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Odio o ignorancia

Se vienen muchas reformas que afectarán al país, una de ellas es la que busca acabar con la libertad de prensa.

11 de octubre de 2022

Nunca nadie hizo tanto daño en tan poco tiempo al país; solo han transcurrido dos meses del actual gobierno y ya se han multiplicado los problemas, se ha profundizado la polarización en la población, se han marchado muchos capitales, se ha creado una atmosfera de incertidumbre que desestimula la inversión nacional y foránea, se está invadiendo la propiedad privada, se está tratando de quemar la catedral, se está desestimando el clamor y las manifestaciones pacíficas de quienes se oponen a las medidas absurdas del Gobierno, se está llegando a un estado de anarquía donde no se percibe la existencia de la autoridad y mucho menos de la justicia.

Con los trinos de Petro, se ahuyenta más al empresario y al inversionista, así como se dispara el valor del dólar que ya está por encima de $ 4.620; qué tristeza observar a Colombia, país de grandes capacidades y emprendimientos, que venía en una franca recuperación y crecimiento de su economía después de la pandemia, el cual hoy con vergüenza es considerado como el país con la mayor devaluación de su moneda.

Es indescriptible el pesar que se siente al ver cómo se multiplican por doquier los letreros de venta y arriendo para la propiedad privada, pues son muchos los que están migrando, ya que temen lo peor por las nefastas decisiones de este gobierno de izquierda.

La economía del país está destrozada con una inflación de 11,44 %, un IPC de 10,08 %, tasas de interés por encima del 10 %, un crecimiento previsto para 2023 de solo 0,7 %, una canasta familiar disparada por el aumento en los precios de los productos básicos, el incremento del combustible que perjudica el bolsillo de los todos colombianos, pero afectando aún más a las clases menos favorecidas, a lo cual tuvo que recular Petro dejando sin modificaciones el precio del ACPM hasta mediados de 2023 para evitar que los transportadores le bloquearan el país. Parece que este presidente quiere acabar con la clase media afectando contundentemente a quienes tienen menores ingresos, ¿será odio o ignorancia?

La reforma tributaria que está siendo aprobada a marchas forzadas por una coalición de gobierno oportunista que en lugar de constituir una oposición digna se han entregado para ver qué migajas recogen del nuevo festín político. Esta reforma no ha sido profundamente analizada, como lo manifiestan muchos expertos, y sus consecuencias afectarán aún más a los colombianos.

Están en la mira de estas reformas, particularmente, los pensionados y los trabajadores en general, que son los que como mayoría impulsan la economía. Las nuevas cargas tributarias disminuirán el consumo, los créditos hipotecarios ahorcarán a los deudores y regresaremos a la época de Belisario donde con el Upac se generó una crisis financiera y se perdieron miles de viviendas en el país.

El Gobierno busca recolectar varios billones para mejorar la inversión social, así como esperan repartir otros tres millones de hectáreas, pero no le informan al país cuantas hectáreas le han sido entregadas a estas comunidades hasta el momento y que están cultivando en ellas los beneficiados.

Esto será una rueda sin fin porque todos los gobiernos caen en la misma trampa: se dejan extorsionar por unas minorías, o lo que posiblemente está haciendo el gobierno es comprar en forma adelantada los votos para las próximas elecciones a favor de la izquierda. Abran el ojo a las regionales del 2023.

Las actuaciones del equipo Petro dejan un gran sinsabor en la mayor parte de los colombianos; se observa que han sido colocadas en cargos de gran responsabilidad personas que no tienen los conocimientos mínimos o las condiciones necesarias para desempeñar una labor tan importante como es estar al frente de un ministerio o de una embajada.

Es el reciente caso de Benedetti en la embajada en Venezuela, que en alguna de sus afectaciones trina palabras de gran calibre dejando la peor imagen de un diplomático colombiano; o la posición de la prepotente viceministra de Energía, que desinforma acerca de la exploración y explotación de hidrocarburos, siendo posteriormente desmentida por el ministro de Hacienda. Estos dos personajes ya deben estar de patitas en la calle.

Se vienen muchas reformas que afectarán al país; una de ellas es la que busca acabar con la libertad de prensa, otras relacionadas con la impunidad a los crímenes de lesa humanidad de organizaciones criminales como el ELN y otras afectando a las Fuerzas Militares para que no puedan cumplir la misión constitucional de defender la soberanía, la independencia, la integridad del territorio y del orden constitucional.

El ministro de Justicia se pronunció en forma indignante para los colombianos diciendo que quienes queman un bus, una casa o matan a alguien, serán castigados, pero no son terroristas. Tienen derecho a estar furiosos”. Ahora sí, apague y vámonos. Lea el artículo 343 del Código Penal, ¿ignorancia? Debe haber una campaña nacional pidiendo la renuncia de este nefasto personaje.

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