Home

Opinión

Artículo

OPINIÓN

Siguiendo el rastro

Yo no sé quién vaya a ganar esta contienda, pero no hay duda de que el uribismo está utilizando todas las formas de lucha para retomar el poder.

María Jimena Duzán, María Jimena Duzán
16 de mayo de 2014

Poco a poco se van conociendo más evidencias de que el ‘hacker’ Andrés Sepúlveda tenía estrechas relaciones con los organismos de Inteligencia y en especial con la cuestionada sala Andrómeda, por haber ‘hackeado’ e interceptado ilegalmente los correos y los pines de los negociadores de La Habana y del propio presidente Santos.

Según lo pudo establecer esta columna, Sepúlveda, que se movía como pez en el agua en el mercado negro de la información de Inteligencia, compró datos en múltiples ocasiones de Andrómeda, los cuales podrían haber sido utilizados en beneficio de la campaña de Óscar Iván Zuluaga para la cual Sepúlveda trabajaba desde diciembre.    

En especial esta columna ha conocido de una compra de información que se produjo en febrero de este año, cuando Andrómeda fue cerrada luego de que Semana.com hizo la denuncia. Una fuente de la Fiscalía me confirmó que el hacker le compró a los de Andrómeda 20 correos electrónicos con sus claves y una interceptación de Blackberry de un guerrillero de las Farc que estaba en La Habana.

Por esa información Sepúlveda les pagó 5 millones y tengo entendido que dejó saber que era una ganga. El hacker también habría comprado de esa manera la base de datos de los desmovilizados y habría pagado por esta 1.200.000, cuando en realidad el precio según expertos en el tema consultados por esta columna, podría haber sido de 120 millones.

Al parecer el precio de las informaciones de Inteligencia en el mercado negro ha bajado desde el cierre de la sala Andrómeda lo que ha empujado a muchos miembros de esas salas de Inteligencia a salir a vender la información para sufragar su sustento. En estos momentos debe haber sujetos de la Inteligencia vendiendo información por cualquier peso. Esta realidad tan peligrosa y absurda la han corroborado varios miembros de esa comunidad hacker que fueron consultados por esta columna.

Pero no solamente están vendiendo en la calle secretos del Estado, a peso. En los computadores que le fueron incautados a Sepúlveda se encontró la evidencia de que él mismo había comprado correos del presidente Santos. No los ‘hackeó’, sino que los compró. Aunque las autoridades que están a cargo de esta investigación no han podido establecer si este correo fue comprado en ese grupo de 20 que los de Andrómeda le vendieron a Sepúlveda, las pesquisas apuntan a que esa es la hipótesis más lógica.

¿Para qué quería Sepúlveda los correos del presidente Santos?  ¿Sabía la campaña de Óscar Iván Zuluaga que en la computadora de Sepúlveda estaban los correos del presidente? ¿Por qué Sepúlveda tenía en su oficina registros de compras que el propio presidente había hecho de unas máquinas de hacer ejercicio? ¿Está aquí el correo que fue publicado por Daniel Coronell? ¿Qué clase de seguimiento le estaban haciendo al presidente?

Todas esas preguntas están por ahora sin respuesta. Lo cierto es que el hecho de que el jefe de las redes de la campaña de Óscar Iván Zuluaga haya comprado el correo del presidente Santos, que a su vez fue interceptado ilegalmente desde plataformas como Andrómeda, que pertenecen a los organismos de Inteligencia del Ejército, muestra los límites aterradores a los que ha llegado esta guerra sucia.   

El otro hallazgo no es menos sorprendente: según varios testimonios que han llegado a la Fiscalía, Sepúlveda no solo tiene como blanco de sus operaciones a los antiuribistas o a los que se oponen al proceso de paz o a los comunistas. También ‘hackea’ a uribistas de alta alcurnia, como el ex vicepresidente Francisco Santos.

La única razón para ‘hackear’ esa cuenta es la de que Francisco Santos fue un serio oponente de Óscar Iván Zuluaga en la convención uribista. Pensaba que iba a ganar pero fue derrotado. Francisco Santos denunció que le habían robado la nominación por cuenta de una guerra sucia. ¿Fue víctima Francisco Santos también de los métodos non sanctos de Sepúlveda para inclinar la balanza a favor de su candidato? ¿Sabía el candidato Óscar Iván Zuluaga que el correo de su contrincante había sido ‘hackeado’?

Yo no sé quién vaya a ganar esta contienda, pero no hay duda de que el uribismo está utilizando todas las formas de lucha para retomar el poder.

Noticias Destacadas