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Otros ingresos son posibles

En la idea de que otros ingresos son posibles, también se debe dialogar con el sector financiero, cuyas utilidades han sido muy altas en los últimos 10 años y en desarrollo de una política de responsabilidad empresarial.

29 de septiembre de 2022

Una pregunta que tenemos que hacernos en los actuales momentos, es si ¿es posible lograr más ingresos para el Estado colombiano, sin tener que recurrir de nuevo a medidas tan impopulares como son la creación de nuevos impuestos por medio de reformas tributarias o decretando alzas en los precios de la gasolina o en otros productos que afectan a la población urbana y rural?

Como no se trata de dividirnos entre buenos y malos, de izquierda o de derecha y menos entre gobiernistas y antigobiernistas, creo que si desde todas las instancias del Estado y de la población se envían mensajes en favor del ahorro, de no regalar nada porque mi madre siempre decía “lo que nada nos cuesta, volvámoslo fiesta”, de estímulo a una política de responsabilidad social empresarial, de total austeridad y de proteger los recursos públicos como bienes sagrados y de propiedad de la población, es posible lograr nuevos ingresos anuales por más de 50 billones de pesos.

Ingresos estos para invertir en prioridades sociales como la salud, la educación, la cultura, el deporte, la seguridad alimentaria y la ampliación de la cobertura pensional para más de cinco millones de personas mayores de 60 años, entre ellas más de tres millones de mujeres que actualmente carecen del derecho a una pensión mínima legal.

Lograrlo no es tarea fácil, pero tampoco imposible. Por mis propias experiencias de vida, es posible avanzar en ese camino si desde todas las instancias del Estado y de la población colombiana se envían mensajes en favor de la austeridad, en contra de la ostentación, el despilfarro y de cero tolerancias con la corrupción, la impunidad y su principal aliado que es la violencia. No olvidemos que en el Estado no todo lo importante es prioritario.

Esos duros caminos también presuponen solicitar, de manera muy decidida y transparente, a los países y organismos financieros internacionales con los cuales Colombia ha contraído deuda externa que, a cambio de inversión social y protección ambiental, se renegocien los altos intereses porque, de pronto, estamos pagando más por intereses que por amortización de la deuda.

En la idea de que otros ingresos son posibles, también se debe dialogar con el sector financiero, cuyas utilidades han sido muy altas en los últimos 10 años y en desarrollo de una política de responsabilidad empresarial, estoy seguro de que es posible lograr anualmente créditos por unos 10 billones de pesos durante los próximos 4 años, pagaderos a 10 años y con un interés máximo del IPC causado.

Con todo respeto, pienso que, si el gobierno del presidente Petro invita a personas afines y opositoras a dialogar, tal como lo acaba de hacer con el expresidente Uribe y otros integrantes del Centro Democrático, es posible no solo el logro de otros ingresos para el Estado para invertirlos en coordinación con los alcaldes y los gobernadores en favor del bienestar de la gente, sino también para salirnos del remolino de la violencia y entrar por los caminos de la paz total y la reconciliación nacional.

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