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Los otros

Aquí lo que hay son candidatos y propuestas. No parece justo que, aparte de Serpa, que registra un modesto 10 por ciento, los demás no hayan merecido más de 1 ó 2 puntos

Semana
2 de octubre de 2005

Álvaro Uribe puede estar copando la mayor parte del espacio político que produce este país, pero hay ocho candidatos más, "los otros", que no son ni ciegos, ni mancos, ni mudos.
 
Aunque por momentos parece que lo fueran.
 
A Navarro lo acusan de haber enmudecido desde que Uribe comenzó a revivir los aún no esclarecidos nexos del narcotráfico con la toma del Palacio de Justicia. Rafael Pardo aparenta haberse mimetizado en la monotonía del oficialismo liberal. Horacio Serpa parecería estar en retiros espirituales. Peñalosa no logra recuperar identidad propia ni dentro ni fuera del liberalismo. Rodrigo Rivera y Andrés González parecen apenas sobrevivir insípidamente en la baraja. Cecilia López tiene que recordar cada rato que existe y que es mujer. Carlos Gaviria se ve más ocupado en ser el candidato único de la izquierda que en convertirse en la alternativa de izquierda. Y Mockus, de quien se esperaba un regreso triunfal, parece que volvió a Oxford.


 


¿Qué grado de injusticia hay en estas apreciaciones? Mucho.


 


La verdad es que todos ellos están luchando contra la disyuntiva política del momento: o hacen propuestas que a nadie, ni a los medios ni a la opinión, parecen importarles, o critican a Uribe, que es lo único que publican los medios sobre los candidatos, y que igual poco les sirve porque terminan castigados por las encuestas de popularidad del Presidente.


 


Realmente es injusto. Aunque no se registre necesariamente así, ninguno se ha quedado quieto y cada uno de ellos busca sacar la cabeza por encima de lo que hoy se conoce como el 'unanimismo' uribista.


 


La propuesta más creativa para financiar el desmonte del paramilitarismo, que es un proceso que no solamente depende de los dineros mal habidos de las autodefensas, la hizo, por ejemplo, el candidato Rafael Pardo, al proponer que los países acreedores de Colombia se vuelvan socios del fondo de reparación de las víctimas.


 


¿Quién le ha dado crédito a esta idea suya, o a la de la creación de una guardia nacional rural, o a sus lanzadas propuestas laborales para los reinsertados en las empresas beneficiadas con exenciones tributarias? ¿"Hello"?


 


Serpa está hablando de un nuevo modelo de desarrollo, un rediseño del Estado, un nuevo estatuto tributario y a nadie parece seducirlo. ¿Tendrá oportunidad de revelar cuánto fondo tienen esas propuestas?


 


¿A Rodrigo Rivera lo hemos dejado explicar en qué consiste su propuesta de acabar con las ARS y establecer la educación obligatoria en Colombia, así como su propuesta de expropiar las fortunas no explicables de los corruptos?


 


Por su parte, Carlos Gaviria está trabajando en la revolución de los derechos sociales, e incluso ha llevado al Congreso un proyecto para ampliar la tutela sobre el derecho a la salud, que comprometería millonarios recursos del presupuesto por la vía jurisdiccional, pero tampoco ha producido ni un solo editorial, ni una sola noticia. Antonio Navarro anda engomado con el tema de la educación: su bandera es la de combatir la deserción escolar a través de los subsidios a los más pobres para que "no vuelva a haber un niño en los semáforos". ¿Alguien lo ha escuchado? ¿Le han oído acaso su propuesta de integrar a los campesinos a cualquier futuro proceso de paz para romper la polarización guerrilla-gobierno? Andrés González insiste en un gran pacto social entre sociedad, empresarios y Estado. ¿Sabemos qué novedades tiene con respecto a otros pactos sociales propuestos en el pasado? ¿Quién ha profundizado en la reingeniería de las Fuerzas Militares que propone Cecilia López? Peñalosa maneja cifras escalofriantes: 52 por ciento de los embarazos de las mujeres colombianas son no deseados, y tres de cada 10 niños en Colombia no conocen a su padre. ¿Alguien le ha preguntado hasta dónde llega su propuesta de una reforma urbana radical, o cómo es que piensa complementar la seguridad democrática de Uribe? Las fórmulas pedagógicas de Antanas Mockus que mezclan la autoridad con la educación y que probaron ser tan efectivas entre los bogotanos durante su alcaldía, no han merecido ni un suspiro de profundización. Aquí lo que hay son candidatos y propuestas. Para todos los gustos, tendencias y percepciones políticas. Lo que no parece justo es que distinto de Serpa, que registra un modesto 10 por ciento, los demás no hayan merecido más del 1 ó 2 por ciento del favoritismo de la opinión. No han logrado hacer clic con ella. Pero de ahí a acusarlos de estar desaparecidos, inactivos, desangelados o de ser inexistentes hay una tremenda injusticia. La única razón de que todos, sin serlo, parezcan unos enanos, es la reelección de Uribe. ENTRETANTO?¿Qué embajadas todavía quedarán libres como para mandar a Sabas?

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