Ojo al talento

Se vienen los II Juegos Olímpicos de la Juventud en Nanjing, capital de la provincia de Jiangsu, en China, del 16 al 28 de agosto, competencia a la que Colombia asistirá con 34 atletas en 11 deportes, todos de carácter individual: ciclismo, gimnasia artística, judo, levantamiento de pesas, lucha, natación (carreras y clavados), taekwondo, tenis, tiro y caza deportiva y triatlón. 

La primera edición de estas justas para menores de 18 años, organizadas por el Comité Olímpico Internacional, se llevó a cabo también en el continente asiático, en Singapur en 2010. Allí, Colombia, con una delegación de 25 deportistas en 12 deportes contando equitación, conquistó cinco medallas: dos de oro, tenis y ciclismo en pista por equipos; y tres de plata, equitación, boxeo y pesas. 

Bajo este panorama, dos cuestiones se abren paso. Una, estudiar el proceso que han transitado en estos cuatro años cada uno de los muchachos que se subieron al podio en Singapur: los ciclistas Brayan Ramírez, David Oquendo, Jessica Lergada y Jhonnatan Botero; el púgil Juan Carlos Carrillo, el equitador Mario Gamboa, el pesista José Mena y el tenista Juan Sebastián Gómez. Cuál ha sido el acompañamiento y la guía de sus federaciones y del Comité Olímpico Colombiano; cómo ha sido su situación de apoyos y consecución de patrocinios; cuál es su nivel en su deporte actualmente y cuál su proyección.

Y otra, el tema de la detección de talentos, que merecerá estas líneas. “Nueve de los 34 competidores salieron del Programa Juegos Intercolegiados Supérate. Quiero aprovechar la oportunidad para destacar y promocionar este programa que lanzamos hace tres años para promover precisamente el deporte y la competencia, para ir también descubriendo talentos”, afirmó el presidente de la República Juan Manuel Santos en la ceremonia de entrega de la bandera a la delegación nacional representante en Nanjing. Según las cifras oficiales de Coldeportes, no son 9 sino 19 deportistas los que surgieron de Supérate, atletas que van a China o porque obtuvieron alguna distinción en los Juegos Sudamericanos de la Juventud Lima 2013, o porque consiguieron la marca clasificatoria mínima exigida.

Uno de los principales objetivos del Programa Juegos Intercolegiados Supérate destinado a niños, niñas y adolescentes de 7 a 17 años escolarizados y no escolarizados, ha sido ampliar la cobertura: 3,4 millones de chicos han participado desde su fase intramural en los 32 departamentos del país. “En las competencias hemos llegamos a lugares en donde las oportunidades son reducidas para quienes sueñan a través del deporte. En cuanto a la detección, se avista a los mejores de las categorías A y B, porque son quienes terminan representando a Colombia afuera. Se necesita un programa especializado para ese fin”, afirma Arnulfo Mantilla, gerente del Programa Presidencial Supérate en el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade) y fusionado en 2013 con los Juegos Nacionales Intercolegiados, que se realizan hace 35 años. 

Este, el programa bandera del Departamento Administrativo del Deporte, Coldeportes y del Gobierno Nacional, crea las condiciones para competir en cuatro categorías: pre-infantil, infantil, A y B. Reciben incentivos (implementación deportiva, accesorios, dispositivos tecnológicos, créditos para educación superior, cursos de idiomas) los deportistas y entrenadores y los establecimientos a través de los cuales fueron inscritos -entidades educativas, juntas de acción comunal, cabildos, resguardos/ comunidades indígenas o asociaciones para personas con discapacidad-, que hayan quedado en el primer lugar en las categorías A y B en la fase municipal, departamental y en la final nacional. Cuenta con Jornadas Complementarias, con alojamientos, alimentación y transporte. Ayuda a estimular la asociatividad, los hábitos del juego limpio, la escolarización. Aquellos que participan a través de cabildos indígenas o juntas de acción comunal, si el segundo año desean volver a participar, deben hacerlo matriculados en un colegio.

Sin embargo, el programa no está creado para detectar, captar, identificar y seleccionar talento deportivo. “Los casos de los 19 chicos son coincidentes. El talento y la reserva deportiva requieren de especialistas en ciencias y ciencias del deporte, metodólogos, profesores de educación física, entrenadores del Sistema Nacional del Deporte, que trabajen de la mano a partir de la evaluación y el seguimiento de variables. Es un proceso sistémico y holístico a mediano y a largo plazo, en donde intencionalmente se construye y se interviene la vida de personas”, dice Jack Escorcia, experto en pedagogía en entrenamiento deportivo y profesor de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Cundinamarca. 

Por ley, en Colombia la responsabilidad de la reserva deportiva recae en el estado a través del Programa de Escuelas de formación deportiva y desarrollo de talentos deportivos, que cumpliría si funcionara como corresponde este rol; y también en el deporte asociado, léase federaciones, ligas y clubes. Así mismo, Coldeportes tiene la responsabilidad junto con los entes deportivos departamentales y municipales de articular los diferentes programas de apoyo y reserva.

En los Juegos Intercolegiados Supérate hay 24 deportes, además de Porrismo y Festivales Escolares, entre los cuales hay 14 individuales y 8 colectivos, tres relacionados al fútbol (campo, sala y salón). Ante el poco desarrollo de deportes de conjunto, Supérate sería una notable plataforma para estimular esta vertiente y empezar a enseñar a pensar en equipo en virtud del compañerismo, justo en la etapa de crecimiento más importante de una persona. 

“Ustedes para mí ya son ganadores. Recuerden, todos los estamos apoyando. Ojalá regresen llenos de medallas, medallas para seguir promoviendo el deporte y seguir superándonos. Para seguir siendo una potencia deportiva, como nos estamos convirtiendo”, agregó de manera textual el máximo mandatario de los colombianos en la referida intervención. 

Ser potencia deportiva no es solo obtener títulos del mundo o medallas, sino construir el motor para producirlas, y consolidarse en el tiempo; es entender que la detección de talentos está en la base del sector, su pulmón, y deberá constituir un lineamiento propio dentro de esa política pública del deporte renovada e integral que se pretende construir; entender que es un tema relacionado transversalmente con la educación física, asignatura herida en este momento en la básica primaria. Y que no es algo aleatorio o circunstancial, sino una semilla poderosa y una pieza fundacional.