.
Los "Verdes", como se auto-denomina este curioso conglomerado, ganaron el derecho de ocupar 27 sillas en el parlamento alemán.
Desde ya han advertido que aspiran a integrar los principales comités del Bundestag, incluyendo aquellos que se encargarán de asuntos relacionados con las finanzas, la defensa y la seguridad interna de Alemania. Y que cualquier documento confidencial que llegue a sus manos como miembros del parlamento -especialmente si se trata de estrategias armamentistas de la Nato será dado a conocer inmediatamente al público, configurándose asi una de las oposiciones más sui-generis que un gobierno cualquiera, en la historia de Alemania y del resto del mundo, haya tenido que enfrentar en el ámbito de las fronteras de un régimen democrático.
Los principios ecológicos y pacifistas de los "Verdes", que normalmente no deberían constituir argumentos suficientes para justificar la creación de un partido político son, sin embargo. preocupaciones vitales en esta época de la humanidad. Ambos estrechamente ligados, especialmente en lo que se refiere a la contaminación ambiental que son susceptibles de producir las instalaciones nucleares de cualquier naturaleza. tengan fines militares o industriales, han sido aprovechados por la Unión Soviética para incentivar una utilísima oposición al armamentismo en las naciones democráticas: hoy existen movimientos pacífistas bien organizados y mejor financiados en casi todos los países europeos y en los Estados Unidos. Esto significa que, mientras en los regimenes democráticos cualquier decisión en materia nuclear comienza por discutirse libremente en las calle, se concreta en el parlamento (de intima raigambre popular) y se implementa a nivel presidencial, en cabeza de quien ha sido elegido por el libre derecho del sufragio, en la Unión Soviética sólo se requiere la decisión del reducido grupo de miembros del Politburó sin que el pueblo, a ningún nível, tenga capacidad de manifestar la más leve opinión.
Cuando repasamos el significado del "equilibrio del poder" sobre el que desesperadamente se basan las relaciones entre los dos hemisferios políticos del planeta, lo anteriormente dicho cobra una importancia significativa. Demuestra que los regimenes dictatoriales superan a los democráticos en su capacidad de armarse adecuadamente y de movilizar tropas a lugares estratégicos en tiempo de paz. Y mientras la Ideología occidental no contempla, en aras de su supervivencia, la destrucción del socialismo, el marxismo-leninismo considera en cambio como meta vital la de reemplazar en el mundo entero al capitalismo por el socialismo. Aún más, la era Brezhnev en la URSS demostró que ni siquiera es permisible que una nación convertida al socialismo pueda regresar a lo que se considera ser "una etapa quemada de su historia", asumiendo, nuevamente.
"vicios" de índole capitalista.
El armamento nuclear tiene, como todos saben, una utilidad explosiva y otra política. La importancia de esta segunda puede medirla el lector contestando una sencilla pregunta: ¿Si el Japón hubiese estado en capacidad de responder el ataque nuclear norteamericano en términos semejantes, se habría atrevido el Presidente Truman a bombardear a Hiroshima y Nagasaki?
Mediten bien este punto los movimientos pacifistas. Una bomba nuclear encierra los peores presagios que es posible hacerle a la supervivencia de la humanidad, pero al mismo tiempo, manejada con inteligencia, también es capaz de garantizar que no desapareceremos del planeta el día en que alguien resuelva tomar una fatal decisión unilateral. -
opinión
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