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Pandemia económica y social

Aún está por verse cuál será la afectación final de la pandemia y la cuarentena sobre el empleo formal que hasta abril había aguantado mejor.

Esteban Piedrahita, Esteban Piedrahita
16 de junio de 2020

El viernes que pasó, el Dane publicó una serie de indicadores de los sectores comercio, manufacturas, servicios y hotelero que permiten dar cuenta del frenón sin precedentes que experimentó la economía colombiana en abril. Además, el jueves, de manera extraordinaria, publicó los datos de desempleo por ciudades de dicho mes (normalmente se publican trimestrales), los cuales reflejan la contundencia con que la parálisis económica golpeó los ingresos de los hogares.

La Encuesta Mensual Manufacturera arrojó que, frente a igual mes de 2019, la producción industrial en abril cayó un 36 %. Gracias en buena medida a la presencia en nuestro territorio de clusters productivos clave para el abastecimiento de alimentos y artículos farmacéuticos y de higiene, las caídas en el Valle (-18 %) y Cauca (-22 %) fueron las menores entre las principales regiones. Los tejidos industriales de Antioquia (-45 %), Bogotá/Cundinamarca (-41 %) y Santander (-38 %) experimentaron declives superiores al promedio. El número de ocupados en este sector cayó 7,8 % en ese mes en el país, logrando el Valle (-6,4 %) y Cauca (-3,4 %) amortiguar en algo el impacto sobre el empleo.

Por su parte, la Encuesta Mensual de Comercio mostró una baja del 40% en las ventas, excluyendo combustibles, frente a abril de 2019. Las mayores caídas las experimentaron Bogotá (-47 %) y Antioquia (-42 %), seguidos del Valle (-39 %). En cuanto a los ocupados en el sector—que cayeron solo 1 % en el país—, el Valle observó la mayor reducción (-3,4 %) entre los principales departamentos. Los únicos rubros del comercio que ‘pasaron’ abril fueron los alimentos (+13,5 %) y productos de aseo del hogar (+4,5 %); aunque en el acumulado de los 4 primeros meses también muestran datos positivos los artículos de TIC, aseo personal, bebidas no-alcohólicas y farmacéuticos. Todos los demás están en rojo para el año; algunos con cifras verdaderamente catastróficas en abril, como vehículos y motos (-94 %), calzado y cuero (-91 %) y prendas de vestir (-87 %).

En cuanto a los servicios, en abril descollaron los ingresos de los ‘call-centers’ (+20 %) y por desarrollo de software y procesamiento de datos (+12 %), testimonio de la transformación digital de las actividades de empresas y hogares que ha precipitado la pandemia. El sector salud, en cambio, sufrió una fuerte caída de los ingresos (-31 %), ante la ausencia de pacientes con covid-19 y la renuencia de aquellos con otras patologías a acercarse a las clínicas. Fue notorio también el desplome de los ingresos en segmentos como los de la producción audiovisual (-92 %), el entretenimiento (-67 %) y los restaurantes y bares (-61 %). Lo mismo la afectación a la ocupación hotelera, que se derrumbó del 53% en abril de 2019 al 6 % en igual mes de este año.

Como era de esperarse, la tasa de desempleo se disparó. En abril, en las 13 principales ciudades del país alcanzó el 23,5%, frente a un 11,1 % de hace un año. En Cali, la desocupación aumentó del 14,2 % al 25,6% en igual período, situándose por encima de Barranquilla (18,5 %), Bucaramanga (19,3 %) y Bogotá (21,5 %), y por debajo de Medellín (25,9 %). Por terribles que parezcan, estas cifras disimulan el impacto real, pues muchas personas salieron del mercado laboral y se reportan no como desempleados sino como inactivos.

Frente a hace un año, en las 13 mayores ciudades, 3 millones de personas dejaron de trabajar (el 28 %); en Cali fueron 395 mil (el 32 %). En el corto plazo, este número se reducirá, sobre todo con la reactivación del trabajo informal, especialmente afectado en abril. Pero aún está por verse cuál será la afectación final de la pandemia y la cuarentena sobre el empleo formal que hasta abril había aguantado mejor.

 

 

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