Paradojas Políticas

Quien no hace política es un idiota, en términos de Fernando Savater, o simplemente, permite que otros decidan por él. Por estos días, más que nunca, los jóvenes reniegan y se desentienden de la política; sin embargo, nunca antes, las decisiones políticas habían afectado tanto a los jóvenes y a las generaciones futuras, bastaría pensar en el medio ambiente, el sistema de pensiones y el creciente endeudamiento público, para advertir que tendrán que pagar tales obligaciones. Primera paradoja, la política afecta a los jóvenes pero a ellos no les interesa.

Desde que los filósofos justificaron las rebeliones contra los tiranos, los ordenamientos jurídicos han perdonado los homicidios a causa de las ideas políticas. En nuestro país, más que en otros, a lo largo de la historia se han concedido más de 60 indultos y 25 amnistías; y, recientemente, se concedieron a los guerrilleros de las Farc, excepto por delitos de gravedad internacional, que se someterían a una justicia transicional. Segunda paradoja, hay quienes violan derechos para alcanzar derechos.

Colombia es un país de tremendas desigualdades, la riqueza se concentra en pocas manos y la pobreza afecta más de la cuarta parte de la población. Hay disposiciones constitucionales para proteger a las minorías y grupos vulnerables. Es un lugar común creer que la tenencia de la tierra se concentra en pocos terratenientes. La población indígena es aproximadamente de 1,4 millones, equivalente aproximadamente al 3 por ciento de la población y tiene más de 37 millones de hectáreas, cerca del 31 por ciento del área continental colombiana. Tercera paradoja, los grupos minoritarios vulnerables son los mayores titulares de tierras.

La protección del ambiente es uno de los aspectos de mayor importancia para la sociedad, se teme por la contaminación ambiental de industrias y motores de combustión. Sin embargo, poco se dice de los efectos devastadores del narcotráfico y la minería ilegal que implican deforestación y perdida de biodiversidad, que han afectado más de 300.000 hectáreas al año, lo que significa más de 6 millones de hectáreas de bosques destruidas. Cuarta paradoja, las actividades ilícitas de narcotráfico y minería son las grandes contaminadoras que los ambientalistas poco atacan.

Al Estado del bienestar se le pida la protección de la vida, honra y bienes, así mismo, el acceso a los servicios públicos, seguridad, bienestar y desarrollo, con especial protección para los más débiles; además, de soberanía e integridad del territorio. Cuando sobrevienen las calamidades y los desastres se espera la acción y los subsidios del Estado, sin embargo, solo unos 3.600 grandes contribuyentes aportan más de 30 billones de pesos, el 70 por ciento de la renta empresarial, y tan solo 3 millones declaran el impuesto de renta. Quinta paradoja, las garantías y servicios para la población es financiada en buena parte por menos del 6 por ciento.

La política es una actividad indispensable, que se debe adelantar sin contradicciones ni oportunismos, se trata de la construcción de un mejor futuro para todos. Por lo tanto, que los jóvenes entiendan que la política les concierne; que quienes reclaman derechos deben respetar los derechos de los demás; que la riqueza debe ser para todos y no para minorías vulnerables; que la contaminación proviene principalmente del narcotráfico y la minería ilegal; y que el Estado es una empresa en que debemos contribuir todos.

En video: https://youtu.be/TyjH8wR_Qgo